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El hombre duplicado de José Saramago
Los profesores necesitan ir bien alimentados a la escuela para poder arrostrar el durísimo trabajo de plantar árboles o simples arbustos de sabiduría en terrenos que, en la mayor parte de los casos, tiran más para lo estéril que para lo fecundo.
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El hombre duplicado de José Saramago
…a veces imagino lo maravilloso que sería que me llamases sólo porque sí, simplemente como alguien que tiene sed y bebe un vaso de agua, pero eso ya sé que es pedirte demasiado, nunca finjas conmigo una sed que no tienes…
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El hombre duplicado de José Saramago
... es una pena que las duchas que tomamos por fuera no nos puedan asear por dentro.
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Ensayo sobre la ceguera de José Saramago
No somos inmortales, no podemos escapar a la muerte, pero al menos deberíamos no ser ciegos.
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
En qué momento muere el gusano de seda después de haberse encerrado en su capullo y haber trancado la puerta, cómo es posible que haya nacido la vida de una de la muerte de otro, la vida de la mariposa de la muerte del gusano, y ser lo mismo diferentemente, o no murió el gusano de seda porque está vivo en la mariposa.
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El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago
La más falsa de las mentiras es precisamente la que se sirve de la verdad para satisfacción y justificación de sus vicios.
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El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago
En un fluido incierto nexo, como el río cuyas ondas son él, así tus días ve, y si te vieres pasar, como a otra persona, calla.
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El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago
Un hombre rodeado de oscuros y altos muebles escribe una carta, componiendo y adecuando su relato para que lo absurdo logre parecer lógico, la incoherencia rectitud perfecta, la flaqueza fuerza, la humillación dignidad, el temor satisfacción, que tanto vale lo que fuimos como lo que desearíamos haber sido.
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El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago
Asi son los laberintos, tienen calles, travesías y callejones sin salida, y hay quien dice que la manera más segura de salir de ellos es ir andando y girando siempre hacia el mismo lado, pero eso, como tenemos la obligación de saber, es contrario a la naturaleza humana.
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El año de la muerte de Ricardo Reis de José Saramago
A los dioses pido sólo que me concedan el no pedirles nada.
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
La prudencia sirve nada más que para retrasar lo inevitable
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
El casi y el cero, que es la manera plebeya de decir el ser y la nada
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Una luz inesperada de José Saramago
El mito del paraíso perdido es el de la infancia, no hay otro. Lo demás son realidades por conquistar, soñadas en el presente, guardadas en el futuro inalcanzable.
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El viaje del elefante de José Saramago
Una cosa buena que tiene la ignorancia es que nos defiende de los falsos saberes.
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In nomine Dei de José Saramago
Yo preguntaré en el juicio de Dios por qué permitió Él esta mortandad de los hombres, que viene desde el principio del mundo, esos odios de creencias, esas venganzas de pueblos, este interminable dolor del mundo, a quien no basta la muerte natural.
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In nomine Dei de José Saramago
¿Sabéis vosotros, hermanos, de dónde salió el dinero? De las tripas del Diablo, eso que lleváis en las bolsas y guardáis en las arcas es el excremento del Maligno.
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La flor mas grande del mundo de José Saramago
¿Seríamos realmente capaces de aprender lo que, desde hace tanto tiempo, venimos enseñando?
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
Con las palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas.
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Las intermitencias de la muerte de José Saramago
cuando se avanza a tientas por los pantanosos terrenos de la realpolitik, cuando el pragmatismo toma la batuta y dirige el concierto sin atender lo que está escrito en la pauta, lo más seguro es que la lógica imperativa de la villanería acabe demostrando, a la postre, que todavía quedaban unos cuantos escalones que bajar.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?