El viaje del elefante de José Saramago
La verdad, si queremos aceptarla con toda su crudeza, es que, simplemente, no es posible describir un paisaje con palabras. O mejor, posible si que es, pero no merece la pena.
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El viaje del elefante de José Saramago
La verdad, si queremos aceptarla con toda su crudeza, es que, simplemente, no es posible describir un paisaje con palabras. O mejor, posible si que es, pero no merece la pena.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
¡No llores!, qué otras palabras se pueden decir, las lágrimas qué sentido tienen cuando el mundo ha perdido todo su sentido.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
Las palabras son así, disimulan mucho, se van juntando unas con otras, parece como si no supieran a dónde quieren ir, y de pronto, por culpa de dos o tres, o cuatro que salen de repente, simples en sí mismas, un pronombre personal, un adverbio, un verbo, un adjetivo, y ya tenemos ahí la conmoción ascendiendo irresistiblemente a la superficie de la piel y de los ojos, rompiendo la compostura de los sentimientos.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
No encontró respuesta, las respuestas no llegan siempre cuando uno las necesita, muchas veces ocurre que quedarse esperando es la única respuesta posible.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
...con una indiferencia de quien vive en otra esfera de emociones.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
De la necesidad a la ley apenas media un brevísimo paso, y la más expedita justicia, lo sabemos desde Caín: es la que hacemos con nuestras propias manos
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
El hijo de José y María nació como todos los hijos de los hombres, sucio de la sangre de su madre y sufriendo en silencio. Lloró porque lo hicieron llorar y llorará siempre por ese sólo y único motivo
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Las pequeñas memorias de José Saramago
Es un hombre como tantos otros en esta tierra, en este mundo, tal vez un Einstein aplastado bajo una montaña de imposibles, un filósofo, un gran escritor analfabeto. Habrá llegado la gran sombra, mientras la memoria no lo resucite en el camino bajo el cielo cóncavo y la eterna interrogación de los astros.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven. |
Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
En verdad aún está por nacer el primer humano desprovisto de esa segunda piel que llamamos egoísmo.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
la ceguera también es esto, vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
Las enfermedades tienen algo curioso, los seres humanos siempre esperan librarse de ellas, de modo que ya cuando es demasiado tarde, acaban sabiendo que esa iba ser la última.
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El evangelio según Jesucristo de José Saramago
Esclavos, soldados, guardias reales, plañideras, tocadores de pífano, gobernadores, príncipes, futuros reyes, y todos nosotros, dondequiera que estemos y quienquiera que seamos, no hacemos más en la vida que ir buscando el lugar donde quedarnos para siempre.
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Ensayo sobre la lucidez de José Saramago
Las manifestaciones nunca han servido para nada, de otra manera nunca las autorizaríamos.
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Ensayo sobre la lucidez de José Saramago
Es regla invariable del poder que resulta mejor cortar las cabezas antes de que comiencen a pensar, ya que después puede ser demasiado tarde.
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