Crónicas marcianas

Un clásico que aborda temas como la libertad del individuo o la destrucción de otras razas o del propio ecosistema por el simple hecho de continuar con el sistema capital actual. Los primeros relatos son sensacionales, con los primeros astronautas llegando a Marte y cómo van siendo eliminados por los marcianos hasta que los terrícolas llegan al planeta rojo y se expande como un virus.

La imaginación del autor es desbordante, los diferentes relatos y temas tratados en el libro son sensacionales. Aunque el libro está orientado a un público juvenil, los temas tratados son tan trascendentales que un adulto puede disfrutar del libro como si fuera un niño.

Recomiendo este clásico a los amantes de la ciencia ficción que deseen leer un libro original sobre invasiones.

Después de Farenheit 451, leo Crónicas Marcianas y me doy cuenta de que este hombre tenía una capacidad fuera de lo común para extraer de todos los retazos de la vida historias que condensaban y pintaban el estado del mundo y ,más allá de eso, su tiempo futuro.
Leía que Crónicas Marcianas nunca pasará de moda porque no es un libro SCI-FI , que podría haber caducado si no hubiera nada más allá de eso. Crónicas marcianas no caducará porque es todo más allá de eso. Dijo Bradbury tras leer ‘Winesburg, Ohio', de Sherwood Anderson, que quedó anonadado, y que si pudiera escribir un libro la mitad de bueno, pero ambientado en Marte sería increíble.
Hago aquí un inciso para llamar la atención sobre ‘Winesburg, Ohio', que ya está en mi biblioteca por estar entre los favoritos de Steinbeck y Faulkner, y ahora de Bradbury. Está claro que no es posible seguir más tiempo sin leerlo.
Crónicas marcianas es todo; hay personajes y relatos de todos los tonos, y de todas las gamas de grises en valores y en esperanzas. Podemos “ver” en las expediciones a Marte: la colonización en Africa, la conquista del oeste, la destrucción de los nativos, el enamoramiento de muchos ante las nuevas culturas, los que defienden al que estaba allí, los que arrasan. Bradbury trae la esclavitud a uno de sus capítulos, el racismo del sur de Estados Unidos, pero también la indiferencia ante pueblos diferentes a los nuestros. Aparece la ecología, la extinción de la cultura, el matrimonio, la belleza perdida de las civilizaciones que pasaron, las enfermedades mentales, la necesidad de pertenencia, el amor, la fe, la admiración o miedo ante lo nuevo…Es curioso y brillante este ejercicio literario de Bradbury con cohetes que van y vienen, que fracasan o aplastan…no sé qué temas no trata, Bradbury tenía que tener todo en su alucinante universo mental. Su percepción del mundo y la empatía con la historia presente y pasada es evidente, de esa forma cada relato surge con ligereza y facilidad. Imprescindible.

Nunca me gustó la Ciencia-Ficción y no estoy acostumbrado a leer libros de relatos. Y resulta que Crónicas Marcianas de Ray Bradbury es un libro de relatos de Ciencia-Ficción y me ha parecido una auténtica maravilla, de lo mejor del año, sin duda.
Leí el año pasado Fahrenheit 451 y me gustó menos de lo que esperaba, pero con este libro he acabado fascinado. Ray es capaz de tratar las miserias de la civilización humana con toques tragicómicos que divierten y asustan a partes iguales.
Muy recomendable este libro, y el poso que deja en el lector

Un libro raro, compuesto de relatos que en su momento se publicaron sueltos pero que tienen continuidad argumental.No es ciencia ficción al uso, el trasfondo es una crítica a la humanidad. Tengo la impresión de que la historia es exportable a cualquier tipo de colonización hecha por humanos. Cambia la tecnología y la época y podríamos hablar de la colonización de América o del reparto de Africa del siglo XIX.Obra pesimista con la capacidad de hacer el bien de los humanos. Incluso los bienintencionados no son conscientes de que sus deseos pueden llevar a la extinción a otras razas o seres.Libro escrito en un periodo negro en cuanto a libertades de la historia de Estados Unidos: Persecuciones políticas, racismo salvaje. Todo eso se ve reflejado en la historia.Con todo, la parte ci-fi , con esa reconstrucción de la vida marciana y los asentamientos pioneros, es lo mejor de la novela.

Sin duda es una obra maestra, pero no soy imparcial, Ray Bradbury es uno de mis autores favoritos y la ciencia ficción, el género, conocí a Bradbury a través de “Chicho” Ibáñez Serrador y su espléndida serie de TV de los años 60 “Historias para no dormir” donde realiza una adaptación de “El cohete” y la “La espera”.

“Crónicas marcianas” consta de relatos cortos que pueden ser leídos de forma independiente, aunque el conjunto de ellos da sentido a toda la trama sobre la conquista y colonización del planeta Marte, Bradbury se adelanta a su tiempo tal y como lo hicieron otros escritores como Julio Verne y aunque es cierto que en pleno siglo XXI aún no hemos colonizado Marte, es un proyecto que ya está sobre la mesa.

Aunque es una historia de ciencia ficción, el fondo de los hechos es universal relacionados con el comportamiento del ser humano y la sociedad que sigue estando presente en nuestro tiempo sobre la ambición y los sueños de conquista, la destrucción del medio ambiente y la guerra y de como somos capaces de destruir una cultura y una civilización ya establecida en el planeta por sus habitantes originarios, los marcianos.

La gran capacidad de Bradbury para contar historias nos hace sentir en el propio plantea rojo y ser cómplices de los sucesos que a lo largo de los distintos relatos se van sucediendo donde se reflejan las inseguridades del ser humano, sus miedos y el papel de la religión y de cómo podríamos, en el caso de contar con una segunda oportunidad, repetir los mismos errores que lo llevaron a abandonar la Tierra, la autodestrucción del hombre está presente por su capacidad de generar guerras.

En 1980 se llevo a la pequeña pantalla en una miniserie de tres episodios protagonizada por Rock Hudson y una extraordinaria banda sonora de Stanley Myers bastante fiel al libro de Ray Bradbury y que puede complementar al libro una vez leído.

“Nosotros, los habitantes de la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar las cosas grandes y hermosas.”

Las historias de terrícolas y marcianos que aquí se cuentan me recordaron a algo que dijo Juan José Millás acerca del libro que había escrito con Juan Luis Arsuaga, “La vida contada por un sapiens a un neandertal”: «Yo siempre he fantaseado con la idea de que los neandertales eran la especie humana que debería haber sobrevivido, en vez de los sapiens. Siempre he pensado que el neandertal era bondadoso, ingenuo y sentimental, mientras que el sapiens era retorcido y solo pensaba en sus intereses». En definitiva, que en aquella guerra ganamos los malos, igual que en la inmensa mayoría de las guerras que han acaecido a lo largo de toda nuestra historia conformando al hombre presente y presagiando al hombre futuro que acabará con esta sucesión de fatalidades con el gran desastre definitivo y fatal.

“Fuimos y somos todavía un pueblo extraviado.”

La lectura, relectura en realidad, de estas crónicas ha sido una experiencia magnífica, muy superior a la que tuve en su día, siendo yo muy joven, quizás porque a estas alturas de la vida ya no me molesta tanto esa relevancia que el autor otorgó al declive de la religión y a la pérdida de la fe (algo muy cuestionable, en todo caso, tanto en su tiempo como en el nuestro) como causa del desastre en el que se había convertido nuestra existencia (si es que alguna vez fue otra cosa).

“Quisimos derribar a Darwin, Huxley y a Freud, pero eran inconmovibles. Y entonces, como unos idiotas, intentamos destruir la religión…Lo conseguimos bastante bien. Perdimos nuestra fe y empezamos a preguntarnos para qué vivíamos. Si el arte no era más que la derivación de un deseo frustrado, si la religión no era más que un engaño, ¿para qué la vida? La fe había explicado siempre todas las cosas. Luego todo se fue por el vertedero, junto con Freud y Darwin.”

También pudiera ser que aquellas tres estrellas que le di se debieran a la rabia que sentí ante ese último relato, totalmente prescindible para mí por esperanzador, que no por malo. Ojalá me equivoque. del resto, destaco los de “Ylla” o “Aunque siga brillando la luna”, el humor de “Los hombres de la Tierra” o “Los pueblos silenciosos”, y, por encima de todos ellos: “Un camino a través del aire”.

“Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los Peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, enterrar algo o alejarse de algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños.”

Creo que una obra como Crónicas marcianas necesita poca presentación. Bradbury nos presenta a lo largo de 26 relatos cómo sería la llegada de los humanos a Marte mientras ambos mundos sufren la decadencia propia de la especie. Pero presentar un libro tan bello, tan genialmente escrito de forma tan sencilla es muy simplista de mi parte y no le hace honor a lo que es la obra en sí, así que mejor iré por partes.

Lo primero que resulta curioso del libro es que no es una novela, ni una antología de relatos. Según el mismo Bradbury sus Crónicas marcianas son una novela en forma de relatos. Es así como nos encontramos con 15 cuentos extensos y 11 cortos que tratan de hilar la crónica sobre la “conquista” de Marte. Los cuentos no están hilados entre sí y se pueden leer de forma independiente, pero sin duda muchos de ellos cobran otro sentido cuando se leen en corridilla.

Es un libro que está bellamente escrito y que rompe con el molde del género de su época. En él abundan las descripciones con poética y una visión melancólica de Marte, sus habitantes y de la sociedad americana. Sobre este panorama Bradbury se permite tratar temas tan propios de la humanidad como la guerra —motivo por el cual la Tierra se vuelve inhabitable en su obra—, el impulso autodestructivo de la humanidad, el racismo y lo efímero de la existencia humana a una escala universal.

Crónicas marcianas es una obra que propone revertir la típica escena de los humanos como víctimas de una invasión extraterrestre o como los grandes pacificadores del universo y extrapola toda la naturaleza del humano a una escala planetaria. Acá estamos lejos de las escenas de la Guerra de los mundos y de cualquier otra visión de justicia intergaláctica tan propia del género en su era dorada. En cambio, nos encontramos con una obra elegante que juega con nuestra psique, que muestra la visión marciana de la vida y que nos hace decir “lo peor de nuestra esencia también nos acompañaría fuera del planeta”.

Aunque los relatos se encuentran en momentos diferentes y tienen protagonistas diferentes, hay momentos claves en los cuales se desarrollan. Es así como nos encontramos con la primera, segunda, tercera y cuarta expedición, los humanos viviendo en Marte y la Gran Guerra y los estragos de esta fuera del planeta Tierra. En estos escenarios veremos como los marcianos van encontrando su ocaso en su planeta mientras los humanos van en auge en un planeta que tenía todo lo que necesitaban para seguir con sus vidas, a pesar de ellos mismos.

Si bien todo lo que cuenta el libro es propio de la Ciencia ficción, a Bradbury no le gustaba encasillar su libro dentro del género. Él sentía que estaba más cercano a la fantasía, pues trata de lo que no puede ser; como los mitos. Ver el libro desde esta perspectiva es inquietante y permite verlo un poco más desnudos, ofrece la oportunidad de detenerse a pensar en lo propio de los humanos como algo arraigado en nosotros mismos y que, como lo muestra Bradbury en su libro, nos acompañaría a cualquier lugar donde vayamos; así queramos imaginar otro escenario.

Del libro hay dos cosas que siempre me han llamado mucho la atención. La primera es la forma en la que Bradbury usa los cohetes —aquellas bestias de acero imponentes que se izan hacia el cielo con ganas de conquistar el universo— como compás del cambio. Cada vez que emergen en los cuentos algo va a cambiar, la nostalgia se hará latente y perderemos algo como humanos. Resulta paradójico que un símbolo del intelecto humano sea también el emblema de la pérdida. Lo otro que me llama la atención es la forma en la que Bradbury nos plantea la cuestión del pecado fuera del planeta y cómo se debería afrontar el tema. Es muy curioso que estos temas afloren en una obra del tipo, pero sin duda serían cosas que se pondrían sobre la mesa si nos encontráramos ante una situación del tipo. Prefiero no imaginar qué argumentos se usarían para defender algo del tipo llegado el momento.

Para mí, Crónicas marcianas es un libro que no te deja igual luego de leerlo. Es un libro que tiene una poética bellísima, que deja inquieto y que da pie para pensar muchas cosas sobre nuestra especie. Es un libro escrito para todos, que más allá de estar encasillado dentro del género de la Ciencia ficción merece tener un lugar especial en cada biblioteca del mundo. Es la mejor puerta de entrada al género y la mejor forma de conocer a alguien tan genial como el gran Ray Bradbury.

Reseña: Crónicas marcianas, de Ray Bradbury.

🚀Hoy volvemos con otro clásico y además de ciencia ficción, últimamente parece que soy un poco monotemático pero os prometo que solo ha coincidido en estas últimas lecturas!

🚀Crónicas marcianas es el segundo libro que leo de Ray Bradbury, después de El árbol de las brujas, el cual me encantó y os lo recomiendo muchísimo!!

�n este caso su apuesta por la ciencia ficción no me ha gustado tanto como debería. Obviamente me pareció mil veces mejor que las novelas de Philip K. Dick, pero puede ser porque llevaba las expectativas muy altas o porque me olvidé de que sigue siendo un clásico, y como todas las novelas de este género suele tener su parte pesada o densa.

�n mi opinión Crónicas marcianas es un libro que va de más a menos y después a más nuevamente.

🚀La novela nos narra crónicas o relatos sobre la colonización de marte por parte de los humanos, con todas las consecuencias y contratiempos que conlleva.

🚀Los primeros relatos (alrededor del primer tercio del libro) me parecieron muy muy chulos!! Por otro lado el final también mola bastante, pero es la parte central la que se hace un poco pesada.

�ún así os lo recomiendo bastante, es uno de los clásicos imprescindibles de la ciencia ficción y si bien la novela no es tan original como las de Dick, os puedo asegurar que gana en cuanto a narración y en la parte escrita.

Crónicas Marcianas un conjunto de 25 relatos independientes que, valga la redundancia, serían las crónicas de la conquista humana de Marte, si el planeta estuviera habitado.
Bradbury nos presenta los escenarios más variados; paisajes inimaginables, desesperación, racismo, revolución,huída, violencia, amor, frustración, desapego por sí mismo y por los demás, miedo a todo e incertidumbre. También tenemos acción, cacerías, discusiones, tardes en familia y más, todo lo que uno se puede imaginar que es afectado cuando una persona deja todo lo que conoce para enfrentarse a lo desconocido y a la vez, cómo una persona afronta la presencia de extraños en su tierra, arrasando con todo.

Disfruté muchísimo Crónicas Marcianas, pude conectar con las emociones evocadas en los relatos, sobre todo la desesperación, nostalgia y sentido de pérdida. Fue una experiencia de lectura diferente, a pesar de la intensidad fue rápido de leer, ya que Bradbury deja en claro en este libro que se puede escribir de otro planeta sin la necesidad de caer en el puntillismo de los detalles que a veces diluyen las historias.

Si estás buscando algo tranquilo pero diferente y te gusta la ciencia ficción este libro seguramente sea de tu agrado