Africanus de Santiago Posteguillo
El secreto de la victoria y, más aún, de la supervivencia está en marcar tus objetivos a largo plazo, con tanto tiempo que ni tus enemigos sean capaces de intuir por dónde serán atacados el día de mañana.
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Africanus de Santiago Posteguillo
El secreto de la victoria y, más aún, de la supervivencia está en marcar tus objetivos a largo plazo, con tanto tiempo que ni tus enemigos sean capaces de intuir por dónde serán atacados el día de mañana.
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Africanus de Santiago Posteguillo
Hay que traducir el espíritu de las palabras, no las palabras mismas.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
Hay muchas prisiones en el mundo, y el miedo es una de las peores.
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Roma soy yo de Santiago Posteguillo
La derrota y la victoria es, en ocasiones, una cuestión de perspectiva
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
La maldición que perseguía a un hombre supuso, sin embargo, la bendición literaria para millones de lectores. La vida es, cuando menos, contradictoria.
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
Es un formato que tiene más de dos Mil quinientos años de historia y, siempre en crisis, siempre al límite, pese a todo y pese a todos, sobrevive y sobrevivirá al libro electrónico. Se llama teatro.
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
Pero no, Dostoievski no se arredró. Había superado cinco años en un campo de Siberia. Había sido la condena por tener ideas propias, por pensar.
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La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posteguillo
He contado hoy día más de veinte placas en honor a Cervantes por toda Sevilla. Y si contáramos todas las de España, no quiero ni pensarlo. Hasta tenemos un premio de letras con su nombre y un instituto de promoción del español también. Sí, ahora sí, pero aquel 1597 lo metimos en la cárcel. Así somos.
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
Por la larga explanada de arena del circo, justo por donde los días de competición transcurrían las carreras de cuadrigas, en medio de las ciclópeas gradas vacías, caminaba el emperador...
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Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
No estaba claro cuánto tiempo más se podría resistir aquel pulso. Todos estaban acostumbrados a batallas de un día. Aquella segunda jornada de confrontación descarnada, sin descanso, sin victoria, era inesperada.
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Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
Júpiter meditó bien cuál debía ser la siguiente prueba a la que fuera sometida Julia Domna. Él, en el fondo, sentía simpatía por la propia emperatriz. Su tenacidad y, por supuesto, el apoyo que su hija prestaba a la augusta de Roma lo inclinaban, secretamente, a su favor.
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Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
Una dinastía nunca empieza con el primer emperador de su estirpe... En la vida real, en la que se vive día a día, una dinastía solo comienza de veras cuando el primero del linaje imperial fallece y, de forma efectiva, se ve sucedido por un miembro de su familia...
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
La emperatriz se levantó entonces despacio, interpretando correctamente el silencio de su marido, comprendiendo que la conversación no hacía nada ya salvo alejarlos más y más el uno del otro.
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
Quitar vidas parecía recargarlo. Cuanta más sangre derramaba, de bestias y hombres, más fuerte se sentía. Y solo estaba empezando. Tenía planes. Grandes planes. Cerró los ojos en el momento de entrar en el agua y sentir cómo el líquido lo arropaba a él y a sus macabros sueños.
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Yo, Julia de Santiago Posteguillo
Galeno salió de aquella casa sin saber bien si acababa de ser hechizado por una sirena que lo empujaba, sin él quererlo, hacia una tormenta, o si él era ahora el heraldo de un nuevo mundo.
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Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
En el interior de la tienda, Julia Domna se había vuelto a tumbar, pero ya no cerraba los ojos, sino que meditaba en silencio: Macrino había colaborado con traficantes de esclavos y, muy probablemente, ahora se había convertido en asesino, pero solo era el brazo ejecutor.
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Gregorio Samsa es un ...