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La Casa de la Orilla de Daphne du Maurier
encarnando su vida en un Ahora que corría junto a mi presente inmediato, y las dos épocas se encontraban. ¿Acaso soy el guardián de mi hermano? La protesta de Caín ante Dios cobró de pronto un significado nuevo para mí mientras miraba las manecillas del reloj, que se acercaban a las tres y media. Roger era mi guardián, y yo, el suyo.
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