Las fuentes del silencio

Nos encontramos en el Madrid de la posguerra, en el año 1957. El negocio del petróleo trae a España a muchos empresarios americanos, y entre ellos está el padre de Daniel Matheson. Daniel llega a Madrid en un viaje de negocios con sus padres y se aloja en el Castellana Hilton. Ana es la trabajadora que se encarga de atender a la familia Matheson durante su estancia en el hotel. de la misma edad que Daniel, enseguida conectan pero sus vidas son muy diferentes. Ana vive con su familia en Vallecas, pasando hambre y sobreviviendo a duras penas, con la pena de que sus padres fueron asesinados durante la Guerra Civil. Daniel, sin embargo, nunca ha sabido qué es tener carencias, pero tiene una gran empatía y una personalidad humilde además de una gran conexión con España, ya que su madre es gallega.

Daniel sueña con ser fotoperiodista, por lo que no se despega de su cámara de fotos. Gracias a esto, el chico ve cosas a través del objetivo que provocan en él muchas preguntas y desvelan una parte de la posguerra muy oscura.

Esta novela histórica nos sitúa en una época que marcó la historia de España y le da visibilidad a unos hechos que hoy en día siguen teniendo consecuencias. No desvelaré estos hechos por no destripar la trama, pero son historias duras de familias que aún siguen buscando la verdad. Con un rigor histórico y una documentación espléndidas por parte de la autora, Las fuentes del silencio pone de manifiesto el dolor, el miedo y las dificultades de los españoles contrarios al régimen durante el franquismo, pero también hace referencia a la ilusión de una vida mejor y a los sueños de los jóvenes de esa época.

Cada personaje está dotado de una personalidad característica y una vida que hace que se salgan de las páginas. Es inevitable sentir su miedo, su dolor, su incertidumbre, y también su amor y sus ganas de tirar hacia adelante en un contexto en el que la iglesia católica y Franco justificaban sus actos con la premisa de hacer de España un país mejor.

Este libro es un canto a la libertad y a la lucha por la verdad. Si os gusta la novela histórica, dadle una oportunidad.

Las fuentes del silencio, es una novela, que no esta ambientada en la Guerra Civil, sino que contempla la realidad tras casi 20 años, tras una dura posguerra. Asique en esta historia se nos muestra la realidad de una España a punto de salir de esa dura Guerra. Y posguerra.
A través de los ojos de un Estadounidense, la autora nos va a mostrar esa España, un joven que llega a España, y descubre una realidad desconocida. El será uno de nuestros protagonistas, Danniel.
Por otro lado tenemos a Ana, que trabaja como doncella en el Hotel Castellana, en el que además de trabajar también se aloja allí, un trabajo que necesita para poder sacar adelante a su familia, la cual ha sufrido la Guerra Civil en primera persona.
Ambos protagonistas, protagonizaran una historia de amor, pero no es ese el tema principal de la historia, sino que hay mucho más, y uno de ellos es el de “Los niños robados”, un tema del que yo he leido mas bien poco, un tema que siempre ha estado en la actualidad.
La autora muestra una imagen de España que es bastante realista, aunque tengo que decir que algunas cosas no me han gustado, por estar siempre el típico tópico de España y los toros.
Sobre el final tengo que decir dos cosas, por un lado la trama del amor, que como todas estas tramas son muy predecibles, pero por otro lado, la trama de los niños robados me sorprendió mucho, y me gusto como quedo cerrada la historia.
Una novela que recomiendo, y como he dicho una novela ambientada en la posguerra civil y que muestra como estaba España en aquella época. Una historia dura, pero que merece la pena.

Nos cuenta la vida en España (1957) en plena dictadura franquista. En concreto, nos situa en Madrid y nos presenta a unos personajes a los que voy a llevar mucho tiempo en mi corazón.
.
Daniel es de Texas. Está hospedado en el hotel Castellana Hilton junto a sus padres, que están en Madrid por negocios. Tiene 18 años y habla español porque su madre es gallega.
.
Ana, Rafa y Julia son hermanos y junto a Antonio (marido de Julia) y su bebé viven en Vallecas. Son una familia republicana, muy humildes, maravillosos y arrastran una gran pena desde la pérdida de sus padres.
.
Ana trabaja en el hotel y allí conoce a Daniel. A partir de ese momento se fragua una preciosa amistad que hará que el joven conozca la verdadera cara de la España franquista. Una cara desconocida para los muchos turistas anericanos que vienen al pais para hacer negocios. Daniel será testigo de la pobreza , la opresión y el miedo y gracias a su pasión por la fotografía, retratará las realidades de esta dictadura y se cuestionará las miles de injusticias entre ellas un tema muy doloroso... los niños robados.
.
Me ha encantado la forma de narrar de la autora. Con capítulos muy cortos, de apenas tres páginas, va alternando fragmentos de cada personajes y presentándonos a unos secundarios maravillosos que enriquecen mucho la historia. Además al inicio de cada capítulo nos muestra notas de prensa reales,escritos de periodistas, embajadores etc de cómo vivieron desde fuera esta época dura de nuestro país.
.
Una lectura súper ágil y adictiva contada desde la inocencia, la ingenuidad y las ganas de vivir de unos personajes que debido a su juventud, no entienden la maldad ni las miles de injusticias que tuvieron que vivir.
.
La autora ha sabido cerrar esta novela de manera brillante., ya que sin dejar nada claro, consigue que el lector termine la lectura con una sonrisa .

No sé por qué antes de comenzar a leer esta novela, pensaba que Las fuentes del silencio era una guerra sobre la guerra civil española. Nada más lejos de la realidad, porque la guerra civil no forma parte de su argumento, puesto que lo que vamos a contemplar en la novela es la realidad de una España que está a punto de despegar tras casi ya veinte años de durísima posguerra. Especialmente dura para aquellos que perdieron la guerra.
Lo que más me llamaba la atención a priori antes de leer la novela, es que lo que se nos va a mostrar en ella no es la visión de un español, sino la de un extranjero, la autora de esta novela.
Muy adecuado para mostrarlo el que lo haga a través de los ojos de un joven recién llegado desde Estados Unidos a la capital de España, que empieza a descubrir una realidad totalmente desconocida para él. Un joven que viene además con los ojos muy abiertos en busca de nuevas historias que contar a través del objetivo de su cámara.

Como contraste tendrá frente a él a Ana, una joven doncella del Hotel Castellana Hilton en el que se aloja, para la que trabajar allí no solo es un lujo, sino una necesidad para que su familia pueda a base de juntar sueldos seguir adelante e intentar cambiar de vida.

Probablemente la visión que podamos tener de aquella época sea un poco la de aquellos americanos recién llegados a España, que daban por sentadas cosas que le parecían de lo más natural, pero que en España no lo eran. de ahí que, especialmente las mujeres, mirasen aquellas costumbres como algo no voy a decir extraño, sino como algo a lo que aspiraban, algo que querían tener para sí.

Con estos dos protagonistas, ya tenemos una gran historia de amor para Las fuentes del silencio. Pero la historia es mucho más, pues el tema de fondo es el de los niños robados. Algo que no es novedoso por otra parte, pues sin ir más lejos Almudena Grandes ya nos habló de ello en Las tres bodas de Manolita, pero que no deja de ser un tema que ha sido de actualidad hasta no hace mucho (y eso que ya han pasado unos cuantos años).

Una visión de España vista desde fuera creo que bastante acertada y en la que además no va a recurrir al Museo del Prado, sino al que es probablemente mi museo favorito: El Museo Sorolla. le encanta a uno de los protagonistas, tal vez por los mismos motivos que a mí: sus cuadros de playa tan llenos de color y vida.

Las fuentes del silencio no deja de ser una novela sobre el miedo, sobre la manera de afrontarlo. Para ello nada como la figura del maletilla amigo del hermano de Ana para representarlo.

Un miedo presente en toda la novela y que toma la forma del silencio. Un silencio que pretende no atraer la atención sobre sí. Pero un miedo que no deja de ser otra cosa que una manera de tener a la gente controlada y dominada.



OPINIÓN PERSONAL

Me ha gustado Las fuentes del silencio, una historia que marca el comienzo de lo que sería el gran cambio para España, ese que trajo la apertura de fronteras y la llegada de extranjeros a España que mostraron que había otra manera posible de vivir.

Consigue la autora una imagen de España bastante realista aún a pesar de caer en algún tópico como el del maletilla. Que sí, que es cierto que está muy bien traído este personaje, aunque lo de las capeas en la noche habrá que meterlo en la caegoría de aceptamos pulpo como animal de compañía, porque tengo yo la impresión de que en Madrid y muy cerca de la capital como nos lo describe… me da a mí que no hay fincas con toros como para poder hacerlas.

Eso sí, dentro de su ambientación, también cita una calle muy poco trabajada por la literatura como es la calle de la Victoria, donde se encontraban las oficinas de ventas para las entradas de toros. Una calle con un ambiente muy taurino, especialmente en las ferias de San Isidro y en la que viví hasta que me casé. Otra cosa es que llame cafeterías a lo que son bares, que es de lo que la calle, pese a ser corta, está llena.


«Le gustó que las paredes de todas las cafeterías de la calle de la Victoria estén llenas de carteles descoloridos de corridas y retratos de toreros». (Página 241)
Una novela que os recomiendo, dejando muy claro como ya os he comentado, que es una novela sobre la posguerra civil y que nos muestra como era el ambiente de aquella España en vísperas de lo que sería un cambio imparable.

Enlace: https://www.elbuhoentrelibro..

Muchos de vosotros ya habéis leído alguna obra de la aclamada autora Ruta Sepetys como “Entre tonos de gris”, “El color de los sueños” o “Lágrimas en el mar”.
Su éxito no es casualidad ni coincidencia si no fruto de un gran amor por las letras y un gran conocimiento y respeto hacia su público lector.
Todas sus obras son para adultos pero la propia autora se sorprende por la cantidad de lectores juveniles a los que ha seducido con sus historias por lo que en esta novela aún se ve más potenciado este factor.
Hoy, que estamos más en casa y la lectura se ha convertido en una de nuestras compañías más fieles poder compartir una lectura que abarque público juvenil y adulto es una gran propuesta para una lectura conjunta e incluso para montar un mini club de lectura dentro de la familia.
En este caso nos presenta Las fuentes del silencio y para ello nos traslada al Madrid más castizo de los años cincuenta.
Allí conoceremos a Ana, una joven humilde del barrio de Vallecas que es rica en sueños y a su vez conoceremos al joven Daniel que acaba de llegar procedente de Texas de la mano de sus padres.
En plena época del colaboracionismo con Estados Unidos esta familia que trabaja en el sector petrolero viene a completar sus negocios a España.
Ana aún vive atemorizada por los recuerdos de la Guerra Civil y sobrelleva sus días trabajando en el Hotel Castellana Hilton en que atiende a los huéspedes como doncella.
Una de las familias que acaba de llegar es la de Daniel.
Daniel sueña con ser fotoperiodista y siente atracción por las fotos de la guerra Civil y los sentimientos que ocultan como la protección de los seres queridos y las sonrisas rotas para que los demás no sufran.
El miedo, la identidad personal, los cambios que provocan en la sociedad los hechos históricos más oscuros, los grandes amores y los sueños de juventud se dan la mano en esta obra para tejer una trama interesante y muy bien documentada.
Esta obra con un alto contenido didáctico y reflexivo sobre la Guerra Civil que nos ofrece Maeva se puede convertir en un gran aliado en estos días para pasar más de un buen rato y compartir reflexiones.
¿A qué esperáis?
Es una obra que no defrauda, es rica en descripciones, en emociones y protagonizada por unos personajes con mucho carácter y emotividad.

Enlace: http://lapetitallibreria.blo..

Una novela cautivadora sobre el miedo,la identidad,del paso del tiempo y los amores que no se olvidan.

Me ha gustado mucho,sobretodo la primera parte,me ha tenido pegada a sus páginas disfrutándolo desde el principio.

Escrita de manera sencilla para ser ficción histórica, sin mucho artificio,bien construida con una narrativa fluida en dos tiempos, 1959 y 1975,con giros interesantes y grandes revelaciones.

Capítulos cortos intercalando varios personajes y sus diferentes perspectivas, miedos y frustraciones.
Eso sí,la segunda parte me ha parecido más precipitada y acelerada a diferencia de la primera mucho más sosegada y detallada.

Gran ambientación,te traslada por las calles de Madrid con su gran hotel y sus aledaños como Vallecas con su humildes casas, gran contraste entre ambas localizaciones muy bien expuesto y que da más fuerza a la historia.

Me ha encantado la gran documentación basada en testimonios que la autora recoge,creible y muy interesante.

Trama principal con Daniel y Ana y sus tan diferentes formas de ver la vida me ha gustado pero quizá me quedo con las subtramas, tratando un tema escabroso de la España de la época y que aún coletea, sumado a costumbres y oficios obsoletos o casi, me ha encantado.

Una novela de contrastes, habla de vida privilegiada de aquellos ricos que hacen negocios en contraposición con la pobreza y quien sufre las consecuencias.
Habla del miedo cuando el silencio era ley para poder sobrevivir, más, siendo hijos del bando perdedor, de sueños por cumplir y obligaciones grabadas a fuego,de supervivencia y de amistad,de diferencias sociales y segundas oportunidades
Muy recomendable.

Novela ambientada en la España franquista con episodios tan duros como los niños robados.
Esta autora tiene un estilo muy ligero y juvenil llegando a ser sus novelas para todos los públicos.
Desde mi punto de vista peca un poco de esa imagen española de toros y olé (por lo menos no salió ninguna paella) pero no por ello se merece menos de 4,5 estrellas por la ambientación los personajes la buena documentación.

Me encanta la pluma de Ruta Sepetis.

La autora, después de 8 años de documentación (cosa que es brutal, y muy bien documentada) nos sitúa en la España de la post-guerra, en un hotel dónde los estadounidenses tenían su oasis, puesto que negociaban con el régimen, a partir de aquí nuestros protagonistas Ana y Daniel van viendo los problemas sociales que hay en el País y no quieren mirar hacia otro lado.

Con unos problemas que no quiero desvelar y que trata la autora, no quería parar de leer además del marco y la ambientación de un Madrid muy bien narrado.

Los personajes eran muy interesantes tanto los principales como los secundarios, que enriquecían la obra.

El problema? Que la autora cerró la novela muy precipitadamente y con cabos que hubiese resultado interesantes de unir, un final que me dejó un poquito fría.

La autora como siempre en su línea, con una historia ágil y muy bien documentada.

Por como está escrito me ha recordado al libro anterior a este, Lágrimas en el mar. Ya que está narrado desde un punto de vista omnisciente pero cada capítulo se centra en un personaje en concreto. Por lo que te va dejando con la intriga de lo que sucede con cada uno y es imposible parar de leer. También ayuda que los capítulos sean cortos ya que con lo poco que nos cuenta la autora en cada uno nos da las razones suficientes como para seguir leyendo y querer seguir descubriendo.

En la tercera imagen podréis ver que he puesto varios postits, personalmente los suelo poner combinandolos con el color del libro y en este caso me he decantado por el amarillo y naranja. Si sois curiosos como yo, quizás queráis saber qué es lo que he marcado y pues yo os lo cuento. La mayoría son datos que me han parecido bastante curiosos o que yo no sabía y que me gustaría poder recordar o ni que sea acceder a ellos de una manera más fácil. Por ejemplo el porqué los toreros en aquella época no comían antes de las corridas. Además de datos curiosos he marcado algún momento o frase que me haya gustado o dejado con una emoción fuerte.

El libro cuenta la vida de diferentes personajes que tienen un mínimo de relación entre sí, todos viven en la época de Franco, tras la guerra civil y podemos ver las dificultades a las que se enfrentan cada uno, como de oprimidos y silenciados vivían en aquella época, el machismo que había, los pocos recursos y con lo poco que se conformaban muchos. Además muchos veían a Franco como el salvador y los pocos que no, no podían hacer ningún comentario al respecto porque sabían lo que les esperaba

Para mí ha sido una de mis mejores lecturas del año, ya que además de haberlo disfrutado mucho, también he aprendido más sobre el pasado de mi país y me ha encantado por completo. Se nota que ruta sepetys pone su alma entera en todo lo que escribe y todo el esfuerzo que hace por documentarse y ser lo más fiel posible a la historia.

Al final del libro tenemos la nota de la autora donde nos proporciona muchos datos curiosos y también nos menciona más adelante sus fuentes, donde ha descubierto, como se ha informado, libros que ha leído, documentales. Todo lo que ha usado para que Las fuentes del silencio sea un libro muy pegado a la realidad de la época.

Es un libro que no me voy a cansar de recomendar, y si os ha llamado la atención os recomiendo que leáis todo lo de esta autora porque es impresionante.

Alrededor de las miradas claras de la juventud, se construye un guión potente plagado de huecos oscuros e intrigantes. «Las fuentes del silencio» está escrita con sencillez y profundidad, con mimo y realismo y, sobre todo, con una dulzura desgarradora. La narración -que pone en su lugar a la dignidad y valentía de los que sufrieron la pobreza y el terror de la dictadura- crece a cada página y sorprende con giros inesperados e ingeniosos. Además, los personajes están perfectamente dibujados de manera que es posible visualizar la trama y todos sus protagonistas con total nitidez.