¿Qué pasaría si al cabo de los años volvemos al lugar en donde pasamos la mayor parte de la infancia? ¿Qué pasaría si el pasado volviese para hacer temblar nuestro presente? A estas dos cuestiones, junto a más interrogantes, tiene que enfrentarse Diego Letamendia después de más de veinte años sin ir al pueblo en el que nació, después de más de veinte años sin saber que es lo que ha sido de cada uno de sus amigos y componentes de su grupo de rock: Nura, Javi, Bert, etc.
El hecho de la vuelta de Diego a Illumbe, después de tantos años de huida del pasado, es el fallecimiento de Bert. Es a raíz del funeral de su amigo cuando su pasado oscurro, su pasado un tanto turbulento motivado por la desaparición de Lorea, su novia, vuelve haciendo tambalear su presente y de la gente que le rodea hasta límites insospechados.
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En plena noche", entre los numerosos temas de los que trata quiero destacar el de la fama de un determinado artista, en este caso, un cantante de rock. El camino de la fama no siempre es un camino fácil. En ocasiones, para llegar a la fama, hay que sufrir, pasar por diversas situaciones un tanto duras de afrontar. O si no, que se lo pregunten a Diego Letamendia con todo lo que debe pasar en este novelón de
Mikel Santiago. Otro tema que trata la novela es el de los celos, de las envidias y de como podemos actuar para que esos mismos celos no consigan dañar a terceras personas. También quiero resaltar el tema de las apariencias porque, de nuevo, en esta novela se cumple aquello de que las apariencias engañan. Cuando piense el lector que tiene localizado al típico villano de todas las novelas, Mikel por arte de magia consigue despistar al lector para mostrarle el verdadero villano y lo hace con mucho arte como en muy pocos casos he logrado vislumbrar.
Os recomiendo leer esta novela porque estoy convencido de que os mantendrá en vilo a pesar de la extensión de la misma. Esto es otro aspecto que quiero resaltar antes de terminar la reseña. Hay novelas que son demasiadas extensas que se convierten en auténticas "agotadoras mentales" para el lector y otras, en cambio, que aún siendo extensas, presentan una trama adictiva, circunstancia que hace, desde mi punto de vista, facilitar la tarea de lectura al lector.