Una historia conmovedora y escrita pulcramente, como muchas otras: reseña completa: http://0enliteratura.blogspot.pe/2017/07/el-olvido-que-seremos-hector-abad.html#.WXkpmGI1_IU
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Una historia conmovedora y escrita pulcramente, como muchas otras: reseña completa: http://0enliteratura.blogspot.pe/2017/07/el-olvido-que-seremos-hector-abad.html#.WXkpmGI1_IU
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Ojalá todos le hiciéramos el homenaje a nuestros padres cómo el que ha hecho Hector Abad en este libro al suyo. Desconocía hasta ahora al autor, pero desde que lo escuché entrevistar a Laura Ferrero, me ganó la delicadeza que usaba a la hora de dialogar; misma delicadeza que ha usado para escribir este libro. Emotivo, conmovedor, sensible y sobrecogedor son los adjetivos que se me vienen a la mente para describir este texto. ¿De qué trata este libro? Del amor hacia un padre. Son las memorias de Héctor Abad para contarnos lo que significó la vida de su familia, en especial su padre, con el que tenía un gran vínculo que era imposible de romper. Nos pone de manifiesto la feliz infancia por la que pasó, la libertad de pensamiento, así como el cariño y la buena educación que recibió por parte de su padre. “Hay períodos de la vida en los que la tristeza se concentra, como de una flor se dice que sacamos su esencia, para hacer perfume, o de un vino su espíritu, para sacar el alcohol. Así a veces en nuestra existencia el sufrimiento se decanta hasta volverse devastador, insoportable.” A pesar de que todo parece perfecto en la infancia de Héctor, un duro golpe aborda a su familia, su hermana Marta, cuanto tan solo tiene 17 años es diagnosticada de un grave cáncer del que al poco tiempo falleció. Este hecho, irremediablemente, cambió para siempre a su familia. Si no fuera poco, la terrible violencia que discurría en Medellín en aquella época también aborda a su familia, el autor nos sitúa en el trágico antes y después del final tan trágico y sin sentido para un hombre que pasó su vida trabajando para ayudar a las personas desfavorecidas, totalmente entregado a los hechos humanos. Fue brutalmente asesinado por un grupo paramilitar tan solo por tener ideologías diferente a ellos. El autor nunca ha tratado de vengar la vida de su padre, pero sí usar como arma y combatir la violencia con el uso de las palabras. Deja en este libro de manifiesto la irremediable injusticia que ocurrió. Si eres un poco empático, te pondrás en la piel de ese hijo que adoraba e idolatraba a su padre, y de un día para otro, sin tener culpa de nada, la cruel realidad de este mundo, te arrebata a la persona que más quieres. Un libro contado desde el amor y el poder de las palabras contra las injusticias, un libro necesario de leer, un libro difícil de describir todo lo que me ha hecho sentir, viajar a mi pasado y sin duda, admirar y hacer que piense en mi padre y valorar todo lo que ha hecho por mi. Enlace: https://www.mrwonderbook.com.. + Leer más |
Dicen que viajas con los libros, pues con este yo he vuelto a Medellín, y lo he sentido muy cerca, me he sentido en sus calles, en su acento, en su amor por la familia y su tierra. Yo no quiero hablar mucho de este libro, porque creo que se lee mejor si vas como yo, sin saber nada. Si hay alguien por ahí que le guste leer sobre la vida bien contada, este libro es una inmejorable opción. |
“Ya somos el olvido que seremos “. Desgarra ver como la suerte no siempre cae del lado del bondadoso, no siempre los buenos salen victoriosos … pero Héctor Abad podrá presumir allí donde esté , de este homenaje en forma de libro que pellizca corazón y abre conciencias . Como su hijo bien dijo “convertir las ideas en letras y en palabras, me pareció desde el principio —y me sigue pareciendo una de las magias más extraordinarias del mundo.” Mientras sigan existiendo este tipo de novelas que describen personas luchadoras y necesarias , el verdadero olvido tardará en llegar. |
El olvido que seremos ha sido uno de los libros que más me impactó en el momento de su lectura. Para mí, esta novela es una lección de vida y de literatura. El libro tiene como eje central un asesinato, el del médico Héctor Abad Gómez (padre del autor). Este médico que dedicó su vida a la defensa de la igualdad social y de los derechos humanos, finalmente fue asesinado por sus oponentes, en una Colombia teñida ya por la sangre de una oleada de violencia que aún persiste. Sin embargo, y a pesar de su argumento, es un libro optimista, que trasmite la alegría de vivir a través del recuerdo agradecido de una vida que realmente mereció la pena. Sin caer nunca en el sentimentalismo ni la ñoñería, es un muestra de admiración tanto por la figura paternal como por la figura pública. En este caso, se trata de una reconstrucción amorosa y paciente del personaje del padre. Al ensalzar su carácter optimista, comprometido, solidario, modelo de educación…, su asesinato se convierte en un verdadero acto de injusticia. No obstante, el hijo no pretende crear un héroe, sino que su visión trata de ser objetiva. De hecho, tuvo que esperar veinte años para trazar este retrato, distanciándose para ver mejor los detalles (tanto los positivos como los negativos), una vez se ha enfriado también el dolor. Aunque este libro no es una autobiografía, la presencia del autor es constante. Más que como una sombra de su padre, aparece como fruto de una educación novedosa, una educación que cuestiona los viejos valores de la tradición católica. Frente a ello, recibe una educación basada en el amor, en la confianza absoluta en su persona por encima de todo. Parece como si el escritor al que estamos leyendo, fuera el mejor legado de este médico. La novela también deja ver los inicios de la violencia en Colombia. Se centra en la ciudad de Medellín, donde reside toda la familia, adentrándose en la visión de las clases más desfavorecidas a través de la labor del padre. Contrasta profundamente con la imagen ofrecida de la sociedad dirigente de Medellín. De estas desigualdades e injusticias sociales, se deriva gran parte de los problemas de violencia en el país. Los viajes del médico por Asia y Estados Unidos, son solo algunas menciones de un espacio que se centra especialmente en mostrarnos el país sudamericano. Se narra la historia de toda una vida desde los ojos del hijo. Se hace mención a las generaciones precedentes, pero el autor se centra especialmente en la época de madurez de su padre. La obra abarca, pues, desde los años 60 hasta el año 1987, fecha del asesinato. Por último, el título, muy significativo, recoge la importancia del recuerdo como forma de alcanzar la vida, en este caso con varias referencias literarias claras. Concretamente el título procede de un poema de Borges encontrado en un bolsillo del padre el día que lo mataron: Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán y que es ahora todos los hombres y los que seremos. Ya somos en la tumba las dos fechas del principio y el fin, la caja, la obscena corrupción y la mortaja, los ritos de la muerte y las endechas. No soy el insensato que se aferra al mágico sonido de su nombre; pienso con esperanza en aquel hombre que no sabrá quien fui sobre la tierra. También están presentes Las coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique (las trascribe el autor, comparando las distintas muertes de ambos padres) o el soneto sobre la fugacidad de la vida de Quevedo. De hecho, el último capítulo del libro está dedicado a reflexionar sobre le sentido del recuerdo y del olvido. “Ayer se fue, mañana no ha llegado, hoy se está yendo sin parar un punto, soy un fue, y un será, y un es cansado.” En definitiva, un libro para leer, releer y recodar frente al olvido. + Leer más |
El libro es una biografía y una memoria sobre Héctor Abad Gómez, padre del autor Héctor Abad Faciolince, quién fue asesinado a manos de paramilitares por su labor social como defensor de los derechos humanos y denunciar las alianzas que se comenzaba a dar entre agentes del Estado con grupos al margen de la ley. La novela esta divida en varios temas que rodearon a la familia Abad Faciolince, la religión, el activismo del padre, los momentos felices y las tragedias; pero todo el libro esta hilado por un tema en común: el amor del autor a su padre. En mi mente me resuena 3 frases que podrían resumir y definir el libro: - La más bella carta de amor a un padre: Porque lo que prima en él, es la admiración de un hijo a su padre, quién siempre fue compasivo y amoroso con él. - Una persona en si misma: Porque muestra que la vida son muchas cosas, buenas y malas, que hay momentos felices y tristes; pero que sigue adelante. Los sentimientos son tan palpables que los transmite al lector. -Una larga conversación con el autor: Porque en ella está plasmada las más profundas reflexiones y pensamientos de Abad Faciolince sobre su familia y demás ejes que marcaron su infancia, su niñez, juventud y adultez. Lo más importante del libro no son los hechos, no esta narrado de forma lineal ni cronológica, los capítulos son marcados por un tema principal del cual el autor desprende los eventos relacionados con este; pero el que pasará es lo de menos, tanto que hay partes donde el autor dice que pasará, cosas muy importantes y que en otros libros no tendría lógica que se soltaran así sin más. Lo que verdaderamente importa es el sentimiento sobre el suceso, y de algún modo esa forma de narrar lo hace más humano. Si quieres seguir leyendo está reseña, te invito a mi blog artedelasletras.blogspot.com Enlace: https://artedelasletra.blogs.. + Leer más |
Considero que uno de los ejercicios más complejos a los que puede enfrentarse un escritor es al de narrar sus memorias, su autobiografía, o como en este caso la biografía de su padre y por consecución también la de su familia (que también termina siendo no en menor medida una radiografía del país que parece no cambiar), intentando mantener un balance estricto entre no caer en las adulaciones y tampoco menoscabar la memoria con duros juzgamientos inmerecidos por quien habita los recuerdos de la mente y el corazón. Es está no solo la historia cruda de una Colombia de élites, hegemonías y asesinatos, de un país que olvida fácilmente, que es totalmente imposible de desligar de la vida de un hombre público cuyos ideales lo llevaron a marcar diferencia de pensamiento, acción y obra; y aunque en el momento de recorrer estas páginas, y llegar al instante en que la violencia y está vida confluyen en un solo punto que decanta en la muerte de don Héctor Abad Gómez, y la empatía se desborda y se siente la rabia, el dolor y el vacío de la familia Abad Faciolince que representa el mismo dolor vivido por miles y miles de familias a las que décadas de guerra cruzada a arrebatado a sus seres queridos y que hoy sigue sucediendo de la misma manera premeditada en todo el territorio. No es porque de alguna forma se haya vuelto paisaje que quiera poner este arco de la narración en un segundo plano de importancia, solo es que ese inmenso valor para recordar desde su duelo eterno que ha tenido el autor para hablarnos del resto de la vida de su padre ha calado más hondo en mí. Debo decir que es esté un libro necesario y tremendamente honesto para el desahogo del escritor, pero también para la fortuna de quien lo lee, por esa forma clara que brinda el dominio y buen uso de las palabras para con ellas hacernos sentir que recorremos varias décadas de vida, pero sobre todo el poder estar presentes en una relación profunda de padre e hijo, cargada de amor, complicidad, lealtad y confianza como no suele verse en la ficción. Sin ser, ni querer parecer una relación perfecta es innegable la enorme cantidad de momentos armoniosos que contiene, la comunicación epistolar, las profundas reflexiones de la vida, la familia, la historia y el país que el padre transmite a su hijo, la forma en que cada uno en su forma y desde ese amor profundo que se profesan, exaltan sus virtudes con confianza, pero también reconocen sus errores, falencias y equivocaciones que se cometen aun teniendo las mejores intenciones y el deseo de hacer las cosas lo mejor posible. Una obra que debe ser leída por más personas, por su contenido conmovedor, familiar, por sus reflexiones profundas, por su honestidad y también por el valor histórico personal y cultural, por las luchas que se siguen dando en la búsqueda de un mejor país. + Leer más |
Mi libro, el que me devolvió el amor y la pasión por la lectura. No soy experta en literatura, ni tampoco voy a buscar soporte en Google para poder escribir sobre un libro, y no gustar hacer análisis ni explicar los personajes. Pero con este libro me doy el permiso de hacerlo, así lo haga mal. Susana, una mujer sin miedos, que cuenta como han sido sus amores, sí, ella es tan yo, qué es como si yo estuviera contando todos mis encuentros, Susana se metió en mi corazón, en mi alma y en mí cabeza, ella cuenta sus historias como yo las contaría, sin miedo sin tapujos, ya que yo también tuve, mi ornitológico, mi filosofo, mi fotógrafo y cada uno de sus amantes, posee ese erotismo y deseo de disfrutar de cada uno de sus placeres, por eso Yo soy Susana. Rodrigo, ese amigo que al escuchar esas historias se enamora de Susana perdidamente se convierte en su amante en su cómplice, el que la escucha sin señalar, pero que siente celos de todos esos amantes que ha tenido, en medio de todo ese amor, llega la desconfianza los celos y se convierte en forjador de su desgracia pues tratando de tenderle una trampa termina perdiendo ese amor, trampa que surge de sus celos sin fundamento. Y entre trampa desconfianza y celos termina la que hubiera sido un hermoso amor. Por la incapacidad de los dos de perdonar y seguir, se pierden de una manera dolorosa. Rodrigo pierde a su amor y Susana a su cómplice. Hoy terminé con lágrimas en mis ojos. Y esperando en mi corazón que ellos dos en algún lugar lejano puedan estar por fin juntos. + Leer más |
Esta novela fue publicada en el año 2014, después de ocho años sin publicar libros, es la primera novela que leo de este autor y la súper recomiendo. Héctor Abad Faciolince nació en Medellín, Colombia en el año 1958. Fue columnista de la revista Semana y últimamente escribe para El Espectador. La Oculta es el nombre de una finca ubicada en Jericó, Antioquia. Es la historia de una región, de una familia, de un país y una generación apegada a su tierra, toda la historia gira alrededor de La Oculta, contada a través de la perspectiva de los tres últimos herederos, tres hermanos que tienen opiniones completamente diferentes, pero que al mismo tiempo son espejos de las costumbres colombianas, mostrando los cambios familiares, los cambios de la sociedad y de la vida en general a través de los años. Cada narración permite conocer la vida en la finca con detalle y tener una perspectiva amplia de la sociedad antioqueña, los sentimientos de cada uno, sus vivencias, su apego o desapego a la finca, sus miedos; las narraciones dan un recorrido por la historia más trágica del país, pero también recorren sus campos, los amaneceres, los aspectos buenos del ser antioqueños y colombianos. Es maravilloso que a través de sus perspectivas, pueda rememorar mi vida en la finca, recordar el olor a lluvia, a tierra mojada, un anochecer silencioso, un arco iris de vez en cuando, mi infancia. La Oculta también me hace recordar el café, reconocer el proceso de producción a través de la historia, la tostión, la molienda, un proceso largo, muy largo para que finalmente tengamos una taza de café en la mesa; tener una finca puede parecer magnifico para muchos, para otros puede significar peligro, miedo o lejanía, así como estos hermanos lo narran, son perspectivas completamente diferentes, sin embargo amaban ese lugar, en el fondo del corazón sentían como suyo ese pedazo de tierra, que les trajo felicidad, amor, esperanza, también miedo, desgracia y tristeza. La Oculta es un árbol genealógico y una conexión mística con la tierra, una novela que describe una sociedad pujante, "hechada pa´lante", un reflejo de la sociedad colombiana. Quiero recomendarles 100% esta novela y este autor por supuesto, es una forma de adentrarse un poco a cosas que desconocíamos del país, reconocer la belleza del campo colombiano y esa conexión extraña que tenemos con la tierra, definitivamente una historia que vale la pena leer. + Leer más |
Un diario es una conversación íntima, es un relato del vivir cotidiano que intenta mostrar lo que se siente cotidianamente ante las situaciones propias de la vida; no es algo que se haga esperando ser publicado más tarde, es más un ejercicio en contra del olvido de lo cotidiano, una manera de recordar que nos hizo feliz un día, que nos disgustó de cualquier persona un día en particular y, sobre todo, es una narración de lo cotidiano. Luego de La oculta (Alfaguara, 2015) Héctor Abad ha decidido ir un poco lejos de la novela, género en el que ha sido más fecundo en los últimos años y adentrarse en un terreno poco explorado dentro de la literatura colombiana para entregar esta vez a sus lectores sus diarios entre 1985 y 2006, periodo de su vida que va desde la época en que un joven Héctor vive aún en Italia, pasando por el nacimiento de sus dos hijos, varias idas y venidas a Colombia, la muerte de su padre, sus primeros pasos como escritor y el primer paso de su libro más conocido por todo el mundo El olvido que seremos (Planeta,2006). Un libro del tipo es casi una rareza dentro de los autores colombianos, no sé si por la inexistencia de este hábito entre ellos, o simplemente por no tener un interés en publicarlo. Es este el primer elemento que hace a Lo que fue presente un libro importante dentro del ámbito nacional: es único entre los autores contemporáneos. El libro, que nunca fue escrito pensando para ser un libro; es un viaje por la vida del autor mucho antes de que comenzara su éxito como escritor, pero cuando ya sabía que quería dedicar su vida a escribir. Es un recorrido por las ciudades en las cuales vivió durante dos décadas, sus amores, desamores, sus temores, las impresiones que le quedaron al conocer a personas importantes del ámbito nacional y el desarrollo de sus novelas escritas durante este tiempo. Es, indirectamente, un viaje por la evolución de las historias que ya conocemos de la pluma de Héctor; es sentir como poco a poco las historias iban evolucionando para convertirse en las versiones finales que los lectores de Abad Faciolince conocemos ya. Personalmente esta es la primera vez que incursiono leyendo un libro del tipo, y ha sido un ejercicio bastante interesante que me ha llevado a explorar la obra de Faciolince desde puntos de vista diferentes a los netamente literarios (quizás el más frecuente de todos). Es también un viaje por la vida del humano común y silvestre que está detrás de la persona que firma el libro y que debe sobreponerse a las responsabilidades que tiene la vida cotidiana para poder hacer lo que ama, una realidad a la que se ven sometidos la gran mayoría de autores, y de la cual pocas veces los lectores nos damos cuenta (otra razón más para comprar los libros originales señores). Un libro que destila amor en todas las expresiones posibles a lo largo de sus páginas: amor por sus parejas, amor por sus hijos, amor por su familia, amor por lo que hace. Un libro que muestra desde múltiples perspectivas al hombre que se esconde entre sus escritos, un acto completamente heroico el de ponerse casi que desnudo, como un hombre cualquiera delante de sus lectores y mostrarles la dimensión humana, esa que a veces se pierde tanto; que se va escondiendo entre página y página dadas a los lectores. El libro me ha llevó a comprender mejor algunos pasajes de las novelas escritas por el autor durante el tiempo que abarcan sus diarios, pasajes que por momentos pasaron un poco desapercibidos ahora son más claros y me han dejado la tarea de volver a las novelas que leí en el pasado y a leer inmediatamente las que no he leído. En el libro hay un pequeño detalle de fina coquetería que engalana la edición presente; a lo largo de sus páginas hay varios fragmentos subrayados en rojo; que según el mismo autor no fueron escogidos muy a fondo para ser resaltados; algo que ha sido bastante curioso, pues hay unos de ellos que sí parecen escogidos a propósito para resaltar dentro del texto; o quizás sean una simple coincidencia. Quedan no solo las ganas de repasar los libros del propio Héctor, sino también de ahondar un poco más en los libros de los que habla en sus diarios, dan mucha curiosidad leerlos y descubrir el porqué de alguno que otro comentario que están descritos en el libro sobre esos títulos, el libro ha sido, para mí; una muy buena manera de encontrar otros libros pendientes por leer. + Leer más |
Tras las memorias en las que evocó el asesinato de su padre, Hector Abad Faciolince publica sus nada condescendientes diarios.
Enlace: https://www.elperiodicodeara.. |
Tras las memorias en las que evocó el asesinato de su padre, Hector Abad Faciolince publica sus nada condescendientes diarios.
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Ad portas del nuevo milenio, un grupo de notables autores hispanohablantes viajaron a conocer algunas de las capitales más interesantes del mundo: Moscú México D.F Pekín Nueva York, Madrás, Roma y El Cairo. A esta última ha ido Héctor Abad Faciolince, viaje que cuenta traspasando de vez en cuando esa delgada línea entre la ficción de sus escritos y lo real de su viaje. A leguas y sin necesidad de que pusieran el nombre del autor en la cubierta se sabe que el libro tiene la firma de Abad Faciolince. Esto se nota en esa primera persona que usa para narrar las historias y que ya es tan reconocible por todos. Acá de nuevo el protagonista mismo es quien narra la historia, mientras está en la capital de Egipto con sus dos esposas experimentando el viaje del cual debe escribir luego un libro. Este libro es un deleite de cabo a rabo de descripciones: de lugares, situaciones, clima, olores y todos los demás aspectos que uno se puede imaginar sobre una ciudad. Desde este punto de vista, el libro cumple con su objetivo principal: el narrar la ciudad emblemática en el nuevo milenio. Este libro no es solo el viaje del protagonista, pronto salen a la luz viajes que a lo largo de la historia han hecho otros autores a Egipto y que son el punto de partida para descubrir qué queda del Egipto de ese entonces y del Egipto faraónico. Acá salen a la luz los viajes de Twain, de Kipling y de Flaubert y de Holguín; todos ellos con ánimo de repetir alguna hazaña propia de cada uno o con ánimo de mostrar los cambios que ha sufrido Egipto con el correr del tiempo. Es un libro de contrastes, que todo tiempo está poniendo a lado y lado de la margen dos aspectos, bien sea de la cultura occidental y la oriental, el viejo y el nuevo Egipto, el Egipto escrito y el vivido en el viaje. Acá tiene cabida que se puedan narrar los acontecimientos propios del viaje y que se cuenten algunas historias sobre Egipto que vienen muy bien dentro del libro. Es así como se van intercalando lo vivido con lo leído, con lo sabido y con lo imaginado; en una mezcla de narración y de soliloquio del personaje principal cada vez que algo pasa. Este cambio fue el que a veces me hizo perderme en la historia, no sabía si estaba leyendo algo que había pasado durante el viaje o era alguna anécdota que el protagonista contaba; por lo cual tuve que volver un par de veces atrás para volver a tomar el hilo de la historia. No es un secreto que un viaje de este tipo supone un reto enorme, pues son bastantes los prejuicios que durante el desarrollo de la historia van quedando atrás porque no corresponden con la actualidad de la ciudad. Quizás sí lo fueron en otros tiempos, pero ahora El Cairo es un lugar donde convive el pasado faraónico con un presente más radical y con otros pilares muy diferentes, todo esto junto a los casi 10 millones de habitantes que tiene y con todas las historias que cada uno de ellos carga a sus espaldas. Un libro que vale la pena repasar antes de emprender su propio viaje al lugar donde, dicen, empieza Oriente. Un libro que deja el deseo de leer Las mil y una noches y de descubrir con ojos propios si El Cairo que describen sus páginas es igual o 20 años son suficientes para que la arena cubra todo lo que fue hace ya dos décadas. + Leer más |
Salvo mi corazón, todo esta bien es un libro-hijo de la pandemia, una novela que lleva en el título un fragmento de poesía del colombiano Eduardo Carranza; una novela inspirada en un personaje real, el sacerdote Luis Alberto Álvarez, alias « el Gordo » enfermo de insuficiencia cardíaca dilatada, que necesitó transplante cardíaco en Medellín, una ciudad al tope de la técnica por los miles de muertes en las décadas finales del siglo XX, con el corolario atroz de tener plétora de órganos para transplantar. Los capítulos del libro llevan en orden, todas las letras del abecedario, de A a Z. Ello correspondería a un código secreto del autor dónde la letra del capítulo corresponde a una palabra clave. El escritor Abad Faciolince conoció al personaje inspirador del cura literario (Luis Córdoba) y supo de la necesidad que tuvo de refugiarse en un domicilio más cómodo, más adecuado a su estado de salud precario, mientas esperaba el transplante. Por sus relaciones, el sacerdote llegó al hogar de Teresa, madre divorciada con dos hijos y una criada madre soltera. El hecho de que un cura conviviera con dos mujeres y tres niños bajo un mismo techo, desató la curiosidad del escritor y pensó en este libro, aunque advierte al lector que lo que pasó detrás las puertas, es pura ficción. Casi paralelamente, Héctor Abad Faciolince agravó una enfermedad cardíaca preexistente mientras escribía esta novela, lo que lo incitó a informarse sobre la patología cardíaca. El escritor piensa que esta relación fortuita entre los dos casos patológicos, explica el resultado con un texto muy íntimo. Es una novela que rebosa belleza, belleza por el lado bueno de lo humano : la amistad, la paternidad, la familia, el matrimonio (donde los de afuera quieren entrar y los que están adentro quisieran salir), las vocaciones, la música, los libros, la buena comida. Los narradores del libro son tres : Aurelio Sánchez un cura académico erudito en la Biblia y que ha convivido 20 años con el padre Luis Córdoba, el propio Luis Córdoba y Joaquín Restrepo el ex marido de Teresa, la tierna persona que acoge al padre Córdoba en su casa. Joaquín representa a los nuevos padres, esos que dejan esposa e hijos para ir a experimentar bajo otros techos. Luis Córdoba es un sacerdote sibarita, él ama la vida, irradia bondad, tolerancia y erudición. A sus 50 años deberá someterse a un transplante cardíaco y para estar en mejores condiciones de espera, irá a refugiarse a un domicilio con dos mujeres y tres niños. En este domicilio sin hombres, el cura descubrirá la alegría que le procura esta « paternidad » de procuración. Durante la estadía descubrirá el sentimiento de cariño que puede surgir entre dos personas, descubrir la sensación de que otra persona le toque su piel, una piel que nadie tocó desde su tierna edad. Aurelio Sánchez es un cura gay, no se avergüenza de reconocerlo y el tema permite adentrarse en el espinoso tema del celibato impuesto a los sacerdotes; además hay muchas reflexiones interesantes sobre la religión, la muerte, la dualidad entre el cuerpo y el espíritu. Héctor Abad Faciolince es un ateo convencido y supo escribir con gran humanidad sobre dos curas rebosantes de bondad y de tolerancia hacia el prójimo. Un libro que irradia cierta belleza del alma. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. + Leer más |
Pueden existir en el mundo libros que buscan revindicar las profesiones que han ido perdiendo ese prestigio que siempre las caracterizó, en este caso es ser PRESBÍTERO, en una sociedad donde ellos se han visto sumergidos en escándalos no muy gratos, estos mismos opacan a todos aquellos que han llevado esta profesión en su piel, en su alma y corazón, y que han sido rectos en su práctica. Salvo mi corazón, todo está bien, es la historia de dos presbíteros que llevaron su vocación a carta cabal y sin llegar a pisar esas líneas de escándalo que hoy los cubre, pero a su vez fueron presbíteros perseguidos por sus superiores por practicar lo que ellos consideraban estaba mal hecho, como era amar la ópera, el cine y practicar el bien por los menos necesitados y también por renunciar a sus pasiones más humanas como fue Lelo. Luis el protagonista de esta historia fue un hombre cumplidor de su celibato, pero al mismo tiempo un amante de las artes, la música y la buena comida, esta última fue la que al final de su vida lo llevó a un desenlace donde descubrió los placeres del vivir en un hogar, descubrir la calidez y la ternura de las mujeres y los niños, sí, los niños pues a pesar de ser presbítero siempre deseo ser padre, padre que pudo ser por sus problemas de salud asi fuera de manera putativa. Joaquín, un hombre, se podría decir cansado de la vida conyugal de ser padre o simplemente deseoso de vivir todo aquello que dejó por ser obligado por su madre a casarse, porque en esa época los matrimonios en su gran mayoría eran obligados, más aún si la mujer estaba en embarazo, pero él nunca dejo de amar a su esposa de admirarla, ni mucho menos no quería a sus hijos, simplemente quería vivir, y para eso abandonó su hogar. Son varias historias entretejidas por la familia, la amistad, la religiosidad, el ateísmo, el dolor y la alegría. Para mí un libro fascinante que se lee de manera fácil, en ocasiones se llora, se ríe y sobre todo se aprende del funcionamiento del corazón, de ópera de poesía y de cine. Para el autor su mejor libro dicho por el mismo es angosta, para mí también pero luego de leer el ultimo puedo decir que quedaron al mismo nivel y son las obras más hermosas de HAF. + Leer más |
Esta ha sido mi primera aproximación al autor, Héctor Abad Faciolince, y me ha gustado su manera de escribir y de contar la historia. He tardado un mes en terminar el libro pues le daba prioridad a otras historias, pero he de decir que todos los ratos que he dedicado a su lectura me han resultado muy satisfactorios. El personaje principal, Luis Córdoba, está basado en un personaje real que conoció el autor, un sacerdote bonachón, experto en cine y amante de la ópera, crítico de cine, amante del buen comer, grandote y gordo, que dejó un imborrable recuerdo en todos aquellos que le conocieron y fueron sus amigos. La historia nos la cuenta principalmente su amigo y compañero de vida y sacerdocio, Aurelio, al que conoció en el seminario. Vivieron juntos en un piso propiedad de Luis durante muchos años, hasta que Luis, muy enfermo del corazón por una cardiopatía y pendiente de un trasplante, tuvo que cambiar de residencia a una casa sin escaleras y cerca de la clínica donde debería acudir cuando encontraran un corazón compatible, cosa harto difícil dada la envergadura del sacerdote. Aurelio, a petición de un amigo común que quiere escribir una biografía del sacerdote, va llenando cuartillas con retazos de la vida de su amigo, sobre su vida de sacerdocio y su dedicación al cine y a la ópera, y sobre todo, al tiempo que pasó en la casa de una buena amiga, recién separada y con dos hijos pequeños, que lo acogió cuando ya su corazón estaba muy maltrecho. En esta casa, conviviendo con dos mujeres y tres niños, "el gordo", que así le llamaban sus amigos, se replanteó toda su vida y apreció la vida familiar y el matrimonio, todo lo que él no tuvo por ser sacerdote, ejerciendo de "padre" y "cabeza de familia", pasando así sus últimos meses de vida, con la esperanza de que, con un nuevo corazón, podía empezar una nueva vida, quizá diferente de la que había vivido. Algunos tramos de la novela son muy específicos, sobre las dos pasiones del protagonista, el cine y la ópera, y también sobre aspectos médicos de la cardiopatía que sufría y de la operación a la que fue sometido. A mí, personalmente, no me pareció pesado de leer, al contrario, fue didáctico. Me ha parecido una historia muy entrañable, con un lenguaje muy cuidado, que me ha proporcionado, como ya he comentado anteriormente, muy buenos ratos de lectura amena y entretenida, siempre desde mi muy subjetivo punto de vista, y me anima a seguir conociendo al autor. Mi próxima lectura será "El olvido que seremos", obra muy reconocida y con muy buenas críticas, que será una buena manera de seguir conociendo al autor, tanto a nivel personal como literario. ¡Feliz lectura! + Leer más |
Luis Cordoba al que todo el mundo llama «el gordo» sufre una cardiopatía que le hace cambiar sus hábitos y hasta su residencia habitual, cerca de la clínica donde tienen su historial médico y donde recibirá mejores atenciones. Lelo, amigo y compañero de «el gordo» nos relata las aficiones de ese cura y parte de su vida, desde que se conocieron, nada más ordenarse como sacerdotes. La novela no me ha gustado. Lelo hace un recorrido sobre las particularidades de Luis y se recrea en darnos unas clases de cine y ópera, bajo mi punto de vista, demasiado extensas. Habla de un montón de personajes que estuvieron en contacto con Luis y que en ocasiones, bastantes, no entiendo el por qué aparecen en la novela. Quizá al ser una historia basada en Luis Alberto Alvarez Córdoba, el autor metió todo lo que tenía sobre ese afamado sacerdote. La novela plantea, ante una enfermedad, como los personajes se cuestionan su forma de vida. Todo desde el punto de vista de dos sacerdotes, que se replantean, entre muchas otras cosas, su religión y la incompatibilidad con formar una familia. Me ha resultado una lectura pesada, sobre todo cuando se recrea en leernos todo el historial clínico de un hombre y explicarnos hasta los términos médicos. Según parece este autor tiene muy buenas novelas, aunque me temo que he ido a tropezar con una que no me ha convencido. Espero tener más suerte con la siguiente. Salvo esos pequeños detalles, y aunque a mí no me ha gustado, el señor Abad escribe muy bien. + Leer más |
Es una gozada leer a Héctor Abad. Qué sensibilidad, que capacidad descriptiva, que forma de pintar con el lenguaje y de perfumar las páginas con ese castellano de Medellín que, aunque lo estés leyendo, suena en tu cabeza como una música deliciosa. El argumento es simple: un cura culto, inspirado en un personaje real, amante del cine y de la ópera es trasladado a una casa en la que no tenga que subir escaleras mientras espera un corazón que le pueda ser trasplantado. A partir de ahí, el Sr. Faciolince construye una biografía novelada o novela biografiada o lo que sea, en la que manteniendo al protagonista como tronco va formando una estructura sólida a partir del ramaje que envuelve ese tronco. Mejor aún: la imagen es la de un corazón con todas las ramificaciones venosas y arteriales que salen y llegan a ese corazón. El corazón es Luis Córdoba, el protagonista. Y de él parten y a él llegan las diferentes historias que al final conforman un todo. Nos queda entonces una historia de amor, de amistad, de familia, de aspiraciones y deseos pero también de tristeza, de envidias, de incapacidades, de debilidad. Es una novela de personas buenas e imperfectas siempre en busca de algo, siempre dejando algo atrás. En fin, sobra decir que recomiendo encarecidamente su lectura porque a no ser que tengas un corazón de granito logrará emocionarte. + Leer más |
Me resulta difícil poner por escrito lo que este libro me ha hecho sentir. La narración, como una recopilación de anecdotas de la vida de Luis Córdoba, un cura "no tan cura", hecha por su compañero "de profesión" Aurelio (el entrañable Lelo), nos va llevando a saltos por la vida de estos curas y a la vez nos encontramos con un libros sobre familias, de la forma que sean, pero basadas en el amor.Como he oído al autor en una entrevista, no es fácil escribir sobre curas y que no sean pederastas, una "mancha" que cae sobre toda la Iglesia aunque no todos lo sean. Y estos curas basan su vida en dar un mensaje de felicidad.
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Este libro es original en su presentación y es exactamente la continuación del maravilloso "El olvido que seremos". Tiene buena prosa con 3 relatos. El primero es la búsqueda del origen del poema que se halló en el bolsillo de su padre en el día del asesinato en Medellín. Finalmente se trata de un inédito de Borges. Aquí hay buenas ideas acerca de lo que es la memoria, con el juego del tiempo, que olvida y superpone. |
¿En que año nació Marcel Proust?