Se me ha quedado el cuerpo cortado, sabía lo que iba a leer, pero es que son unos hechos tan espeluznantes que no los he terminado de asimilar, y eso que lo terminé anoche. Escrito en primera persona desde la propia escritora, que escuchó sobre el asesinato de una chica de su ciudad cuando tenía 10 años, allá por los años 80 y ya de mayor decide informarse sobre ello y sobre alguno más que encuentra en su camino. Es la historia de 3 asesinatos de mujeres en Argentina, e n la misma zona, y para los que no ha habido justicia, culpable ni pena. Podría decirse lo mismo de miles de feminicidios sin resolver, que ocurren cada día en cualquier ciudad del mundo. Es un problema global que no tiene fácil solución, pero ante el que tenemos que estar unidos todos los demás, mujeres, hombres, jueces y fuerzas de seguridad. No puedo quitarme de la cabeza esa madre que dice a todos hasta la saciedad que esos huesos no son de su hija, y a la que, 20 años después, tras una prueba de ADN, se le da la razón. Como amante del true crime me ha gustado esta crónica. No es una lectura cómoda y la manera en que está narrado no entra a profundizar en los fallos cometidos durante las investigaciones, pero sí muy atrapante, aunque lo más duro de leer para mí han sido los testimonios de los familiares de las víctimas. Para que los nombre de María Luisa Quevedo, Andrea Danne y Sarita Mundín no caigan en el olvido, como han caído el de muchas otras. Como dato, en 2023, es España, fueron asesinas 52 mujeres por violencia de género, libros cómo este hacen que no nos olvidemos de ellas, os lo recomiendo. Es lo primero que leo de esta autora, pero seguro que se volverá a cruzar en mi camino en más ocasiones. + Leer más |