El lago

Una novela de una de las escritoras contemporáneas japonesas más conocidas y prestigiosas.
Banana Yoshimoto es el pseudónimo que utiliza Mahoko Yoshimoto. Nos presenta una novela emotiva e hipnótica, ya que entras en la historia y no quieres salir.

Una novela corta que la lees en unas horas pero que después la pensarás y disfrutarás de su intensidad durante mucho más tiempo.

Un gran deseo te recorre, quieres saber como se resolverá la pequeña intriga que se ha ido creando alrededor de uno de los personajes principales, Nakajima, que junto con Chihiro, crearán el entorno en el que nos vamos a mover y una relación que se irá desarrollando tras cada página, mientras ellos van conociéndose y nosotros también.

Al principio, Chihiro y Nakajima, se miran desde sus habitaciones a ambos lado de la calle, después comienzan a saludarse, y un poco más adelante, ya conviven juntos en el piso de Chihiro.

Tienen, sobre todo, un elemento en común, pues ambos han sufrido la pérdida de la madre y este dolor es el que los une, aunque después irán apareciendo muchos más elementos y situaciones extraordinarias que decantarán su futuro inmediato.

Surgirá el amor, aunque es un amor extraño, yo también diría que bastante irracional.

Después, bastarán tan solo unas cuantas páginas, para desvelar el gran enigma, que te ha mantenido pegada a la historia.
Y pegada también a la excelente escritura y a sus descripciones impecables. Y puedo asegurar que como lectora, he ido saboreando de principio a fin, la extraordinaria creación que nos ha presentado su autora.

Es de las historias en la que todo nos parece extraño. Todas las situaciones las vivimos como en una especie de sueño, nada parece real.
Creo que también puede deberse a la manera tan peculiar de escribir de los autores orientales, y no podemos juzgar desde nuestros estereotipos occidentales, sería una locura aberrante.

Veamos, al principio los padres de Chihiro, aunque se aman, nunca llegan a vivir juntos, cuando su madre muere, Chihiro se va a estudiar arte y vivir a la ciudad y se convierte en una artista mural.

Conoce de una forma espectacular, como ya he comentado, a Nakajima, un chico de su edad, el ritmo de su relación va creciendo y se unen, forman una pareja muy peculiar, pero en las que el amor llega de forma pausada, crece con lentitud y también con belleza, y llega a convertirse en un amor intenso.

Una artista mural y un estudiante de genética médica conviven, se aman y hacen planes de futuro. Nos sentimos cómodos entre las páginas, pero la intriga que va apareciendo también nos mantiene expectantes.

Pero y ¿el lago? Da título a la novela y por supuesto va a ser importante y fundamental en la historia.
Sin embargo, ya nos acercamos al final y después de las confidencias de Nakajima hacia Chihiro, por fin se resuelve la intriga y llegamos temerosos al lago, junto a ellos. Ya estamos en el lago.

Y allí nos iremos a una casa en la que nos encontraremos con unos antiguos amigos de Nakajima, y con ellos, también estamos nosotros y comprenderemos su explicación y la intriga.

Con un estilo fluido, muy asequible, fresco, aunque también vigoroso nos hace vislumbrar , además, una cierta desolación cultural de un Japón contemporáneo donde percibimos la desilusión de su juventud que nos lleva a tomar partido por la sencillez del mundo natural.

Os toca leerla, bueno, si queréis, por supuesto es una manera de expresarme y no descubrir nada más.

Porque el lago puede que vaya más allá de nuestros sentidos. Fantástica lectura. Y sí la recomiendo.

No me creo que esta belleza la tuve que leer en un comentario de una amiga mía.
Esta historia es corta, pero toca temas tan sensibles que no se por donde empezar.
Estamos hablando de la historia de una joven que se llama “Chihiro” que vive en Tokio.
En general la historia es muy bonita de amor con un halo de misticismo. Libro recomendado

🌿
«Cuando estabas con papá, relajada, parecías siempre una jovencita. Los dos erais como niños. Sólo que la sociedad, la opinión de la gente, os impedía estar juntos, ¿verdad?
Tampoco teníais la valentía, o el coraje, de conseguir estar juntos los dos, ¿no es así? Y acabaste tus días viviendo una vida provisional en vez de una vida auténtica, ¿verdad?»

Leo a Banana Yoshimoto a cuentagotas pero la disfruto al máximo. Suena contradictorio, lo sé. En realidad se podría decir que mi relación con ella lo es, un tanto contradictoria sí. La adoro y a la vez siento rabia hacía ella. Adoro su forma de narrar, transmitir y plasmar. Lo hace de una forma muy bella, muy sentida. Adoro como me atrapa, me envuelve y me hace ser un personaje más. La adoro pero la leo muy de vez en cuando, única y exclusivamente cuando siento que es su momento, cuando mi "estado" es el adecuado. ¿Y la rabia? ¿Dónde está? Pues la rabia suele aparecer cuando llego al punto final. Una rabia intensa, originada por diferentes motivos. Rabia porque he vuelto a caer en sus garras. Rabia porque me deja hecha polvo. Rabia porque he tardado tanto en leerla de nuevo, en disfrutar de otra de sus historias. Rabia porque me es imposible describir todo lo que me hace sentir.

«La felicidad que has sentido no la descubres hasta después. Tal vez sea porque las sensaciones físicas, como los olores o el cansancio, no pertenecen al mundo de los recuerdos. Lo único que surge en la memoria son las cosas positivas. Y aquellos episodios del pasado que decides que fueron felices los revives de las formas más impensables.»

El dolor, el duelo y la muerte siempre tienen presencia en sus obras. ¿Presencia? En realidad eso se queda corto, se podría decir que tienen todo el peso de la historia. Personajes totalmente destrozados que te abruman, te golpean. Personajes que pasan a formar parte de ti, les coges un cariño especial. Deseas poder traspasar las páginas para estar a su lado.
Me niego a decir más sobre este libro ya que considero que cuanto menos se sepa de él, mejor. Simplemente hay que leerlo dejándose llevar y con pies de plomo ya que se sale de él con el corazón encogido, por no decir roto.
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La historia de El lago nos presenta a dos personajes, Chihiro y Nakajima. Ambos jóvenes adultos rotos por la muerte de sus respectivas madres. Conforme pasan las páginas iremos descubriendo que hay mucho más que un simple duelo.

Creo que lo mejor del libro sin duda es la exaltación que se hace de la figura de la madre, de lo que representa una madre para cada persona. Los personajes se rompen en pedazos con la ausencia de éstas. Pedazos que jamás se pegan por completo, tras una pérdida así. Aún así, una se cruza en el camino del otro para salvarlo. Y de esa manera salvarse también ella. Los pedazos puede que nunca terminen de pegarse por completo, pero si lo suficiente.

En definitiva, me ha gustado mucho. Me hizo tener en mente todo el tiempo a mi madre y comprender, más aún, lo bonito que es cada día con ella, por anodino o rutinario que parezca. Y eso, ya es mucho.

Recomiendo encarecidamente al que lea la edición castellana y conozca algo de la historia japonesa más actual, que no lea la sinopsis, pues te estropea parte de la sorpresa final.

Quinto libro que leo de Banana Yoshimoto, y esta mujer cada vez me gusta más. Se me van acabando. Lloro:(.

Si, las personas ponemos filtros a nuestros sentimientos. Las personas ponemos filtros a la realidad para atenuarla, degradarla, y así poder digerirla mejor, sobre todo si lo que hay que digerir es la muerte. La muerte de una madre, "un camino que todos tenemos que recorrer", si, pero eso no lo hace menos doloroso.
Chihiro y Nakajima son dos almas que se encuentran y que comparten el dolor de haber perdido una madre, aunque sus circunstancias sean muy diferentes (¡y tanto! la historia de el es espeluznante: fue secuestrado cuando era pequeño por una secta, y su madre incluso apareció en la televisión pidiendo clemencia a los secuestradores)
En el fondo, esta es una historia donde chica conoce a chico, entablan una amistad que se va volviendo cada vez más seria, más comprometida, más madura...y ya está. Simple, como todo lo que escribe B. Yoshimoto, si, pero con evocaciones y reflexiones que, a veces te ponen los pelos de punta, y otras te hacen sonreír. Afrontar el futuro con esperanza es lo que hacen ambos protagonistas, superando sus respectivos duelos en compañía.
Una encantadora historia, trágica, sensible, divertida, "extraña", y muy recomendable de leer.