Esta ha sido mi primera aproximación al autor, Héctor Abad Faciolince, y me ha gustado su manera de escribir y de contar la historia. He tardado un mes en terminar el libro pues le daba prioridad a otras historias, pero he de decir que todos los ratos que he dedicado a su lectura me han resultado muy satisfactorios.
El personaje principal, Luis Córdoba, está basado en un personaje real que conoció el autor, un sacerdote bonachón, experto en cine y amante de la ópera, crítico de cine, amante del buen comer, grandote y gordo, que dejó un imborrable recuerdo en todos aquellos que le conocieron y fueron sus amigos.
La historia nos la cuenta principalmente su amigo y compañero de vida y sacerdocio, Aurelio, al que conoció en el seminario. Vivieron juntos en un piso propiedad de Luis durante muchos años, hasta que Luis, muy enfermo del corazón por una cardiopatía y pendiente de un trasplante, tuvo que cambiar de residencia a una casa sin escaleras y cerca de la clínica donde debería acudir cuando encontraran un corazón compatible, cosa harto difícil dada la envergadura del sacerdote.
Aurelio, a petición de un amigo común que quiere escribir una biografía del sacerdote, va llenando cuartillas con retazos de la vida de su amigo, sobre su vida de sacerdocio y su dedicación al cine y a la ópera, y sobre todo, al tiempo que pasó en la casa de una buena amiga, recién separada y con dos hijos pequeños, que lo acogió cuando ya su corazón estaba muy maltrecho.
En esta casa, conviviendo con dos mujeres y tres niños, "el gordo", que así le llamaban sus amigos, se replanteó toda su vida y apreció la vida familiar y el matrimonio, todo lo que él no tuvo por ser sacerdote, ejerciendo de "padre" y "cabeza de familia", pasando así sus últimos meses de vida, con la esperanza de que, con un nuevo corazón, podía empezar una nueva vida, quizá diferente de la que había vivido.
Algunos tramos de la novela son muy específicos, sobre las dos pasiones del protagonista, el cine y la ópera, y también sobre aspectos médicos de la cardiopatía que sufría y de la operación a la que fue sometido. A mí, personalmente, no me pareció pesado de leer, al contrario, fue didáctico.
Me ha parecido una historia muy entrañable, con un lenguaje muy cuidado, que me ha proporcionado, como ya he comentado anteriormente, muy buenos ratos de lectura amena y entretenida, siempre desde mi muy subjetivo punto de vista, y me anima a seguir conociendo al autor. Mi próxima lectura será "El olvido que seremos", obra muy reconocida y con muy buenas críticas, que será una buena manera de seguir conociendo al autor, tanto a nivel personal como literario.
¡Feliz lectura!
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