Los crímenes de la carretera

En ocasiones hay libros que nos llevan en un verdadera montaña rusa, esto fue para mi este libro.

🔪 Es triller escrito a 4 manos, no conocía los autores, pero llegaron a mi y me gustó la historia, puede ser por el tema psiquiátrico, por la forma cruel de matar o simplemente por ser ese cuento donde los médicos desde su palestra de ser dioses logran transformar la mente humana y crear enfermedades psiquiátricas en personas mentalmente débiles.

🔪 Es una historia donde cada capítulo dudas de quien es el verdadero asesino, pero también te deja claro que el asesino sufre de trastorno disociativo de la personalidad, pero solo al final logras saber quien es y porqué lo es.

🔪 En este libro también encuentras esas relaciones familiares complejas, absurdas pero reales, y al final alcanzas a dimensionar aún más la maldad del ser humano, que se hace más cruel al utiliza un saber en arma para crear maldad y destrucción.

En este libro vas a encontrar capítulos cortos pero de gran frenesí y también por momentos demasiados lentos que te hacen dudar en seguir la historia.
Fue un libro del club de lectura donde se puede decir que 90% de los integrantes no lo leyeron, pero a mi me logro enganchar y disfrutar mucho.

Cada nueva historia nos deja algo de conocimiento y cuestionamientos sobre la sociedad y el mundo.

Tenía ganas de volver a leer al autor ya que la trilogía de El cuarto mono me gustó muchísimo.
Me reafirmo en lo que pensé con los otros, este señor está fatal de la chola, ¡menudas maravillas escribe!

La forma en la que tiene de hacerte dudar en cada momento de quién es quién, quién ha hecho qué, quién tiene razón… va dándole la vuelta todo el rato y cuando piensas que ya está todo claro… ¡ZAS! estabas equivocado.

Personajes muy bien construidos; una lectura ágil y entretenida que no te dejará despegar los ojos de ella como ya nos tiene acostumbrados.

Reseña en IG @angela.lectoravoraz

A Michael y Megan Fitzgerald, los une mucho más que el ser hermanastros, ambos son el refugio del otro, dentro del horror que han vivido desde pequeños. Su pesadilla está lejos de acabarse al ser adoptados por una pareja de reconocidos psiquiátrias, esto solo hará de sus vidas un infierno.
Un día Michael descubre en su bañera el cadáver de una chica, que jura no haber visto en su vida -argumento con el que la policía no está de acuerdo-, pues hay suficientes pruebas que desmuestran lo contrario. Aunque esto, no acaba ahí, porque la policía lo ve como responsable de una larga lista de asesinatos.

Estamos antes un thriller psicológico con todas las letras. Jugará con tu mente desde el comienzo del libro hasta el final. Y por mucho que creas conocer las respuestas, la historia te irá desmontado cada teoría que te puedas haber creado. Porque en este libro nada ni nadie es lo que parece.

La historia logra engancharte desde la primera página, como poco a poco te da dando pequeños datos para ir resolviendo el misterio, mientras que la intriga se mantiene. También facilita la lectura que los capítulos sean súper cortos; algo que agradezco y mucho en los libros. Es de ayuda teniendo en cuenta que tiene seiscientas veinte páginas.

Sabéis el típico un capítulo más y cuando te quieres dar cuenta llevas cien páginas leídas del tirón, pues eso es lo que me ha pasado con este libro. Exceptuando cuando iba llegando al final, que me leí más de doscientas páginas en un día porque no podía parar de leer, la tensión se eleva al máximo y cobra un ritmo frenético.

Si bien es cierto que el libro te engancha casi desde la primera página, había momentos que se me hacía algo más lentos. Agradezco cuando la historia está narrado a varias voces, y en está ocasión también es un acierto, pero había veces que me interesaba más leer los puntos de vista de los principales protagonistas. Y en ocasiones sentía como la trama se complicaba de una forma, que me resultaba algo confuso seguirle el hilo.

Lo recomiendo si eres un amante de los thriller psicológicos porque este seguro que te gusta, lleva a la perfección lo de jugar con tu mente.

He leído este libro ya que fue una propuesta para este mes en uno de los clubs de lectura en los que estoy. Sino es obvio que yo nunca lo hubiese elegido, no me gustan las novelas policíacas, perdonadme la vida, pero soy así.

A pesar de ello, no me queda más remedio que darle las 4 estrellas porque, no gustándome este género, me tuvo metida entre sus páginas de principio a fin.

En este caso el libro, desde mi punto de vista, tiene varios puntos a su favor, los cuales son:

- Está compuesto de capítulos breves, tan breves que no da pereza empezarlo y darle una oportunidad. Lo mejor es que a pesar de su brevedad están perfectamente narrados, ni les sobra ni les falta información.

- Es obvio que todos los autores pretenden guiarnos por un lado para después hacer un cambio de giro drástico en el final y sorprendernos. En este caso, efectivamente lo han logrado, al mismo tiempo que el lector no se siente totalmente engañado por los datos, ya que una parte de la historia la puedes ir hilando fácilmente obteniendo tu recompensa del "lo sabía" junto el asombro del giro final.

- Se le coge cariño a sus personajes principales, pero es una relación de amor-odio porque por un lado te preocupas por ellos, pero por el otro desconfias de ellos hasta decir basta.

- A pesar de ser un libro bastante gordito (más de 600 páginas) se lee con mucha facilidad gracias a la redacción de los capítulos.

Y ahora viene el gran contra y el mega SPOILER!! ¿O tal vez no? de todos modos si has llegado hasta aquí y no has leído o terminado el libro no leas está parte. Estás avisado!!

SPOILER ALERT! SPOILER ALERT!

Lo único que hizo que no le diese las 5 estrellas fue el epílogo del libro, ese fenómeno Resines, en el que los Serrano fue un sueño, está ya muy visto y sobre todo odiado, pero ¿y el "doble Resines"? No wey, lo siento. Eso sí que no te lo compro.

J.D. Barker y James Patterson se unen para obsequiarnos con esta novela a cuatro manos en la que se reconoce perfectamente la maestría del primer autor para confundirnos y hacernos creer que sabemos lo que sucede y de pronto, ¡pam!, ponernos del revés. No he leído a Patterson por ahora, quizás me anime para ver qué hay suyo en este relato.

Es un thriller entretenido, disfrutón, que te mantiene intrigada hasta el final. La narración alterna los puntos de vista de varios personajes, el supuesto criminal, una inspectora del FBI, un detective de Los Ángeles (donde la historia se inicia) y una declaración por escrito de la hermana del supuesto asesino. Y nada es lo que parece, ya lo veréis.

Contadme qué os parece si os animáis con él.

Michael Kepler es acusado del asesinato de una mujer y aunque todas las pruebas apuntan a que esto es cierto, él no recuerda absolutamente nada de lo que pasó. La policía mientras más investiga llega a la conclusión de que Michael Kepler es un asesino en serie que deja una pluma de gorrión en cada escena del crimen pero él está seguro de que todo es mentira.
El libro está narrado desde varios puntos de vista, el de Michael, su hermana Megan y los policías involucrados en el caso y todos son importantes, pues vamos avanzando en la historia a través de la unión de las piezas de hechos que ocurren de forma paralela. Cada capítulo tiene muy pocas páginas pero no hay alguno en donde no se descubra algo nuevo y el lector siente la misma confusión que los personajes del libro, pues cada vez hay más preguntas. Cuando uno piensa que ya está armando los hechos y empieza con teorías, los autores revelan datos que te hacen dudar si estás en lo correcto y tienes que redireccionar todo.
Al igual que en el libro de El cuarto mono, el ritmo nunca decae y les aseguro que el final no los va a defraudar. Quedé shocked. Y hablando del final, lo único por lo que le puse 4.5, es porque resulta algo abierto y aunque yo llegué a mis propias conclusiones, no me gusta que me dejen con la espinita de la duda xD.
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J.D. Barker me conquistó hace unos años con su trilogía El cuarto mono y su novela Drácula, el origen que escribió junto a Dacre Stoker. Parece que el autor le ha cogido el gusto a esto de coescribir sus trabajos y en esta ocasión en su nuevo trabajo cuenta ni más ni menos que con uno de los autores de más vendidos del género James Patterson.
Lo primero que os diré es que Los crímenes de la carretera es un auténtico thriller psicológico lleno de giros y violencia que no da tregua al lector. Una novela de más de 600 páginas que apenas me ha durado 4 tardes.
Y es que la premisa de la que parte la historia es de lo más interesante. El joven Michael después de un largo día de trabajo como camionero, llega a su casa y encuentran a una joven asesinada en la bañera. Junto a ella, una pluma de gorrión. Desesperado llama a su hermana Megan contándoles lo que ha sucedido. Aparentemente Michael no conoce a la chica asesinada pero las pruebas demuestran todo lo contrario, en el apartamento de la joven aparecen numerosas fotografías que demuestran que tuvieron una relación.
A partir de aquí conoceremos todos los entresijos de la vida de los dos jóvenes protagonistas que verán cómo su vida cambió de la noche a la mañana tras conectar este caso con otra serie de asesinatos sin resolver que lleva de cabeza a la policía desde hace varios años. Además, seremos testigos de toda una completa y compleja investigación criminal junto al equipo de policías, dirigida por los agentes federales Dobbs y Gimble.
¡Y no puedo desvelaros mucho más de la historia por si decidís leerla!
En líneas generales es una novela que me ha gustado de principio a fin, ha conseguido marearme de un capítulo a otro. Los autores lo ponen todo patas arriba en esta historia.
El lenguaje es muy fluido, cinematográfico. En todo momento, me ha pareció que estaba viendo una buena película de investigación policial. Además, sus capítulos cortos y un ritmo bien marcado consiguen que las páginas vuelen.
Sus personajes están muy bien construidos, con unos perfiles muy bien dibujados. El autor vuelve a plasmar las más complejas personalidades en esta nueva novela.
La historia está cargada de giros psicológicos que ha hecho que incluso tuviera que releer algún capítulo para ver qué es lo que realmente ha pasado. Por ponerle un pero, en el final hay una parte que no me ha llegado a convencer del todo, ya que existe un giro en la trama demasiado rebuscado, pero no desmerece en absoluto al resto de la novela.
Sin duda se los recomiendo a todos los amantes del género, en especial a aquellos que disfrutan de los thrillers psicológicos con una buena carga de acción. Una vez más, J.D. Barker me sorprende gratamente, siendo para mi uno de los escritores del genero más prometedores del momento.
NOTA: 4/5


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Hoy os vengo a hablar de un libro que ha sido para mi una enorme decepción, “Los crímenes de la carretera”. Escribo esto llena de pena porque soy una fan loca de la trilogía de ‘El cuarto mono' y por eso, esperaba con ansias lo nuevo de su autor.

Michael Fitzgerald encuentra a una joven muerta en su bañera a la que no conoce de nada. Cuando la policía lo investiga, parece quedar claro que mantenían una relación. A pesar de estar detenido, irán apareciendo víctimas con un punto en común, una pluma de gorrión junto al cuerpo. También tendrá protagonismo la hermana de Michael, ambos fueron adoptados por una pareja de psiquiatras. El punto de partida del argumento es más complejo y no quiero destripároslo. Pero os aseguro que prometía muchísimo…

Entonces, ¿qué ha pasado? Pues me he encontrado con una historia inverosímil a más no poder y personajes que rozan lo esperpéntico, pero, sobre todo, donde el autor repite ciertos recursos de la trilogía (que no detallo por si aún no la habéis leído) pero que consiste en tener al lector engañado y haciéndole dudar de lo que está pasando constantemente. Sin embargo, en esta ocasión, lo he visto venir demasiado rápido y claro,… me pareció que estaba ante más de lo mismo.

En ningún caso diré que es un libro aburrido, hay alternancia de narradores, de presente con recuerdos y ¡no paran de pasar cosas ni un momento! Tantas… que a veces no sabes muy bien que está pasando, ahí desde luego hay que reconocer que el autor sabe jugar al despiste. No lo abandoné porque tenía curiosidad de conocer el final pero este tampoco me convenció para nada, tiene un punto sorprendente pero sumamente inverosímil (en mi opinión, insisto) y otra parte que se veía venir de lejos.

He visto opiniones buenísimas de este libro, por ello no quiero desanimaros a su lectura, si os atrae la sinopsis, ¡dadle la oportunidad! Yo por mi parte, me quedo con la trilogía del ‘Cuarto Mono'.

Al principio el libro me tenía enganchada, con un ritmo trepidante y vertiginoso, lleno de asesinatos, persecuciones...
Hacia la mitad se empezó a desinflar. Que casi pareciese resuelto, me hizo perder interés y tanto tiroteo me dejó cao a mí también.
Aunque la idea que me hacía del asesino me parecía una historia bastante usada, el último tercio volvió a engancharme.
El giro final me parece muy precipitado (se resuelve en muy pocas páginas) y que está cogido por los pelos. Siendo difícil volver a analizar todo lo ocurrido en el libro bajo esa perspectiva, no queda otra que creer lo que el autor escribió, y puede resultar creíble, aunque a mí me da la sensación de que hay cosas que no cuadran, o hay que hacer encaje de bolillos para que todo tenga sentido. Esto encaja con una frase del libro, “Hay ocasiones en que lo único que separa lo falso de lo cierto es la percepción”.
Es el primero que leo de este autor, y aunque a mí por momentos se me hizo eterno, reconozco un gran trabajo de planificación, de hacerme creer una cosa para terminar siendo otra, dar la sensación todo el libro de que estaba todo resuelto para dar un giro final sorprendente, y que las piezas, más o menos, encajen con la versión que uno se imagina y la que resulta al final.
Mi valoración es 7/10

Un libro apasionante, que te atrapa desde la primera página y que no puedes dejar de leer por nada del mundo. La historia te atrapa de tal modo, que incluso cuando llegas al final estás deseando que siga, que no pare.

El autor, como ya nos ha enseñado en su trilogía de El cuarto mono, nos maneja como quiere, juega con nuestra mente como un niño con una pelota. Cuando nos decidimos por una teoría da un bandazo y se va al traste y así continuamente.