Creo que una obra como
Crónicas marcianas necesita poca presentación. Bradbury nos presenta a lo largo de 26 relatos cómo sería la llegada de los humanos a Marte mientras ambos mundos sufren la decadencia propia de la especie. Pero presentar un libro tan bello, tan genialmente escrito de forma tan sencilla es muy simplista de mi parte y no le hace honor a lo que es la obra en sí, así que mejor iré por partes.
Lo primero que resulta curioso del libro es que no es una novela, ni una antología de relatos. Según el mismo Bradbury sus
Crónicas marcianas son una novela en forma de relatos. Es así como nos encontramos con 15 cuentos extensos y 11 cortos que tratan de hilar la crónica sobre la “conquista” de Marte. Los cuentos no están hilados entre sí y se pueden leer de forma independiente, pero sin duda muchos de ellos cobran otro sentido cuando se leen en corridilla.
Es un libro que está bellamente escrito y que rompe con el molde del género de su época. En él abundan las descripciones con poética y una visión melancólica de Marte, sus habitantes y de la sociedad americana. Sobre este panorama Bradbury se permite tratar temas tan propios de la humanidad como la guerra —motivo por el cual la Tierra se vuelve inhabitable en su obra—, el impulso autodestructivo de la humanidad, el racismo y lo efímero de la existencia humana a una escala universal.
Crónicas marcianas es una obra que propone revertir la típica escena de los humanos como víctimas de una invasión extraterrestre o como los grandes pacificadores del universo y extrapola toda la naturaleza del humano a una escala planetaria. Acá estamos lejos de las escenas de la Guerra de los mundos y de cualquier otra visión de justicia intergaláctica tan propia del género en su era dorada. En cambio, nos encontramos con una obra elegante que juega con nuestra psique, que muestra la visión marciana de la vida y que nos hace decir “lo peor de nuestra esencia también nos acompañaría fuera del planeta”.
Aunque los relatos se encuentran en momentos diferentes y tienen protagonistas diferentes, hay momentos claves en los cuales se desarrollan. Es así como nos encontramos con la primera, segunda, tercera y cuarta expedición, los humanos viviendo en Marte y la Gran Guerra y los estragos de esta fuera del planeta Tierra. En estos escenarios veremos como los marcianos van encontrando su ocaso en su planeta mientras los humanos van en auge en un planeta que tenía todo lo que necesitaban para seguir con sus vidas, a pesar de ellos mismos.
Si bien todo lo que cuenta el libro es propio de la Ciencia ficción, a Bradbury no le gustaba encasillar su libro dentro del género. Él sentía que estaba más cercano a la fantasía, pues trata de lo que no puede ser; como los mitos. Ver el libro desde esta perspectiva es inquietante y permite verlo un poco más desnudos, ofrece la oportunidad de detenerse a pensar en lo propio de los humanos como algo arraigado en nosotros mismos y que, como lo muestra Bradbury en su libro, nos acompañaría a cualquier lugar donde vayamos; así queramos imaginar otro escenario.
Del libro hay dos cosas que siempre me han llamado mucho la atención. La primera es la forma en la que Bradbury usa los cohetes —aquellas bestias de acero imponentes que se izan hacia el cielo con ganas de conquistar el universo— como compás del cambio. Cada vez que emergen en los cuentos algo va a cambiar, la nostalgia se hará latente y perderemos algo como humanos. Resulta paradójico que un símbolo del intelecto humano sea también el emblema de la pérdida. Lo otro que me llama la atención es la forma en la que Bradbury nos plantea la cuestión del pecado fuera del planeta y cómo se debería afrontar el tema. Es muy curioso que estos temas afloren en una obra del tipo, pero sin duda serían cosas que se pondrían sobre la mesa si nos encontráramos ante una situación del tipo. Prefiero no imaginar qué argumentos se usarían para defender algo del tipo llegado el momento.
Para mí,
Crónicas marcianas es un libro que no te deja igual luego de leerlo. Es un libro que tiene una poética bellísima, que deja inquieto y que da pie para pensar muchas cosas sobre nuestra especie. Es un libro escrito para todos, que más allá de estar encasillado dentro del género de la Ciencia ficción merece tener un lugar especial en cada biblioteca del mundo. Es la mejor puerta de entrada al género y la mejor forma de conocer a alguien tan genial como el gran
Ray Bradbury.