Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae de Graeme Macrae Burnet
Mi padre no toleraba el lamento de los pequeños y trataba de silenciarlos a base de golpes, con los que solo conseguía redoblar sus berridos. Los recuerdo bien, agarrados el uno al otro sobre el colchón, con una mirada de terror en sus caras mientras mi padre cruzaba la habitación para administrar la zurra de turno.
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