Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Te recuerdo, muchacho, que somos hispanos, y no hay emperadores nacidos fuera de Italia —dijo Trajano padre cuando dejó de reír.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Te recuerdo, muchacho, que somos hispanos, y no hay emperadores nacidos fuera de Italia —dijo Trajano padre cuando dejó de reír.
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Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo
...he solicitado un nuevo regimiento de caballería al que esta maldita lluvia perenne no lo amilane ni lo incomode; un regimiento de caballería para quien la lluvia sea su espacio habitual para la guerra. —¿ Y qué jinetes son esos, padre? —preguntó Antonino. Severo sonrió al tiempo que daba su respuesta: —Astures. |
Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Aun así nos desprecian por ser hispanos. Trajano padre suspiró; el apunte de su hijo era cierto. —En cualquier caso, nos necesitan.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
Todo eso cambió con Julio César. Él fue quien creó las primeras bibliotecas públicas. Sin duda, debió de dolerle inmensamente el desastre de la biblioteca de Alejandría, del que fue, en parte, el causante indirecto al ordenar el incendio de la flota enemiga.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
Ya nadie podrá leerlas, pero tenemos los escritos de César, que, por cierto, admiraba mucho a Escipión, como cuando menciona ese pasaje en donde describe el lugar en África donde éste se fortificó para protegerse del ataque de númidas y púnicos
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—. Quién sabe si no sería por aquí donde un joven Escipión el Africano aprendió a blandir un gladio por primera vez.
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Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo
Plutón, Vulcano, Mercurio o Baco no tenían decidida su posición, pero, por lo general, no se sentían cómodos luchando en favor de una mujer
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Sí, lástima que las memorias de Escipión se perdieran —continuó Trajano padre mientras seguían avanzando hacia el Campo de Marte—
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
y hasta se sabe que Escipión escribió unas memorias. Qué magnífico rollo o rollos debieron de ser, hijo.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
César fue el mejor estratega de todos los tiempos, junto con Escipión, Aníbal y Alejandro Magno, pero que sepamos ni Aníbal ni Alejandro dejaron nada escrito por ellos mismos
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Calló y miró al suelo mientras suspiraba. Era duro decir eso a un hijo, pero era mejor que el muchacho supiera a qué atenerse.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Un buen consejero ha de saber reconocer cuando la lucha ya no tiene sentido.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
—Hace tiempo que nadie en el Imperio sabe con certeza lo que es bueno o lo que es malo.
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Los asesinos del emperador de Santiago Posteguillo
Yo estaré contigo hasta el final, hagas lo que hagas.
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Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo
...al enemigo, para controlarlo, es mejor tenerlo cerca.
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La sangre de los libros de Santiago Posteguillo
Cuando tengan poco tiempo para leer, paseen entonces sus ojos por los relatos cortos de Edgar Allan Poe, James Joyce o Ángeles Mastretta. Y si ven que en su ciudad representan una obra de teatro de Lope de Vega, de Calderón de la Barca o de Shakespeare, no dejen pasar esa oportunidad por nada del mundo. Y, por lo que más quieran, no se detengan, no dejen de leer ahora simplemente porque se nos hayan terminado las páginas.
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Roma soy yo de Santiago Posteguillo
Sólo los malvados o los imbéciles ponen la política por delante en tiempos de grave crisis.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?