Tiempos de tormenta: La mansión

Anne Jacobs, escritora alemana, ha publicado más de veinte novelas de gran éxito. Aunque la mayoría de sus obras se encuentran bajo diferentes pseudónimos, su nombre saltó a la fama tras el éxito en ventas de “La villa de las telas” una trilogía familiar ambientada en la Alemania de inicios del siglo XX.
A raíz de su gran reconocimiento literario, Anne ha continuado escribiendo historias que siguen el mismo estilo. Es por ello, que su segundo gran éxito viene de la mano de otra saga familiar titulada “La Mansión”.
“Tiempos de tormenta” es el segundo volumen de esta trilogía en donde el lector puede trasladarse a la Alemania de la postguerra y seguir los pasos de Franziska, una mujer de avanzada edad que tras la caída del muro de Berlín decide volver a su ciudad natal y recuperar la mansión familiar que los rusos le arrebataron. A partir de esta premisa, la trama se centrará en la reconstrucción de la mansión Dranitz, los reencuentros con personas del pueblo y las vicisitudes familiares que rodearán el sueño de ver la mansión de nuevo en todo su esplendor.
Arrancando en el mismo punto en donde finalizó “Tiempos gloriosos”, Anne Jacobs hace gala de su habilidad con la pluma a través de una narración sencilla, estilosa, delicada y pulcra con la que el lector se deleita y consigue sumergirse, casi de inmediato, en una fascinante historia en donde las relaciones familiares cobran vital importancia.
Debido a la gran relación que tienen la primera y segunda parte de esta trilogía, es inevitable realizar algunas comparaciones entre ellas. La mayor característica que las diferencia es que mientras en la primera parte la autora nos permite conocer a los personajes en su etapa más presente (haciendo leves referencias al pasado), y sus inquietudes futuras, en la segunda no solo se continua con la misma premisa, sino que además incorpora un viaje al pasado a través de los recuerdos en donde los fantasmas se materializan y completan al personaje. Este aspecto me ha gustado considerablemente ya que permite confeccionar una imagen global de cada uno de los protagonistas y, de este modo, volverlos más humanos y complejos.
Por este motivo, el lector no solo consigue encariñarse aún más con aquellos que continúan sino también con los que se incorporan al elenco.
Siguiendo con este hilo, cabe destacar que a pesar de que en un primer momento Franziska pueda parecer la protagonista por excelencia, la realidad es que no es así, pues cada uno de los miembros de la comunidad de Dranitz son el foco principal de su propia historia, así como, en ocasiones, de las demás. de este modo se confecciona un entramado de relaciones y circunstancias que engloban a todo el pueblo y, por consiguiente, los convierte en un todo al que no se puede dividir ni individualizar.
Es interesante cómo la autora consigue enfrentar, simbólicamente, las dos generaciones existentes en la obra. Por un lado, encontramos a los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial, aquellos que fueron invadidos por la Unión Soviética y expulsados, en algunos casos, de sus hogares, mientras que, por otro lado, se hallan aquellos que han nacido con esa realidad y comienzan a descubrir otro mundo tras la caída del muro de Berlín. Personas que han crecido con pensamientos de libertad y revolución y, por lo tanto, no conocen la opresión ni la necesidad.
A través de ambas generaciones se representa un fiel retrato de la sociedad y la división que causó el muro de Berlín tras la Segunda Guerra Mundial; cómo afectó a la población o las dificultades de los alemanes, especialmente del Este, de rehacer sus vidas en un lugar destruido y completamente ajeno. del mismo modo, se hace especial mención al estilo de vida de ambas partes, la economía, la sociedad o la revolución industrial, entre otros. Así como a diferentes estratos sociales dentro de la misma generación.
La autora realiza hincapié constantemente en estos aspectos dando a entender su especial intención de hacer patente y concienciar a los lectores tanto nacionales como internacionales no solo de las dificultades que tuvo su país para salir de una postguerra, sino de las consecuencias que un conflicto bélico supone para la población civil.
La obra se encuentra narrada en tercera persona, sin embargo, cada capítulo hace referencia a un personaje diferente en el cual se enfoca la atención del lector. de este modo, se entrelazan historias y se consigue que la trama navegue de forma fluida por todos los acontecimientos que suceden en el pueblo.
Si bien es cierto que no se trata de una novela trepidante en cuanto acción, pues el eje principal se queda en la reconstrucción de la mansión y todo lo que la envuelve, se puede afirmar, sin duda alguna, que el principal motivo de la trilogía son las relaciones familiares, los reencuentros, los conflictos, la amistad y el romance. Esta mezcla adquiere tal poder que la lectura no decae en ningún momento ya que la dinámica de la autora consigue atrapar y mantener un ritmo ameno a pesar de que el eje principal se quede estancado algunos capítulos.
Uno de los puntos más destacable es que todas las personas que intervienen se muestran cercanos, mostrándose tanto con sus defectos y errores como sus aciertos y virtudes. Y no solo eso, sino que jóvenes y ancianos mantienen un equilibro y sus historias consiguen conmover por igual, siendo protagonistas tanto de romances como de conflictos familiares. La relación entre ambos es maravillosa pues muestran su apoyo y se ayudan mutuamente consiguiendo una novela más real y cercana.
En conclusión, considero “La Mansión. Tiempos de tormenta” una novela costumbrista de lo más encantadora, cruda, en algunos momentos, en donde los tiempos se unen y las segundas oportunidades brillan en todo su esplendor regalando un halito de esperanza a todos los lectores. Un libro sobre relaciones muy recomendable.

Franziska se ha reencontrado por fin con el que fue el amor de su vida, Walter, al que creyó muerto durante la guerra. A los setenta años, la vida les da una segunda oportunidad.

Mientras tanto, Franziska sigue con sus planes de devolver la mansión que la vio crecer a sus años de esplendor. Jenny, su nieta, que ha convertido el sueño de su abuela en su propio sueño; tendrá que compaginar la crianza de su hija Julia con las obras de la mansión.

Los vecinos del pueblo tienen sus propios planes con respecto a la mansión, cuyos alrededores no pertenecen a Franziska y han sido vendidos para otros fines.

¿Conseguirán todos sus objetivos sin chocar unos con otros? ¿Podrán trabajar codo con codo, en lugar de convertir la reconstrucción de la mansión en una batalla?

La mansión. Tiempos de tormenta es una novela de 522 páginas dividida en múltiples capítulos de longitud corta-media y sin numerar, que llevan por título el nombre del personaje que narrará ese episodio (Franziska, Mine, Jenni, Ulli o Sonja).

De nuevo ambientada en Alemania, a diferencia de cómo ocurría con la primera entrega, que estaba contada a dos tiempos (1940 y 1990), en esta segunda parte solo contaremos con una línea temporal en 1992, poco después de los sucesos finales de la mansión. Tiempos gloriosos. A pesar de que se narran algunos fragmentos del pasado, en la novela la acción se sucede de forma cronológica.

En el primer libro algo que disfruté muchísimo fue que se entremezclaban las tramas del pasado y del presente. al carecer de estos saltos temporales, La mansión. Tiempos de tormenta tiene el ritmo más lento, haciendo que la lectura sea más densa que en la primera entrega. En esta novela no hay ningún pico de acción, ni ningún giro argumental que lleve al lector a engancharse al 100% a la lectura.

En cuanto a la pluma de la autora, ya no se excede tanto en descripciones como pasaba en la anterior entrega, pero se entretiene en tramas que no conducen a ninguna parte. Anne Jacobs describe excesivamente el proceso de construcción de la mansión. Aunque este sea el eje principal de la novela, me ha faltado que pasara esto de forma más superficial, pues no genera interés alguno.

De la trama, me ha encantado que habla sobre las segundas oportunidades y de que nunca es tarde para el amor. Se suele creer que, pasados cierta edad, ya se ha vivido todo lo que se tiene que vivir y ya no hay lugar para nuevas experiencias ni nuevas relaciones. En La mansión. Tiempos de tormenta se hace mucho hincapié en negar esto. Además, también habla del perdón y de la necesidad de cerrar viejas heridas y seguir avanzando.

También me ha gustado cómo se profundiza más en los personajes secundarios y se puede apreciar cómo los lazos entre ellos se van formando. Ya en el primer libro se vislumbraba que se convertirían en una familia, y en esta segunda entrega se corrobora.

En cuanto al final me ha parecido muy aburrido e insulso. Está claro que tratándose de una saga no todos los finales pueden ser inesperados ni un punto de inflexión en la historia, pero esperaba más. Seguiré leyendo las demás entregas porque tengo interés por ciertos personajes y me pica la curiosidad de cómo continuará, pero el final de la mansión. Tiempos de tormenta no incita a seguir leyendo más libros.

De los personajes, me ha encantado poder conocer mejor a personajes que me llamaron mucho la atención en la primera parte, en la que no tenían mucho protagonismo.

Franziska sigue gustándome como personaje principal, y la forma en la que ella y Walter vuelven a conectar después de tantos años separados es, para mí, uno de los puntos fuertes de la novela. Por otra parte, su relación con Jenny me ha chirriado un poco más pues, en su papel como abuela, se ha excedido al intentar protegerla. No parece terminar de comprender que Jenny es adulta y, esté conforme con sus decisiones o no, sigue siendo su vida y tiene que respetar lo que decida hacer con ella. Se pasa muchísimo tiempo intentando convencer a Jenny de que Simon es la mejor opción para ella, que es el padre de su hija y que, como tal, ella y él deberían ser pareja. Entiendo esa faceta conservadora de Franziska con respecto a la familia, pero no soporto que no acepte la decisión de Jenny, y más cuando no sabe cuál es su historia con él

Walter me ha parecido muy comprensivo y me ha gustado conocer lo que le ocurrió durante los años de guerra que estuvo separado de Franziska.

Jenny es, probablemente, mi personaje favorito de la novela. Tiene las ideas muy claras y no deja que nadie le diga lo que debe o no hacer. Pone a su hija por delante, pero no olvida sus sueños y lucha por cumplirlos.

En cuanto a Sonja, la veterinaria del pueblo y un personaje realmente clave en la historia, evoluciona mucho a lo largo de la novela. Su cambio de actitud y sus ganas por sacar adelante su proyecto de vida es algo a destacar del personaje.

De los otros personajes secundarios, que son muchísimos, destacaría a Ulli, a Mine y Max. Los demás no han llegado a despertar demasiado interés en mí.

En definitiva...

La segunda parte de una saga cuyo eje principal radica en la reconstrucción de una mansión que vivió su época de máximo esplendor pero que, tras la guerra, queda destrozada y deshabitada. En esta entrega la trama se centra en ese proceso de devolver a la vida un lugar tan importante, mientras que los vínculos entre los personajes se van fortaleciendo, llegando a crearse incluso proyectos compartidos. A pesar de perder un poco de ritmo con respecto a la primera parte, La mansión. Tiempos de tormenta sigue creando expectación y deja al lector con ganas de leer las siguientes entregas.
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Es la segunda parte de la mansión. Tiempos gloriosos y la verdad es que aunque cuenta cosas y datos de los personajes, si no hubiera leído el primero no habría entendido del todo muchas situaciones o momentos que ocurren.
Franziska y Walter planean su boda y vida en común, hay nuevos inconvenientes, todavía hay secretos por descubrir y nuevos personajes que en la primera parte aparecían de pasada como Sonja, en este volumen tienen más relevancia.
Hay muchos personajes, todos con mucho que contar, con sueños y dificultades, los capítulos se van alternando contados por los personajes principales de forma alternativa y sin un orden preestablecido. Así nos metemos de lleno en sus vidas y sentimientos.
Al principio me resulto muy entretenida y adictiva, esta contada en tercera persona y conocemos la visión de nuevos personajes sobre hechos que ocurrieron y fueron vividos de diferente forma, también aparece el diario de Elfriede, pero de la mitad en adelante se me hizo más lenta y pesada, sin duda por algunos de los personajes cuya vida no aporta demasiado a la trama principal.
La mansión sigue con sus reformas, muchos problemas por resolver, nuevas dificultades, rencores del pasado y más secretos familiares.
Los personajes principales tienen mucha fuerza, son mujeres decididas y valientes, capaces de hacer frente a todas las dificultades que aparecen, de adaptarse a los cambios y vivir al máximo el día a día.
En resumen ha sido una buena lectura, muy bien escrita y documentada, con momentos tiernos y emotivos, con recuerdos del pasado y donde todos tienen su importancia, tanto los relatos de Mine, como los secretos de Walter, la amistad que no entiende de clases sociales y la familia. Las nuevas relaciones que surgen, el perdón y el futuro, que aunque incierto, parece muy optimista.
Es una historia fácil de leer y muy entretenida con la que disfrutar de buenos momentos y evadirse, en la que se refleja muy bien la situación de la Alemania de esos años 90 y lo que vivieron muchos durante la guerra y postguerra. Donde tenemos personajes luchadores y con motivaciones por salir adelante de la mejor manera, con sus trabajos, estudios y ayudándose unos a otros. Hay un fuerte sentimiento de compañerismo y amistad entre los vecinos y amigos, forman una gran familia.
El final queda abierto, todavía quedan muchas cosas por solucionar, nuevas relaciones y espero saber pronto como siguen todos.
Lo recomiendo.

¡Hola a todos! Espero que hayáis pasado un buen puente y si habéis tenido un día más de descanso como yo, que lo hayáis aprovechado al máximo. La reseña que os traigo hoy es de una de las sagas familiares que sigo de Anne Jacobs, La mansión, con su segunda entrega, Tiempos de tormenta.

La historia nos sitúa en la mansión de los von Dranitz en el punto en el que finaliza la anterior parte. Jenny y su abuela Franziska siguen con su sueño de reformar la vieja mansión y convertirla en un hotel balneario para turistas. Pero su sueño no va ser color de rosa, y, mientras realizan las obras oportunas, irán surgiendo nuevos problemas bien sea económicos, como por visitas inesperadas de personas que no esperaban. Franziska y Walter por fin pueden disfrutar de pasar tiempo juntos, rememorando viejos tiempos y abriéndose en canal el uno al otro, con secretos del pasado que desconocían hasta ahora. Los años siguen avanzando, y para la familia von Dranitz y sus amigos, siempre habrá líos y chismes por contar y por supuesto, ninguna tranquilidad.

Antes que nada, advertiros de que estamos ante la segunda entrega de la mansión, por lo que si no has leído el primer libro, puede ser que no entiendas muchas cosas de las que suceden y sobre todo, no conozcas bien a los personajes ya que son muchos. Os recomiendo que leáis la entrega anterior y por orden, ya que vais a entender todo mucho mejor dado los numerosos personajes que existen.

No os imagináis la ilusión que me hizo saber que Anne Jacobs volvía a publicar en España una nueva entrega de la mansión. Desde que conocí su pluma me ha dejado enganchada a estas sagas familiares que nos presenta y que tanto me han cautivado. Es imposible no quedar maravillada con su pluma y envolverte de lleno en una trama totalmente adictiva y con un ambiente tan familiar, digno de una telenovela.

En esta entrega, como en la anterior, vamos a conocer el avance que sufren las vidas de todos los personajes tanto principales como secundarios. Si hay algo que me gusta mucho de la autora es que mezcla capítulos centrados en distintos personajes y así conocemos mejor a cada uno de ellos. En esta novela no solo vamos a ver los problemas que surgen en la época actual, sino que también conoceremos muchísimos secretos del pasado, cuando estuvieron en guerra. Mine será la encargada de narrarnos muchos de estos episodios a través de su escritura en una especie de diario, animada por su marido. Franziska y Walter no se quedarán atrás, tras tantos años separados, toca desempolvar viejos recuerdos y secretos y ambos desnudarán sus almas. Estos detalles sobre evocar al pasado me han encantado ya que conozco a los personajes y lo que vivieron en el pasado gracias al primer libro. Volver a recordar esos momentos y conocer nuevos detalles, me ha hecho disfrutar aún más de la novela. Estamos ante una obra bastante completa, como me tiene acostumbrada la autora, en la que no faltarán los problemas familiares, la amistad, el amor, y en esta ocasión planeará la duda de los problemas económicos de Franziska.

Como personajes principales podemos decir que vuelven a ser Jenny y su abuela Franziska, aunque en este tipo de novelas prácticamente no tenemos protagonistas, pues todos suman. Aparecerán la mayoría de personajes de la anterior parte (Mine,Karl-Erich, Ulli, Mücke, Kacpar...) y se sumarán algunos que ya teníamos en el olvido (Simon Strassner), aportando así un giro inesperado en los acontecimientos.





La pluma de la autora sigue en la línea de todas las obras que he leído suyas. Anne Jacobs tiene una enorme capacidad y un potencial increíble para crear historias de época y familiares. Con un lenguaje sencillo y acorde a la época que nos cuenta, la autora nos mete de lleno en una trama con personajes muy reales y que atrapa desde el inicio. Como punto a favor, esta segunda entrega la he empezado con mucho mejor ritmo que la anterior y me ha enganchado más. Últimamente veo comentarios sobre la autora algo negativos, yo os animo a que le deis una oportunidad y disfrutéis de sus historias, partiendo de la base de que estamos ante una obra de ficción histórica, y evidentemente, hay mucha narración, pero también hay muchos diálogos y a mí personalmente, me entretiene bastante. En esta obra, ya nos encontramos en el marco temporal de los años 90, por lo que la autora introduce elementos propios de estos años. A destacar también las maravillosas ambientaciones que nos ha regalado la autora en esta obra.

La historia se encuentra narrada en tercera persona. Con este tipo de narración la autora consigue meterme de lleno en la trama como una espectadora más de las muchas cosas que pasan en la famosa mansión de Dranitz. Como ya he comentado, tendremos cada capítulo narrado por un personaje distinto y encontraremos varios frentes abiertos con cada uno de ellos. No hay tiempo para aburrirse aquí.

Una obra perfectamente estructurada que cuenta con unas 528 páginas estructurada en capítulos no numerados, separados únicamente por el nombre del personaje en el que está centrado el capítulo. No sé si será cosa mía, pero en esta segunda parte los capítulos se me han hecho más cortos y amenos, puede ser por la ventaja de conocer mejor a los personajes.

En conclusión, La mansión, tiempos de tormenta, es la segunda entrega de la saga familiar “La mansión”. Una segunda parte a la altura de la primera y en la que suceden muchísimas cosas que no os dejarán indiferentes. Anne Jacobs crea un ambiente cercano y familiar para sentirnos parte de esta gran familia y disfrutar con sus historias. No puedo más que recomendaros que le deis una oportunidad.
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Es la segunda entrega de la Mansión, y continúa exactamente donde termina el libro anterior.
Franziska y Walter por fin están juntos, pero no será fácil para ellos seguir adelante y superar todo lo que ha sucedido en su pasado. Poco a poco irán abriendo sus corazones para revelarse sus secretos. Gracias a ello entenderás mejor varias situaciones que transcurren en el primer libro.
Las obras en la mansión Dranizt siguen, Franziska con ayuda de Jenny intentan convertirla en un hotel balneario. Se irán complicando cada vez más, y surgirán nuevos problemas relacionados con personajes y tramas secundarias.
Uno de los nuevos personajes es Sonja, hija de Walter y la hermana de Franziska, que irá cobrando protagonismo a medida que avanza la historia.
De nuevo la trama se desarrolla en presente, cada capítulo centrado en un personaje, y pasado, gracias a la narrativa de Mine.
Muchos secretos y detalles importantes serán revelados, se puede ver la evolución de todos los personajes.
Es una novela histórica, pero sobre todo que muestra el valor de la familia y los amigos, lo importantes que son.
Está narrada en tercera persona, algo que me gusta mucho porque puedes conocer más detalles de la historia, sobre todo al estar cada capítulo centrado en un personaje diferente te aporta una gran visión de todo.
El final es abierto, aún quedan muchas cosas que solucionar y aclarar.
Deseando leer la siguiente entrega!