La edad de la inocencia

Ya comenzaba a entender por qué los hombres casados como él no siempre podían ceder de inmediato a sus primeros impulsos

Había vivido en un mundo en el cual, según dijo, nadie que ama las ideas padece hambre mental

El vestido es su armadura, su defensa contra lo desconocido y es su desafío

Vio de inmediato cómo encajarían bien una vez en su propio ambiente. No temía ser oprimido por ella, pues su vida artística e intelectual seguiría igual, como siempre había sido, fuera del círculo doméstico; y dentro de este no habría nada pequeño ni rígido

Pasara lo que pasase, Archer sabía que ella siempre sería leal, valiente y sin resentimientos. Y eso lo comprometía a practicar las mismas virtudes

No había motivo para emancipar a una esposa que no tenía la más remota noción de que no fuera libre

Se preguntaba si cada vez que oyera aquellas dos sílabas el mundo que había construido con mimo se desplomaría como un castillo de naipes

Pero nada podrá pasar ahora mientras estemos los dos juntos, ¿Verdad, Newland?

Hubo una época en la que Archer tuvo una opinión definida y casi agresiva cerca de estos problemas, cuando todo lo que concernía a los modales y costumbres de su pequeña tribu le parecía cargado de un significado universal

Las cosas que habían llenado sus días le parecían ahora como una parodia infantil de la vida, o como esa discusiones de eruditos medievales sobre términos metafísicos que una nadie entendió