Canción dulce

Hace más de una semana que terminé este libro y aún trato de reponerme y poner palabras a lo que este libro me ha hecho sentir...

Es lo primero que leo de la autora y he de reconocer que su estilo, me ha gustado. Más allá de eso, no puedo decir que sea un libro que recomendar a las primeras de cambio.

Con un inicio brutal (la niñera ha matado a los niños), Leila nos adentra en una historia oscura, sórdida y muy incómoda por momentos. Si a priori pudiera parecer que estamos ante un thriller, nada más lejos de la realidad.

Estamos ante un libro de crítica social, que saca a la palestra temas tan incómodos como el machismo, la conciliación, el clasismo, la difícil dicotomía entre el desarrollo personal o profesional tras la maternidad...

Con un final completamente abierto (que no da las respuestas que a priori el lector busca) es un libro de poso, que se lee rápido por lo breve de los capítulos y porque sus pocos personajes te atrapan desde el principio. Un libro que me ha hecho sufrir, por momentos, querer dejar de leer, pero a la vez, con ansias de querer saber más.

¿Os parece normal? ¿Algún libro que os haya incomodado hasta el tuétano?

Conciliación es una de las palabras más empleadas hoy en día por quienes dan el paso de ser padres y madres, pero también es una de las más vacías. Muy pocos son los países en los que existe una eficiente conciliación entre la vida familiar y la laboral, y mientras tanto las parejas con hijos se afanan en montar un puzle en el que rara es la vez que no falta una pieza, o tarda en aparecer o se extravía por un tiempo, y desluce eso que llaman criar sin renunciar.

Podría deciros que Canción dulce habla de eso, de un matrimonio con hijos, de una madre que quiere recuperar su carrera profesional, de una niñera aparentemente perfecta que llega a salvar la situación; pero os mentiría. Canción dulce habla de muchísimo más.

Con un inicio desgarrador, Leila Slimani abre la caja de Pandora de todos nuestros miedos. ¿Conocemos verdaderamente a las personas a quienes confiamos a nuestros hijos? Y una vez sembrado el temor, una vez desatada la sospecha, la incomprensión, la angustia... nos lleva a través de una cuenta atrás en la que no hay lugar para la empatía, solo para la incomodidad porque la canción dulce se vuelve amarga cuanto más se carga de temática social desgraciadamente actual.

Conmigo ha cumplido su cometido: me ha impactado, dolido, desagrado en ocasiones y con todo ello sacudido. Me ha abierto los ojos al lado más oscuro, ese del que no queremos saber a pesar de no poder negar su existencia. Y lo ha hecho con un estilo literario que me ha conquistado por completo.

No puedo recomendar este libro sin cortapisas. Has de estar preparado o preparada para entrar en una atmósfera que no deja pasar ni un rayo de luz. Pero si puedo animarte a probar a Slimani pues a mi vida ha llegado para quedarse.

Myriam y Paul tienen 2 hijos. Myriam no se encuentra feliz en su papel de madre dedicada, necesita algo más, por eso cuando se encuentra con un amigo de la facultad y este le ofrece trabajo en su despacho de abogados no se lo piensa y acepta el trabajo. Para poder hacerlo necesita encontrar a una niñera que se ocupe de sus dos hijos, es cuando aparece Louise, una mujer viuda y de aspecto angelical que pronto encandila a Mila, la hija mayor del matrimonio. Poco a poco la imagen que tienen de Louise irá cambiando.

Me ha gustado mucho este libro, es de estos libros que empiezan por el final y te va contando que sucede para llegar a esos acontecimientos. de lectura muy fluida y capítulos cortos me ha tenido enganchada desde el principio. Me ha resultado intrigante y perturbadora a partes iguales. Según avanzaba la historia iba cambiando mi idea de los personajes, al principio el matrimonio me parecía un poco odioso y eso me hacía empatizar con Louise, pero al ir metiendome un poco en la vida de esta y su psique mi idea iba cambiando.

Un libro que dentro de ser un thriller esconde mucho de psicología y carga social, la diferencia de clases y la inmigración están presentes durante toda la novela.

Totalmente recomendada.

Es el segundo libro de Leïla Slimani, ganador del Goncourt 2016 y llevado al cine en 2019 por Lucie Borieteau (película excelente). La historia, terrorífica, se inspiró de hechos reales acaecidos en Nueva York.
Hay dos temas fuertes en el libro : la historia de la asistenta, Louise, en el seno de esta familia tan « normal » y la extraña personalidad de Louise.
La asistenta se ocupará de dos niños pequeños cuyos padres han decidido no asumir la crianza. El padre es músico, siempre de viaje, es él quien « llena la cacerola » a fin de mes. La madre es jurista y después de tener dos críos seguidos, se siente atrapada en una rutina que la desvaloriza. Tiene la suerte de poder comenzar un trabajo interesante con un ex compañero de universidad.
Necesitan urgentemente una asistenta. Prefieren una francesa por el idioma y las costumbres. Se presenta Louise, con buenas referencias, les cae bien y la contratan.

Louise comenzará a invadir todos los sectores. Se ocupa principalmente y con excelencia de los niños que la adoran, pero algo suena falso al lector. Se prende una luz roja, la luz roja de la duda. Porque Louise resulta demasiado perfecta y la perfección no es de este mundo…
Sobre Louise sabremos muy poco y lo poco, resulta inquietante. ¿Qué pasó con su hija Stéphanie y con su marido Jacques?
El final de la historia está anunciado al principio del libro y queda al libre albedrío del lector.

Para mi, Louise tiene una personalidad psicótica, muy enquistada y me parece que prepara sus fechorías envuelta de una rabia fría, implacable.
Lectura adictiva y terrorífica.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..

«Louise no contesta, o apenas, y las niñeras comprenden su silencio. Todas tienen secretos inconfesables. Ocultan recuerdos horribles de sumisión, humillaciones, mentiras. Recuerdos de voces que apenas se oyen del otro lado del teléfono, conversaciones que se cortan, seres queridos que se mueren sin que hayan podido despedirse de ellos, dinero reclamado día tras día para un niño enfermo que ya no las reconocerá y se habrá olvidado del sonido de sus voces.»

Leer Canción dulce es como escuchar la grabación de una nana que se va distorsionando, que chirría, que cada vez se vuelve más oscura, que se entrecorta y rebobina una y otra vez. La historia, que comienza con el asesinato de unos niños a manos de su niñera, va retrocediendo en el tiempo para intentar explicar, si acaso eso es posible, qué ha ocurrido, qué es lo que ha pasado para que esa canción suave, lenta y melodiosa acabe convirtiéndose en una pesadilla en la que todas las notas están fuera de lugar.

Leila Slimani teje una historia que bajo la premisa de un thriller aborda cuestiones como la maternidad, la precariedad o el racismo. Y como lectora te haces y eres testigo de preguntas. Qué ocurre cuando eres madre y esa vida idealizada que habías imaginado no se da, cuando tienes ganas de trabajar y la culpa por no cuidar de tus hijos te carcome, cómo lidiar con esa burbuja que al romperse te enseña que no existe la opción de no renunciar a algo; qué es lo que pasa cuando toda tu vida ha consistido en atender, cuidar, y nunca has tenido un espacio al que considerar propio; cómo defender tus derechos cuando las deudas y compromisos te ahogan y obligan; cómo se huye de la depresión, la tristeza o la ansiedad si apenas tienes tiempo de procesar tus opciones, si estas no existen.

Con el ritmo acelerado propio de su género, este libro explora en profundidad a cada uno de sus personajes, retrocede en el tiempo, intercala diferentes punto de vista de vecinos o personas que conocían a Louise, la niñera, y deja que tú mismo vayas sacando tus conclusiones.

Leer Canción dulce es escuchar esta nana e ir ahogándote con ella, es leer frenético.

Los primeros párrafos son demoledores. Abres las páginas sin saber a lo que te enfrentas y quedas abatida. Aún no conoces a los personajes pero la tristeza te inunda de tal man que necesitas respuestas. ¿Cómo hemos llegado hasta ahí? ¿De dónde surge ese horror? Slimani nos ha atrapado en su tela de araña.

Myriam es madre de dos niños pequeños y decide reincorporarse a la vida profesional. La única alternativa para hacerlo es contratar una niñera, de modo que junto a su marido realiza varias entrevistas y seleccionan a Louise, una mujer de apariencia delicada que conecta rápidamente con los hijos de la pareja. Y ahí empieza a gestarse la tragedia.

Sin embargo, la novela no es un thriller psicológico sin más. Aparte de la trama cuyo desenlace conocemos desde las primeras páginas, hay en este libro un fondo de reflexión y crítica que le da mayor relevancia: desigualdad social, modelos de crianza, exigencias sociales a la maternidad, enfermedad mental, soledad.

Me resultó imposible mantenerme tranquila durante su lectura. ¿Por qué Myriam no reacciona? ¿Nadie ve las señales? ¿Hasta dónde somos capaces de ceder a cambio de no perder determinadas parcelas de nuestra vida?

Que nadie crea que podrá leerlo como mero pasatiempo, esta historia es de las que se acomoda en tu cabeza y resonará por mucho tiempo.

Con un principio potente que te deja sin palabras y que es como empezar por el final:

El bebé ha muerto. Bastaron unos pocos segundos. El médico aseguró que no había sufrido. Lo tendieron en una funda gris y cerraron la cremallera sobre el cuerpo desarticulado que flotaba entre los juguetes. La niña, en cambio, seguía viva cuando llegaron los del servicio de emergencias...

Myriam y Paul son un matrimonio que tienen dos hijos, Mila y el pequeño Adam. Ella es abogada pero no ejerce, se dedica a cuidar y criar a sus hijos. Un día se encuentra con un antiguo compañero de facultad que le propone trabajar en su bufete. Decide reemprender su actividad laboral a pesar de las reticencias de su marido.

Siempre se negó a admitir que los niños fueran un obstáculo a su éxito, a su libertad. Como un ancla que arrastra hasta el fondo, que empuja la cara del ahogado hacia el fango. Saberlo la sumió al principio en una profunda tristeza. Lo consideraba injusto, en extremo frustrante.

Después de un minucioso proceso de selección para encontrar a la persona indicada, se deciden por Louise, que parece ser la niñera perfecta. Además de ganarse fácilmente el cariño de los niños también se encarga de otros trabajos de la casa, con un horario flexible y verdaderamente eficiente. Se convertirá poco a poco en imprescindible para la familia. Tomando incluso algunas decisiones que no le corresponden.


Los trastos inútiles han desaparecido. Con Louise, nada se acumula, ni la ropa ni los cacharros sucios, ni las cartas que uno se olvida de abrir y encuentra de pronto debajo de una revista atrasada. Nada se pudre, nada caduca. Nunca descuida nada. Es meticulosa. Anota todo en una libreta con tapas de florecitas. Los horarios de la clase de danza, de la salida del colegio, de las citas con el pediatra. Anota el nombre de las medicinas que toman los niños, el precio del helado que les compra cuando los lleva al tiovivo y la frase exacta que le ha dicho la maestra...

Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama. Conoceremos el pasado de Louise. Intentaremos entender lo que pasa por su cabeza y los motivos por los que llega a comportarse de esa manera, en ocasiones difícil de entender. Es un personaje complejo que me ha provocado sentimientos encontrados, y no he conseguido empatizar con ella del todo.

Canción dulce es una interesante e inquietante novela en la que se revelan una serie de problemas de nuestra sociedad, como pueden ser la soledad, la incomunicación, los prejuicios de clase y culturales.
Enlace: https://lasmilyunahistoriasd..

Poco misterio con el desenlace de la historia ya que nos golpea desde el primer capítulo. Lo que nos interesa son, pues, las causas de ese drama nacido de una obsesión, que la autora nos describe con un estilo intimista, terrible en su agotadora banalidad. Entre esas continuas gotas que acaban con Louise, vemos escenas del presente y de otra vida que contrastan con el desarrollo de la narración.

Me esperaba más de este premio Goncourt 2017, aunque ha sido muy entretenido y la descripción de las mentes me ha gustado mucho. Me pregunto cómo habrán transmitido el ambiente en la película

Myriam está en estado de shock. Acaba de volver a casa del trabajo y se ha encontrado con el peor de los escenarios porque algo terrible les ha sucedido a sus hijos: “El bebé ha muerto. Bastaron unos pocos segundos. El médico aseguró que no había sufrido”. Y este es el demoledor arranque de este thriller.

Remontándose a los meses previos al suceso, #LeilaSlimani recrea cómo era la vida de la familia Massé, una pareja joven en pleno desarrollo profesional que decide contratar a una niñera para cuidar de sus hijos Mila y Adam. Así aparece en sus vidas Louise, francesa, viuda y con una hija mayor que ya no la necesita, que se convierte en la niñera ideal: una ‘Mary Poppins' moderna que se va haciendo poco a poco con el control de la casa y los niños. Pero, a medida que avanzan los meses, descubrimos la mochila que Louise carga a sus espaldas, con una situación familiar complicada, y que devendrá en una dependencia física y psicológica a los Massé.

Lo cierto es que la canción que nos canta Leila Slimani es de todo menos dulce y nos remite, quizá, a una versión que puede recordar a “La mano que mece la cuna” con esa niñera perfecta y terriblemente eficaz como era Rebecca de Mornay.
Me fascina como Slimani teje a la perfección el proceso de dependencia entre Louise y los Massé, y nos muestra, por una parte, ese buenismo en el que se cae al pretende dotar de amistad a relaciones en las que, posiblemente, tan solo cabe el respeto; y, por otra, a la confusión que se crea cuando se toma lo que no es más que un trabajo como parte de la propia vida.

Me parece una novela con una historia muy turbia que muestra el retrato de la sociedad actual, con sus relaciones de dominio y económicas, además de los prejuicios culturales y de clases, con un estilo lírico y susurrante.
Enlace: https://www.instagram.com/p/..

Vivir una historia con la calma de unos personajes que tienen una vida normal, una vida feliz, pero con la angustia de que sabes que algo va a ocurrir, que algo no está bien en la mente de uno de estos personajes. Esto es Canción dulce.

Este libro fue escrito y publicado en 2016 por la escritora Leila Slimani. Ambientado en París e inspirado en un crimen real, la historia comienza con una escena dónde se nos rebela que una niñera ha matado o intentado matar a los dos niños que cuidaba y que luego ha tratado de quitarse la vida. Una vez puestos en contexto, la historia da un salto temporal hasta el momento en el que Louise, la niñera, es contratada por Miryam y Paul, los padres de los niños. Contada a varias voces, nos iremos sumergiendo de vez en cuando en los pensamientos y la conducta de esta niñera, e iremos viendo como se suceden los hechos para llegar esta situación.

Esta historia es envolvente y angustiante a partes iguales. Con una tensión palpable en una cotidianidad agobiante, Leila Slimani consigue atrapar al lector y hacerle partícipe de las vivencias de Louise. A través de situaciones normales, poco a poco va mostrando detalles de su personalidad que en un primer momento podrías ignorar o entender como normales, pero que con el conocimiento de los hechos finales, te helarán la sangre.

A pesar de que me parece una gran novela, he de reconocer que esperaba algo más de profundidad en el final de la historia, mas profundidad en los pensamientos y reflexiones de esta niñera.

En definitiva una novela muy recomendable aunque no es para todo el mundo ya que es de una temática muy delicada. Yo no la recomendaría especialmente a quién haya sido madre o padre hace poco.