Canción dulce de Leila Slimani
Siempre se negó a admitir que los niños fueron un obstáculo a su éxito, a su libertad.
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Calificación promedio: 5 (sobre 135 calificaciones)
/Con motivo de la publicación de su último libro, Miradnos bailar (Cabaret Voltaire), recibimos en nuestro auditorio a su autora, Leila Slimani, y estará acompañará el periodista cultural Álex Vicente. 00:00 Introducción de Álex Vicente, periodista cultural de El País. 03:00 Conversación entre la escritora Leila Slimani y Álex Vicente. 54:21 Ronda de preguntas. #LeilaSlimani Más información en: https://espacio.fundaciontelefonica.com/evento/miradnos-bailar-encuentro-con-leila-slimani/ Un nuevo espacio para una nueva cultura: visita el Espacio Fundación Telefónica en pleno corazón de Madrid, en la calle Fuencarral 3. Visítanos y síguenos en: Web: https://espacio.fundaciontelefonica.com/ Twitter: https://twitter.com/EspacioFTef Facebook: https://www.facebook.com/espaciofunda... Instagram: https://www.instagram.com/espacioftef/ YouTube: https://www.youtube.com/user/CulturaS...
Canción dulce de Leila Slimani
Siempre se negó a admitir que los niños fueron un obstáculo a su éxito, a su libertad.
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Canción dulce de Leila Slimani
Tras este episodio acudía con regularidad a Monoprix y escondía un champú, una crema o una barra de labios que nunca iba a usar. Estaba convencida de que si la pillaban, bastaría con interpretar el papel de madre desbordada de trabajo. Creerían, sin dudarlo, en su buena fé. Esos robos ridículos la exaltaban. Se iba riendo sola por la calle, con la impresión de burlarse del mundo entero.
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Canción dulce de Leila Slimani
Espera a la niñera como se espera al Salvador, aunque le aterroriza la idea de dejar a sus hijos. Sabe todo sobre ellos y desearía mantener secreto ese saber. Conoce sus gustos, sus manías. Adivina enseguida que están tristes o que se van a poner malitos . Siempre ha estado pendiente de ellos, convencida de que nadie mejor que ella podría protegerlos.
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Canción dulce de Leila Slimani
Fue esa la opción que eligieron al final, después de que él afirmara: "Sumando las horas extra, la niñera y tú ganaréis casi lo mismo. Pero en fin, si crees que con ello te sentirás más realizada..." .De aquella conversación ella conserva un gusto amargo. Se quedó resentida hacia Paul.
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Canción dulce de Leila Slimani
Si marido le reprocha a menudo que trabaje tanto, y ella se enfada. Él se ofende por su reacción y exagera su preocupación por ella. Finge que lo que le inquieta es su salud, que Pascal la esté explotando. Ella evita pensar en sus hijos. Evita que la corroa la culpa.
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Canción dulce de Leila Slimani
Con Louise,nada se acumula, ni la ropa ni los cacharros sucios, ni las cartas que uno se olvida de abrir y encuentra de pronto debajo de una revista atrasada. Nada se pudre, nada caduca. Nunca descuida nada.
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Canción dulce de Leila Slimani
Baño al bebé, diciéndose que esa felicidad, sencilla, muda, carcelaria, no bastaba para consolarla.
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Canción dulce de Leila Slimani
La soledad se adhería a su carne, a su ropa, empezó a modelar sus facciones y convirtió sus gestos en los de una viejecita. La soledad se reflejaba en el rostro al atardecer, cuando cae la noche y los ruidos se alzan de unas casas donde las personas viven acompañadas.
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Canción dulce de Leila Slimani
Siempre le habían dicho que los niños no eran más que una felicidad efímera, una visión furtiva, una impaciencia. Una eterna metamorfosis. Unas caritas redondas que de pronto se impregnan de gravedad sin que uno se dé cuenta.
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Canción dulce de Leila Slimani
Leído en un día, señal de que me gustó y enganchó, es un retelling de “La mano que mece la cuna”, aquella película de los 90 con Rebecca de Mornay que tanto nos hizo desconfiar de las Nannies. Está muy bien escrito e introduce muchos temas que merecen reflexión: la conciliación familiar, el feminismo y la sororidad o deslealtad entre mujeres, la invisibilidad de algunas enfermedades mentales, la invisibilidad de ciertos tipos de pobreza, el racismo y los estereotipos, las relaciones de pareja, el maltrato…. Sin embargo no le puedo dar cinco estrellas por dos motivos: primero porque me parece que abarca mucho y aprieta poco: expone muchos problemas pero no desarrolla ninguno; lo mismo pasa con los personajes: todos quedan inconclusos y a medio perfilar, el final es muy abrupto. Segundo, y esto es aún más subjetivo, porque no me ha quedado clara cuál es la intención de la escritora Avon esta historia tan horrenda y escalofriante; no me gustan las moralejas que se podrían extraer de aquí. Me parece que el crimen que aquí se describe es tan puntual y poco significativo pero puede ser aplaudido por personas tan retrogradas y malintencionadas que no veo necesaria estahistoria, su mensaje no aporta en este mundo en el que la pedofilia y el maltrato hacia mujeres y menores suelen ser tristemente ejecutados por hombres. Obviamente es mi opinión, los autores son libres de elegir sus temas y perspectivas, los lectores también podemos aplaudir o rechazar.
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