Persuasión

Prácticamente un día me ha durado la lectura de Persuasión, empecé a leerlo pero por varios motivos ajenos a la novela, tuve que pausar su lectura. Ayer la retomé por la mañana y la terminé por la noche.
El principio es muy lioso con los nombres, los títulos y las posiciones sociales de cada uno.
Yo dividiría la lectura en tres partes:
La primera sería una introducción de los personajes, como son, su posición social y la posición que ocupa en el organigrama de la novela, me ha gustado esta parte.
La segunda parte, es muy lenta, lo normal en las novelas de Austen, aunque me ha parecido más entretenida que Mansfield Park que esa sí me resultó muy, muy lenta.
La tercera parte coge ritmo y no pude soltarla hasta acabarla, hay muchísimo salseo, típico también en sus novelas, pero es genial como lo hace, típicamente inglesa, los enredos, las manipulaciones, los pensamientos de cada personaje, me encanta.
No será mi novela favorita de Austen, pero me ha encantado.

En una sociedad inglesa de principios del siglo XIX vive Ana Elliot, una mujer soltera de 27 años que ve como se va marchitando su vida, su juventud, sin poder encontrar un buen esposo. En el condado de Somerset, reside con su padre y sus dos hermanas Mary y Elizabeth. Tras la desgracia de perder a su madre, fue Elizabeth quien asumió todas las responsabilidades, pero a pesar de su buena administración, la familia se lleno de deudas, viéndose obligados a tener que alquilar su hogar Kellynch Hall y mudarse a una casa mas pequeña en Bath, en el sudoeste de Inglaterra. Pero lo que Ana no imagina es que los nuevos inquilinos serán parientes directos de Frederick Wentworth.

Ocho años antes, Ana se enamora de Frederick Wentworth, un joven sin mucho prestigio social que quiere casarse con ella, pero su familia se opone, persuadiéndola para que rechace ese matrimonio poco conveniente. Ahora, se vuelven a encontrar, pero Frederick ya nos es un joven humilde, si no una persona adinerada y con poder social.

La novela esta contada en tercera persona y se centra en el punto de vista de Ana Elliot, pero eso no evita que conozcamos una cantidad considerable de personajes secundarios, todos ellos muy bien desarrollados. La lectura es muy fluida, aunque reconozco que al principio me desoriente un poco. El amor y el matrimonio son los hilos conductores de esta trama, pero también habla de otros temas como la importancia de la condición social en la época, el orgullo o la soberbia.

En definitiva, Jane Austen consigue con esta novela emocionarnos hasta la medula. Una historia real sobre el amor y las segundas oportunidades. Una novela perfecta inspirada en la época de la Regencia.
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Su heroína no es ya una muchacha en trance de aprendizaje sino una mujer en su madurez. Una mujer que "había dejado atrás la edad de ruborizarse; pero no, desde luego, la de las emociones"; y que ahora, ocho años después de haber rechazado persuadida por un mal consejo, al hombre que amaba, ve cómo éste reaparece en su vida, rico, honorable, pero aún despechado. Una mujer que, quizá por primera vez en la historia de la novela, debe luchar para que el amor le conceda una segunda oportunidad.

Amor, vanidad, caprichos, fortuna, codicia, soledad y arrepentimiento. Jane Austen es capaz, una vez más de resaltar facetas del ser humano que salen a relucir en cualquier historia de amor. Describe de forma certera, el carácter de las personas de la época y te lleva a analizar el comportamiento que tomamos en nuestro diario vivir, con respecto a las personas que nos rodean.

La flaqueza de carácter que tuvo la protagonista a los 19 años, se ve corregida con el paso inevitable del tiempo, quien le aporta madurez e independencia a sus decisiones.

 

Particularmente amo Orgullo y Prejuicio, y si bien son dos narrativas muy distintas, logré encariñarme con la trama. al inicio se me hizo un poco denso con las descripciones familiares, e introducción del lugar; luego las cosas se comenzaron a tornar más interesantes.
Pensé encontrarme con una novela un tanto pícara, con ese toque drama-cómico que en Orgullo y Prejuicio pero por el contrario descubrí una novela con un tinte más serio, sin perder alguna que otra nota graciosa.
Me gusta como se desarrollaron los personajes, tanto de Anne como de Frederick.
Es una novela para los amantes de la escritura de Jane, para los que buscan libros ambientados en la época y también que no sean extremadamente románticos ya que muchas cosas se tratan además de la historia entre sus protagonistas.

Muy destacable me parece el tipo de amor que vemos y sentimos al leer esta historia. Esa clase de amor inocente, ingenuo, puro, tan conciso y real que ni el tiempo ni otros factores externos pueden acabar con él. Para quienes están cansados de leer clichés de relaciones modernas, les recomiendo que den a este libro una oportunidad. Quizás al principio puede tornarse un poco pesado por la introducción a los personajes, la época y costumbres, pero a medida que la lectura avanza, se vuelve mucho más llevadera y ligera. Fiel al estilo de Austen, podemos encontrarnos con desencuentros entre los protagonistas, malinterpretaciones, situaciones ambiguas pero al final... siempre queda una moraleja digna de ser entendida y aplicada en la vida de cada uno. Es la última novela de Jane, se publicó después de su muerte en 1818, y a pesar de la época, hay ciertas situaciones en las relaciones humanas que son atemporales y siguen sucediendo. Los invito a leer esta historia y averiguar cuáles son 😉

Nunca me había sentido tan identificada con un personaje hasta llegar a Anne Elliot, disfruté de sobremanera leer sobre sus anhelos y preocupaciones.
El ritmo del libro es ágil, aunque debo admitir que pasando un poco la mitad se me hizo algo lento pero lo compensa llegando a los capítulos finales.
Es una historia familiar, repleta de personajes odiosos como adorables que te llegan al corazón antes de que lo notes. También es un libro que hay que leerlo con paciencia para disfrutar con cada uno de los detalles que la autora puso en sus páginas.

En Persuasión nos encontramos con una familia un tanto peculiar, formada por el padre y tres hijas. El padre es un señor vanidoso, pomposo y con el ego muy grande. Su hija Elizabeth es similar a él, su hija Mary es una hipocondríaca, inmadura e insoportable, pero, en cambio, su hija Anne es lo mejor que ha dado esa familia, es humilde, bondadosa, tierna y muy madura.

Anne solo cuenta con el beneplácito y el cariño de Lady Russell, amiga de la familia y una madre para ella.

Como en toda obra de Jane Austen, el amor está ahí revoloteando alrededor de los personajes pero, en esta ocasión, hay muchos enredos que hacen que el lector no adivine cómo va a acabar la historia, ni sepa quién va acabar con quién.

Es una historia que, a pesar de que ha habido momentos en los que me sentía perdida entre tanto apellido, cargos militares y parentescos, he disfrutado mucho de ella.

A la mayoría de los personajes les he odiado pero merece la pena leer esta obra por conocer a Anne Elliot, la superheroína de esta novela. Anne me ha parecido de los mejores personajes creados por la autora, fuerte y con una personalidad muy madura que va evolucionando poco a poco y hace disfrutar al lector de cada escena en la que aparece.

Por último, la lectura de Sanditon ha sido extraña. Ha sido raro leer algo cuando sabes que te va a dejar a medias y, en esta ocasión, es una historia extremadamente descriptiva con algún toque irónico pero en su mayoría muchas descripciones y diálogos banales.
He disfrutado en algunos momentos pero otros muchos me ha aburrido un poco lo que narraba, aunque tenía pinta de que iba a mejorar bastante.

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Esperaba encontrar una narrativa tan ágil como la de Orgullo y prejuicio y la verdad, es que me ha decepcionado un poco. de sobra es probada la maestría de Austen para describir la psicología de los personajes como también su bien hacer a la hora de plasmar en unas sentenciosas frases situaciones y pensamientos que por su modernidad bien podrían estar acaeciendo en nuestros días. Todo eso me ha encantado del libro, pero el ritmo ha sido muy irregular y se me ha hecho aburrido en algunas partes.
Aún así, leeré más de la autora, ya que su prosa es garantía de calidad narrativa.

En esta última novela de Jane Austen antes de su muerte se refleja la evolución de sus protagonistas feministas conforme van pasando los años. En esta ocasión nos encontramos con Anne, una joven hija de un aristócrata que destaca por ser la ignorada de su familia. Sin ser la primogénita con derecho a heredar ni la pequeña caprichosa ya casada, Anne vive en una tierra de nadie en una casa en la que sus opiniones no se tienen en cuenta y nadie se preocupa por lo que sienta desde la muerte de su madre. Gracias que tiene a lady Russell que tiene predilección por ella sobre todas las hermanas por su cordura y su inteligencia, al menos tiene refugio en su casa y en sus palabras. Por eso no pone en duda su consejo de olvidar a Wenworth, con la excusa de que no era para ella al ser de baja clase social. Con los años, aprende a no mencionarlo pero cuando vuelve a oir hablar de los Wenworth su corazón da un vuelco. Intentará por todos los medios evitarlo, no encontrarse con él, retrasar el encuentro pero cuando este tiene lugar, se da cuenta que él tampoco tiene ningún interés en demostrar sus sentimientos del pasado. Sigue resentido por ese rechazo e intentará que nadie se dé cuenta de lo que pasó entre ellos. Pero poco a poco los sentimientos irán cambiando con la aparición de otros personajes como las señoritas Musgrove, el señor Benwick o el señor Elliot.

Una vez más es la historia de prejuicios y vanidad que, en un primer momento, pasa por encima del amor verdadero de dos jóvenes enamorados. Sin embargo, en esta ocasión no se centra en esa amor adolescente de los dieciocho años sino de dos adultos que se reencuentran diez años después de su romance. Ha pasado un tiempo pero el capitán Wenworth vuelve habiéndose convertido en un valorado capitán de la Armada inglesa y, por tanto, ya está a la altura de Anne al haber ganado una fortuna y tener un nivel social más alto. Sin embargo, no será tan fácil porque él sigue resentido y tratará de ignorarla centrando su atención en otras mujeres.

Aunque me ha gustado bastante, me ha recordado demasiado a otras novelas de Jane Austen como Orgullo y prejuicio, con una protagonista que tiene que convivir con una familia que no la valora lo suficiente, unas hermanas y un padre que sólo piensan en el aparentar o la idea de rechazar a un hombre por los prejuicios que se tienen de él. Me diréis que tampoco es tan negativo que sea similar a Orgullo y prejuicio y tendréis razón, pero para mía pierde parte de la gracia y el atractivo. Ahora bien, por supuesto que hay muchas diferencias entre las que destaca por encima de todo esa idea de mujer madura que busca una segunda oportunidad en el amor. Y destaca, por encima de todo, Anne Elliot, esa mujer inteligente que soporta los continuos desplantes de su familia, que sabe dirigir las quejas de su hermana pequeña y las discursiones que estas conllevan con su cuñado, sabe digerir los halagos de sus admiradores manteniendo la cabeza fría, sabe mantener el control de la situación cuando hay algún problema y sabe juzgar las personas de una manera libre de prejuicios.

Por esa razón, merece mucho la pena acercarse a esta historia de amor de Jane Austen, que supera sus arquetipos iniciales de familia rica e hija incomprendida para montar una historia de madurez, escuchar al corazón y no los consejos del resto, de aprender a perdonar y a perdonarse.
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