Cementerio de animales de Stephen King
Hoy en día...no sé...nadie habla de la muerte, ni piensa en ella.
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Cementerio de animales de Stephen King
Hoy en día...no sé...nadie habla de la muerte, ni piensa en ella.
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El misterio de Salem's Lot de Stephen King
Y he aquí lo peculiar de entre los que velaban...., ninguno sabía la verdad. Tal vez un puñado de ellos la sospechara, pero incluso esas sospechas eran vagas e informes. Y sin embargo, todos se habían dirigido sin vacilar a los cajones de sus escritorios, a los baúles guardados en el ático o a los joyeros en la cómoda del dormitorio, en busca de cualquier símbolo religioso que pudieran poseer. Y lo hacían sin pensarlo, de la misma manera que un hombre que viaja solo en su coche durante una gran distancia va canturreando sin darse cuenta de que lo hace. Lentamente iban andando de habitación en habitación, como si sus cuerpos se hubieran vuelto frágiles y cristalinos, e iban encendiendo todas las luces y jamás miraban por las ventanas. Eso, sobre todo: no miraban por las ventanas. |
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La caja de botones de Gwendy de Stephen King
Los secretos son un problema, quizás el mayor problema de todos. Pesan sobre la conciencia y roban espacio al mundo.
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El visitante de Stephen King
La gente creía, equivocadamente, que Poe escribía cuentos fantásticos acerca de lo sobrenatural, cuando en realidad escribía cuentos realistas sobre psicología anormal.
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El visitante de Stephen King
El juez Martínez está hospitalizado por una úlcera perforada, y eso ha sido obra de Dios. O puede que de un exceso de salsa picante.
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La tormenta del siglo de Stephen King
Cuando le dicen a una que el mundo va a acabarse, tratan de venderle cereales. Cuando dicen que no cunda el pánico, es que se trata de algo serio.
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Un saco de huesos de Stephen King
Los sentimientos son como un tirachinas, y creo que a la larga nos matan a todos con sus pedradas
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Un saco de huesos de Stephen King
Tal vez sea una estupidez, pero a veces las cosas marchan bien sólo porque uno cree que marchan bien. Es una definición de la fe tan acertada como cualquiera.
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Cuento de hadas de Stephen King
Es un recuerdo extraordinario, de esos a los que recurres cuando nadie tiene una palabra amable para ti y la vida parece tan insípida como una rebanada de pan duro.
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Cuento de hadas de Stephen King
Creo que siempre hay una razón para el amor, pero el odio a veces surge sin más. Una especie de maldad flotante.
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Cuento de hadas de Stephen King
—Hay dolor en esa palabra, ¿no te parece? Un gran dolor en todo «casi».
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Cuento de hadas de Stephen King
(...) y recuerdo que pensé que en realidad, sobre la faz de la tierra, todos somos solo fantasmas que intentan convencerse de que tienen peso y un lugar en el mundo.
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Cuento de hadas de Stephen King
Casi había superado mi antiguo resentimiento, pero no del todo. El temor y la pérdida dejan un residuo.
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Cuento de hadas de Stephen King
Nosotros nunca habíamos tenido perro, así que no sabía lo expresivos que podían ser sus ojos, sobre todo de cerca y en una relación personal. Los suyos me decían que no me fuera. De buena gana me habría quedado, pero, como dice el poema, tenía promesas que cumplir. La acaricié unas cuantas veces y le dije que se portara bien.
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La larga marcha de Stephen King
Una sensación de pánico le atenazó la garganta. De pronto,tuvo la espantosa seguridad de que estaba presenciando la última puesta de sol, la última luz de su vida. Quería que el atardecer se prolongara, que durara, que el crepúsculo prosiguiera durante horas y horas.
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Carrie de Stephen King
En la práctica, nadie se entera nunca de que sus actos hieren a otras personas. La gente no mejora, sólo se hace más lista. Y cuando uno es más listo no deja de arrancar las alas a las moscas, lo que ocurre es que, en ese momento, busca mejores razones para hacerlo.
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Cementerio de animales de Stephen King
Cualquier cerveza que esté en la nevera después de cerrar las tiendas es buena cerveza.
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El resplandor de Stephen King
Jack había respondido a la confianza del Overlook, y ahora el Overlook respondería a la suya. En los peldaños de la escalera sus pies eran rápidos y ágiles; los pasos presurosos de un hombre que regresa de una guerra larga y cruel. Eran las cinco de la madrugada, hora de las montañas.
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¿De qué nacionalidad es Stephen King?