Bajo sus bromas acechaba la estéril amargura de un hombre, todavía joven, que había luchado y se había dado por vencido
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Bajo sus bromas acechaba la estéril amargura de un hombre, todavía joven, que había luchado y se había dado por vencido
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Se asombro de ver que su rostro se teñía de rubor y que se acentuaba sin poderlo remediar
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El individuo es casi siempre sacrificado a lo que se supone que es el interés colectivo; la gente se apega a cualquier convención que mantenga unida a la familia, que proteja a los hijos
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Tal vez sea un error ver todos los días a la misma gente
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No podía imaginarse a May Welland, en cualquier emergencia, pregonando sus problemas personales ni prodigando sus confidencias a hombres desconocidos; y nunca le pareció más fina ni más hermosa que en esos días
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La verdadera soledad es vivir entre esta bondadosa gente que solo invita a alguien para lucirse
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Eres tú la que debe enseñarme a mí, abrirme los ojos a cosas que están delante de mí desde hace tanto tiempo que ya no las veo
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La pobre Medora, varias veces viuda, siempre regresaba para instalarse (cada vez en una casa económica), acompañada de un nuevo marido o de un niño adoptado
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Se sintió oprimido por esta creación de pureza ficticia, recreada con tanta habilidad por madres, tías, abuelas y antepasadas enterradas hacia muchos años
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Todos vivían en una especie de mundo de acertijos, donde lo verdadero nunca se decía ni se hacía ni se pensaba
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises