Después de leer
El mentiroso me decidí a continuar con la segunda parte de la trilogía de Illumbe. Si la anterior novela tiene un comienzo que engancha en
En plena noche no va a ser menos. Tras un extracto de un documental el autor nos retrotrae a la madrugada del 17 de octubre de 1999; un chico se despierta en la parte trasera de un coche y se nota drogado, no está solo, con el viaja el conductor al no puede identificar y una chica en el asiento del copiloto, pero nadie dice nada. Esa misma noche Lorea Vallejo desaparece sin dejar rastro, su reconocible Vespa no aparece por ninguna parte y el principal sospecho es su novio Diego León, el cantante de los Deabruak.
Casi veinte años después Diego regresa a Illumbe para asistir al funeral de un viejo amigo, Bert, que ha fallecido en un incendio al quedarse dormido fumando pero la pareja del finado no cree que haya sido un accidente y, a partir de aquí, se van a ir sucediendo una serie de hechos que pondrán en relación la desaparición de Lorea y la muerte de Bert.
Pese a tener un comienzo que engancha desde el principio el ritmo no es excesivamente trepidante, me ha resultado más lento que en la anterior novela pero esto es una cuestión de apreciación personal. Sin embargo, al estar narrada en primera persona por Diego hace que el lector conecte más con la historia y se sienta como un personaje más.
Aunque Diego será el que lleve la voz cantante estamos ante una novela coral en la que muchos personajes poblarán las páginas de
En plena noche; a unos les conoceremos mejor y a otros de forma más superficial pero todos desempeñan un papel crucial en la trama y, nuevamente, tendremos al pueblo imaginario de Illumbe como telón de fondo donde se desarrollan los acontecimientos y nos volveremos a encontrar con algún que otro personaje que ya apareció en
El mentiroso.
Tengo que reconocer que
En plena noche me ha gustado menos que la anterior novela porque me ha costado meterme en la historia debido al ritmo algo más pausado y por el final que, aunque me ha pillado con el pie cambiado, no me ha terminado de convencer pero, vuelvo a decir, esto es algo totalmente personal. No quiero explayarme en los motivos ya que el autor pide que no se de excesiva información sobre sus libros y hay que respetarlo, además, creo que es mejor ir un tanto a ciegas con esta trilogía.
Una cosa que me ha gustado mucho es que, tratándose de un libro que tiene a un cantante como protagonista, la música está muy presente a lo largo de todas las páginas y veremos un montón de canciones –de las que algunas no había escuchado en mi vida- que podremos reproducir en la play list de la web del autor y eso siempre es un punto a favor al igual que la abundancia de diálogos y un lenguaje sencillo que facilitan la lectura.
Pese a que
En plena noche es la segunda parte de una trilogía las novelas tienen argumentos independientes y un final cerrado por lo que se pueden leer en diferente orden y, aunque aparecen personajes de la anterior novela, el autor nos da unas pincelas para que los podamos ubicar en la trama sin ningún problema pero creo que es mejor leerlas en orden.
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