Ay, lo que echaba de menos a la jefa… ¡No lo sobe nadie! Hacía bastante que no me metía caña con los libros de Megan Maxwell, así que una de las metas de este año fue leerme todos sus libros autoconclusivos (las sagas las dejamos para más adelante) por orden de publicación y Te lo dije fue el primero. Y ha sido volver al hogar y darme cuenta de lo que echaba de menos su escritura.
Los libros de Megan, como ya sabéis, son para mí una de las formas que tiene la literatura de transmitirme la sensación de hogar; sus libros son exactamente lo que yo pido cuando empiezo a leerlos, nunca me decepcionan y, si el tiempo me deja, los engullo en apenas un par de días. Y con la historia de Victoria y Niall no iba a ser menos.
Los personajes creados por Megan son de mis favoritos, ya lo sabéis, y amo las relaciones que crea (tanto familiares, como de amistad o amor), así que en este libro adore tanto a Victoria (alias la princesita) y Bárbara (Barbiloca para los amigos), como al cromañón (aunque prefiere que le llamen Niall) y a Chewbacca (más conocido como Robert). No os puedo explicar lo que he llegado a reírme con ellos; Bárbara es muy achuchable, Victoria un amor (aunque a veces tiene una pedrada en la cabeza), Niall se va directo a mi estantería de amores literarios (lo sé, necesito reforma… pero es que los chicos Maxwell son mi vicio, no he encontrado a uno que no me guste) y Robert es también adorable. Los personajes secundarios son magníficos y muchos de ellos te dejan el corazón calentito (como Lexie, Ona, Tom o Rous).
Si Megan sabe crear unos personajes espectaculares, no hablemos de la ambientación y la investigación que hay detrás de cada uno de sus libros; en este viajamos a Escocia (necesito ir allí, en serio) con sus lagos, montañas, paisajes y castillo (durante toda la lectura iremos sabiendo pequeños datos sobre el país o el castillo de Eileen Dornan, que para mí le dan el toque total a la historia), también viviremos de la piel de los protagonistas como es la vida en la granja, ver a Victoria arreglando un cercado os aseguro que es un espectáculo digno de leer.
Como dato final; la historia es justo lo que pido, por eso siempre cumple mis expectativas, le pido reírme, llorar, enamorarme y no comerme la cabeza… por eso va unido a los finales felices, el 90 % de los finales de Megan son felices, pero es que es lo que busco cuando leo sus libros; necesito tranquilidad y volver a creer un poco en el amor (aunque luego me ponga a pensar que eso no me va a pasar en la vida)... y la jefa me da eso.
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