Después de la forma en que acabó "
Siega" no podía esperar para leer esta segunda parte. Esperaba que empezara con buen ritmo y es que el final del primer libro fue de infarto. Pero lo que nos encontramos es un escenario bastante diferente.
Han pasado unos meses desde el final del primer libro. No sabemos que ha pasado con los protagonistas. Pero alguien está matando segadores por sus malos actos contra los humanos. Se toma la ley por su propia mano. Luego nos encontramos a Citra siendo segadora junto a Curie ya que todavía tiene que estar supervisada por un segador veterano. Pero alguien va tras ella para matarlas. Y luego tenemos a un nuevo personaje, que es muy partidario de el
Nimbo pero el cual es expulsado por apoyar a la Guadaña, algo que no puede estar unido, ya que hay una ley que prohíbe que el
Nimbo y la Guadaña se ayuden.
Las partes de Citra me han parecido muy aburridas porque este personaje me ha resultado muy plano y que no evolucionaba nada respecto al libro anterior y a lo largo de la trama de este. Y eso que les pasan cosas a ella y a Curie. Pero la pobre como un tempano de hielo.
Luego la parte Rowan me ha parecido bastante entretenida porque nos muestra un personaje que tiene más temperamento respecto al del anterior libro. Además que su trama tiene bastante importancia y es la que más giros tiene a lo largo de la historia. Aunque en algunas ocasiones sabes que camino va a seguir el autor. Otras no me las esperaba y me sorprendieron. Pero debo reconocer que esos giros de trama e inesperados para mi están cogidos con pinzas. Y es que con las cosas que pasaron en el primer libro no me cuadraban mucho y no me convencieron para que pasaran en este segundo. A mi no me acababa de convencer. Pero bueno, si quería seguir por ese camino...
Las tramas que más me gustaron fueron las del protagonista nuevo porque nos enseña todo lo relacionado con el
Nimbo y más cosas sobre la sociedad que crea el autor y que no nos enseño en el anterior libro. Además también de enseñarnos a la religión que va en contra de la Guadaña, los tonistas. Lo otro que me ha gustado mucho es la trama que lleva uno de los segadores investigando un secreto.
En este libro vemos mucha más sangre y un punto como más sádico en comparación con el primero. Y el otro punto que me gustó, como en el anterior, es todo lo que te hace pensar sobre la moralidad de la vida y la muerte. Esa decisión sobre quién tiene derecho a matar. Y muchos otros temas que trata el autor en el libro.
Pero en contra este libro ha tenido capítulos que se me han hecho muy pesados en comparación al primer libro que no podía parar de leer ni un solo libro. Este ha tenido capítulos pesados de leer y que en ocasiones no me llevaban a ninguna parte.
La última parte del libro si me ha gustado. Es como si el autor se hubiera puesto las pilas al final. Y todo toma una marcha precipitada. No sé que rumbo tomará el tercer libro. Pero voy a tomarme un respiro entre este segundo y el tercer libro. Y es que aunque el final fue inesperado, con un giro que no esperaba y que no sé como encauzará el autor en el tercer libro. Después de las subidas y bajadas que tuvo a lo largo de todo este segundo libro, no tengo la fuerza suficiente para leer el tercero ahora mismo. Puede que el mes próximo vaya corriendo a leerlo. Pero a día de hoy, no.
En conclusión, una segunda parte con muchos altibajos en la trama. Con capítulos que me dejaron con ganas de abandonar el libro a mitad. Pero con un final inesperado y que no sé por donde tirará el autor en la tercera parte. Me gustó descubrir cosas nuevas de ese mundo que ha creado como más sobre el
Nimbo, la religión de los tonistas y muchas otras cosas de la Guadaña. Y esas ideas que hacen reflexionar a lo largo de la historia también me gustaron. Pero el personaje de Citra deja mucho que desear en esta segunda parte y como no esos puntos tan obvios y clichés tan juveniles de la historia.
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