Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II

Esta segunda novela sobre la vida de Julia empieza cuando ya ha llegado al máximo poder del Imperio Romano. En la primavera del año 197 d. C., su esposo es el emperador y ella ostenta el título de augusta.
Después de haber llegado a la cima del poder, tendrá que poner en juego toda su inteligencia y poder de influencia para mantener lo que ha conseguido y perpetuar su estirpe logrando establecer una dinastía.

Julia no lo va a tener fácil pues, además de hacer frente a las traiciones, las envidias y la división familiar, va a tener en contra a un senado dividido que no acepta las imposiciones de un Emperador que ha llegado al poder aclamado por el ejército y respaldado por sus logros militares. El autor también introduce, con maestría y originalidad, otro frente en la partida que juega Julia por el control del imperio: los Dioses del Olimpo, que están divididos en cuanto a la aceptación de una extranjera en el poder y pondrán a prueba su entereza en varias ocasiones.

Santiago Posteguillo, basándose en los hechos históricos sucedidos, mezcla todos los ingredientes para presentar al lector una historia muy atrayente y adictiva, llena de intrigas y traiciones a las que Julia hace frente con todas las armas a su alcance, con el único objetivo de conseguir aquello que se ha propuesto y pagando un precio muy alto por ello.

El autor da voz a una mujer, Julia, que cambió el destino del Imperio y que no había sido valorada en su justa medida por los historiadores hasta la fecha. Una mujer fuerte y ambiciosa, que no se frena ante las adversidades y lucha hasta desde más allá de la muerte. Si hubiera nacido hombre... a saber lo que habría conseguido.

Nunca la historia del Imperio Romano me había parecido tan apasionante como leyendo a Posteguillo. Es un genio plasmando la historia novelada, haciéndola tan atractiva, cautivadora y fascinante, que no puedes dejar de leerla. Por eso te la recomiendo sinceramente, y mucho más encarecidamente si te gusta el género, no te la puedes perder.

Septimio Severo está plenamente instalado en el trono de Roma junto con su esposa, Julia Domna, de origen sirio. Los dioses se encuentran en una acalorada disputa, algunos de ellos ofendidos por Julia, la cual no tiene ascendencia romana y tiene mucho poder en el imperio. Estos dioses tienen el temor de que el poder caiga ahora en manos de extranjeros, alejándose de la pureza del linaje. Sin embargo, Julia tiene el objetivo de crear una dinastía no romana que gobierne sobre todos. Los dioses, en cambio, pondrán muchos obstáculos a Julia, la cual tendrá que sortear con éxito.

Esta es la segunda parte de Yo, Julia. Aunque es la segunda parte considero que se puede leer este libro sin el primero (aunque evidentemente el lector tendrá todo más claro con ambos). Nos encontramos con una trama llena de intrigas y traiciones, crisis en todos los ámbitos (política, militar y económica) y de muertes. Julia es una mujer inteligente, eso no cabe duda, y hará todo lo que sea necesario para conseguir sus objetivos. Por ello, se hace una mujer manipuladora, ambiciosa, egoísta incluso, intrigadora. Es un personaje con mucha fuerza, a la que podrás admirar u odiar a partes iguales.

La pluma de Posteguillo es exquisita. Es una narración delicada, muy amena, no se hace en ningún momento pesada, sobre todo en las descripciones. Tampoco atiborra al lector son muchos datos históricos, los hay evidentemente, pero dosificados. Y, pese a su grosor, el libro se lee con bastante rapidez. A través de sus páginas se puede ver también la labor de investigación del autor, haciendo una ambientación muy rica y perfecta. Además, la inclusión de los dioses en una trama histórica me ha resultado bastante curioso y atractivo. Una obra imprescindible para conocer la vida de la emperatriz más poderosa de la antigua Roma.
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