Y Julia retó a los dioses: Julia Domna II de Santiago Posteguillo
Júpiter meditó bien cuál debía ser la siguiente prueba a la que fuera sometida Julia Domna. Él, en el fondo, sentía simpatía por la propia emperatriz. Su tenacidad y, por supuesto, el apoyo que su hija prestaba a la augusta de Roma lo inclinaban, secretamente, a su favor.
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