Mi prima Rachel de Daphne du Maurier
La cuestión es que la vida hay que soportarla y vivirla. Lo complicado es cómo vivirla. El trabajo diario no presenta dificultades. [...] Nadie sabrá jamás la carga de culpabilidad que llevo sobre los hombros ni que todos los días, perseguido por la duda, me hago una pregunta para la que no tengo respuesta. [...] ¡Qué suave y tierno suena su nombre cuando lo digo en voz baja! Remolonea en la lengua, lento e insidioso, casi como veneno, que sería lo más parecido. Pasa de la lengua a los labios resecos y de los labios vuelve al corazón. Y el corazón controla el cuerpo y también la cabeza. ¿Alguna vez me veré libre de él? [...] Al menos dejaré un legado de belleza cuando me muera. Pero no es natural que un hombre esté solo y enseguida todo se le vuelva perplejidad. Y de la perplejidad a la fantasía. Y de la fantasía a la locura. |