Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
Ella contestó que tenía cuatro hijas más y yo le expresé mi pésame por la mala fortuna de no haber sido bendecida con un varón.
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Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
Ella contestó que tenía cuatro hijas más y yo le expresé mi pésame por la mala fortuna de no haber sido bendecida con un varón.
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Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
Mi padre no toleraba el lamento de los pequeños y trataba de silenciarlos a base de golpes, con los que solo conseguía redoblar sus berridos. Los recuerdo bien, agarrados el uno al otro sobre el colchón, con una mirada de terror en sus caras mientras mi padre cruzaba la habitación para administrar la zurra de turno.
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
“─ Qué extraño que nos conociéramos de esa manera, ¿no te parece? Me refiero a que, si no llego a estar en este claro en el preciso momento en que pasabas por aquí, si hubieras tomado un camino distinto, si no estuvieras aquí de vacaciones, si yo hubiese nacido en otro lugar… ─ Visto así, cualquier encuentro entre dos personas es extraño. En nuestro no lo es más que cualquier otro entre dos desconocidos. ─Pero nosotros no lo planeamos, ¿a qué no? ─ ¿Cómo iban a planear encontrarse dos extraños? SI tuvieran intención de hacerlo, no serían extraños |
Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
No es suficiente que pienses que ningún hombre podría cometer actos tan atroces y estando en su sano juicio. Hombres cuerdos pueden cometer y cometen tales crímenes, y el mero hecho de cometer tal acto no coloca, en sí mismo, a un individuo fuera de los límites de la razón.
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Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
Después de que el cuerpo de mi madre fuese entregado a la tierra, recorrimos los páramos en solemne procesión. El día, como es habitual en estos pagos, estaba completamente gris. El cielo, los montes de Raasay y el agua del Canal sólo ofrecían variaciones mínimas de esa tonalidad. Mi padre no derramó ni una sola lágrima, ni durante el sermón ni después. Su rostro adoptó la pétrea expresión que, desde ese momento en adelante, rara vez mudaría. No tengo ninguna duda de que se tomó las palabras del señor Galbraith al pie de la letra. En lo que a mí se refiere, estaba absolutamente seguro de que no había sido por los pecados de mi padre que nuestra madre nos había sido arrebatada, sino por los míos propios
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
El hombre que no se aferra a un clavo ardiendo, se ahoga
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
𝗘𝗹 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗮𝗳𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗮 𝘂𝗻 𝗰𝗹𝗮𝘃𝗼 𝗮𝗿𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗲 𝗮𝗵𝗼𝗴𝗮.
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
Lo que Manfred escogiera hacer no tenía trascendencia para nadie salvo para él mismo. Y a pesar de todo, incluso mientras caía en la cuenta de ello, ¿no había buscado un bar sin ventanas en una calle apartado donde no pudieran verle?
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
Allí aprendió una lección: el trabajo de detective nada tenía que ver con la intuición o la inspiración. Mayormente consistía en seguir cual esclavo los procedimientos. Lo demás era suerte
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La desaparición de Adèle Bedeau de Graeme Macrae Burnet
Las personas mentían por inercia y ni aun acreditando la inverosimilitud de sus falsedades daban su brazo a torcer
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?