Elantris

Antiguamente, Elantris fue una ciudad tocada por la magia. A sus habitantes, los elantrinos, se les consideraba dioses debido a sus capacidades mágicas y a todas las cualidades sobrehumanas que poseían. No obstante, de un día para otro, la ciudad de Elantris cayó. Toda su magia se marchitó y los elantrinos se convirtieron en poco más que zombies incapaces de morir, de sanar y con un hambre atroz constante, lo que llevó a muchos a caer en la locura. Pero el mal que afectó a esta hermosa ciudad no se quedó encerrado dentro de sus muros, sino que se expandió fuera de allí. La Shaod, que fue cómo denominaron a esta especie de maldición, podía afectar a cualquiera y aquel que caía bajo su influjo se convertía también en elantrino, en su versión más decadente. La historia empieza cuando Raoden, príncipe de Arelon, es afectado por la Shaod, se convierte en elantrino y debe ser desterrado tras la muralla de Elantris (que es el destino que sufren todos aquellos que se transforman). Raoden era muy querido por su pueblo, por lo que su familia decide esconder su verdadero destino y fingir que ha muerto. Mientras Raoden trata de acostumbrarse a su nueva situación y sobrevivir en las mugrientas calles de Elantris, Sarene, la princesa de Teod, acude a la corte de Arelon. Ella iba a ser su esposa y según la tradición debe serlo aunque Raoden haya fallecido. Su matrimonio se dio para establecer alianzas y, aunque no se conocían demasiado, Sarene acusa la muerte de Raoden. Sin embargo, decide continuar con su papel de esposa y, para ello, trata de ayudar a Arelon en las sombras. Su labor es especialmente importante debido al avance del reino de Fjordell, un reino profundamente religioso que considera que todos aquellos que no vivan bajo sus creencias son infieles y deben ser convertidos. Los reinos de Teod y Arelon son los únicos que permanecen libres de su influencia; por eso han enviado al alto sacerdote Hrathen a Arelon, para tratar de convertir a sus habitantes y de conquistar sus tierras. Pero Sarene, que se siente responsable de lo que suceda en Arelon, sobre todo ahora que son aliados oficiales de Teod, su país natal, no está dispuesta a dejar que la religión avance a sus anchas.

Si queréis introduciros en el mundo del Cosmere creado por Brandon Sanderson, entonces sin duda debéis empezar por leer Elantris. Si bien es un libro que mucha gente se salta por ser su primera publicación, mi recomendación es que si queréis leer cronológicamente a este autor empecéis por esta novela, pues es el germen de los elementos que hoy en día asociamos con Sanderson y porque es mejor leerla en primer lugar antes que intercalarla con novelas suyas más actuales, debido a que de esta forma se puede notar mucho mejor su evolución como autor.

En Elantris nos encontramos tres tramas paralelas muy definidas. Empezamos con Raoden, príncipe del reino de Arelon, un joven adorado por su pueblo y que promete un profundo cambio en la sociedad tal y como está constituida, pues no está de acuerdo con la forma de gobernar de su padre y cree que es hora de renovar el sistema y mejorar la calidad de vida de su gente. Es un personaje extremadamente optimista, que nunca pierde la esperanza y que cree firmemente que siempre se puede mejorar o, por lo menos, ayudar a cambiar las cosas para construir una sociedad mejor. Ese optimismo ni siquiera decae cuando es alcanzado por la Shaod y exiliado a la ciudad de Elantris. Pese a que al principio le cuesta horrores entender cómo funciona su nuevo cuerpo zombificado, sus limitaciones y cómo está construido el microclima de Elantris, nunca pierde la esperanza y, de hecho, decide que su misión en su nueva situación es transmitir dicha esperanza a los elantrinos. Debido a su forma de ver la vida, pronto se hace un hueco en la ciudad y algunos elantrinos deciden seguirle y formar un grupo con él como líder, pues consigue transformar su mísera existencia en algo parecido a una vida normal. Raoden es un personaje que en ocasiones puede hacerte desesperar debido a su eterno optimismo. Da igual que la situación en Elantris sea penosa (por la constante mugre que se adhiere al paisaje y a sus gentes, por el hambre irracional que sufren los elantrinos, por la falta de recursos...) con su ingenio y su positivismo es capaz de encontrarle el lado bueno a cualquier desgracia y no rendirse ante las adversidades. Por lo general, este tipo de personajes suelen caerme bastante mal, pero al ser Raoden el narrador principal, ahondamos en sus sentimientos, en su forma de pensar y ver la vida y esto hace que seamos capaces de comprenderle y empatizar con él, entendiendo por qué hace lo que hace y por qué está tan dispuesto a traer la esperanza a Elantris y sus habitantes.

Las otras dos tramas transcurren en Arelon. Por un lado tenemos a Sarene, una princesa poco convencional que no sigue las convenciones sociales asociadas a las mujeres. le gusta vestir pantalones, pelear, sabe usar la espada y tiene una lengua tan afilada como su ingenio. Esto hacía que en su ciudad natal, Teod, tuviera más detractores que admiradores y fuera incapaz de encontrar marido, pues los hombres huían en estampida ante su fuerte carácter. Sin embargo, su relación a distancia con Raoden es diferente porque él es capaz de apreciar todo aquello que los demás desprecian. Por eso, cuando Sarene se muda a su nuevo hogar, está dispuesta a continuar con los planes que Raoden tenía en vida y a conseguir que allí la valoraran como se merece. Su papel será fundamental ante el avance inexorable de Fjordell y su asfixiante religión, enfrentándose a quien tenga que hacerlo (incluso al rey, su propio suegro) para evitar que Arelon sea oprimido y para mejorar la calidad de vida de su población. Sarene es un personaje que, si bien me ha gustado, al mismo tiempo me ha parecido muy estereotipada, en el sentido en el que Sanderson, en su afán por crear un personaje femenino fuerte y contrario a como debían de ser el resto de mujeres en este mundo, ha forjado un personaje muy cliché pero a la inversa. Además, para reforzar el hecho de que Sarene "no es como las otras mujeres", el resto de personajes femeninos que aparecen son insulsos, sumisos, sin personalidad y con poca perspicacia. Aun así, me encanta Sarene por su inteligencia, agudeza, terquedad y por no detenerse ante nada por lograr sus objetivos.

La última línea argumental está narrada desde el punto de vista de Hrathen, una especie de sacerdote guerrero que ha sido enviado por el reino enemigo de Fjordell para convertir a los no creyentes a su religión y someter los dos últimos reductos paganos, Arelon y Teod. Hrathen es frío, calculador, inteligente y no duda en usar todas las armas a su disposición para llevar a cabo su sagrada misión. En mi opinión, este es el personaje que experimenta una evolución más clara y espectacular a lo largo de la novela, pues el Hrathen final no tiene casi nada que ver con el que llegó por primera vez a Arelon. Por eso, aunque es un personaje bastante despreciable y odioso, lo cierto es que es que más me ha gustado de los tres. Además, representa a la perfección el fanatismo religioso, la religión como opresión y única forma factible de vida; pero al mismo tiempo, conforme más tiempo pasa en Arelon, sus convicciones comienzan a tambalearse y tiene unas reflexiones muy interesantes al respecto.

Lo que más destaca en esta novela y, en general, en toda la obra de Sanderson es el wordbuilding. Por un lado, y como es evidente, la religión tiene un peso fundamental en Elantris. El sistema religioso es inabarcable, inmenso y extremadamente complejo, reflejando en la ficción cómo son las religiones en la realidad. Me ha sorprendido muchísimo la capacidad inventiva de Sanderson y la construcción tan brutal que ha hecho con respecto a las religiones. Ahora bien, como contrapunto, las explicaciones a este respecto eran constantes, densas y muy confusas debido a la gran cantidad de deidades, ritos, celebraciones y creencias inventadas. Llegó un punto en la novela en el que directamente me salté las explicaciones religiosas al resultarme demasiado complicadas de digerir y de comprender y no ser capaz de recordar qué término se asociaba con qué concepto. de hecho, este problema ante las palabras inventadas ha sido una constante a lo largo de mi lectura, pues el autor introduce tantos conceptos nuevos y variados que me resultaba muy difícil recordar qué significaba cada palabra. Es más, hay un personaje que se hace amigo de Raoden en su estancia en Elantris que en sus conversaciones introducía palabras de su propio dialecto, lo que en ocasiones hacía los diálogos un tanto confuso. Este sería, para mí, el punto más negativo de esta lectura. Siguiendo con el worldbuilding, el sistema de magia también es imprescindible pues, como he comentado, los elantrinos originales podían hacer magia. Aunque dicha magia ya está extinguida debido a la caída de la ciudad, todavía quedan retazos. Raoden está convencido de que la maldición que pesa sobre Elantris está relacionada de algún modo con su magia, por lo que inicia su propia investigación al respecto para averiguar no solo cómo funciona, si no por qué ha dejado de funcionar. Si bien el sistema de magia también es muy complejo, no me ha resultado tan complicado de asimilar y comprender como la religión, pues al ser algo relativamente nuevo para los personajes, ha sido explicado de una forma mucho más sencilla y asequible.

En cuanto al final, aunque ha sido un poco predecible, es increíblemente emocionante. Es como cuando en una película sabes lo que va a pasar, pero igualmente estás deseando que ocurra porque es imposible que tenga un final diferente al que estás seguro que va a tener, pues algo así. Los últimos capítulos me tenían en tensión y con los pelos de punta de lo excitantes que fueron. Me los leí casi sin pestañear porque es un desenlace perfecto, justo el que se merece esta novela. Como contra está el epílogo. Si bien el epílogo me gustó porque está escrito a modo de "qué ocurrió después de resolverse el conflicto", Sanderson aprovecha eso para dejar un final abierto y exponer un montón de incógnitas de cara a la siguiente novela (que todavía no se ha escrito y no se sabe cuándo va a ocurrir eso, por lo que mucha gente se toma Elantris como novela autoconclusiva). Aun así, los hilos argumentales principales abiertos en la novela se resuelven, por lo que ese desenlace medio abierto no impide disfrutar del libro, solo te deja con ganas de saber más sobre Elantris y los elantrinos.

Elantris es una introducción no solo del Cosmere, sino del estilo de Brandon Sanderson en cuanto a sus obras de fantasía, si todavía no habéis leído nada de él. Nos presenta un mundo fascinante, lleno de incógnitas, tramas políticas, religiosas y mágicas de cuyas páginas no podrás separarte.

Enlace: https://notodoesfantasia.blo..

Elantris es una novela de fantasía épica en la cual curiosamente no abundan las batallas de ejército contra ejército, sino las batallas que se libran en el interior de cada persona y las de tipo político
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Es una novela que está también muy transitada por lo religioso, ya que los dos reinos que se enfrentan, Fjorden y Arelon, son representantes, cada uno, de una rama de la misma religión: el Shu-Keseg. Sin embargon, los fjordell practican el Shu-Dereth, una forma más basada en la guerra y la ambición, y en Arelon creen en el Shu-Korath, una forma más cercana al amor y la compasión
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El punto de partida de la novela es la ciudad de Elantris, que es una ciudad maldita por una enfermedad que se desató 10 años antes de que comience la novela, convirtiendo a todos sus habitantes en una especie de zombies. Este desastre, conocido como el Reod, dejó desprotegidas a las ciudades que rodeaban a Elantris, sumergiendo a la ciudad más cercana, Kae, en un caos de tipo político y gubernamental, del cual se aprovecharon los mercaderes para establecer su propio dominio según sus propias reglas
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La enfermedad que atacó a los elantrinos se llama Shaod, que quiere decir transformación, ataca periódicamente en las ciudades que están alrededor de Elantris, sobre todo a los habitantes de Arelon y Teod, ambas creyentes del Shu-Korath y de ascendencia aónica, lo que quiere decir que están emparentados con los elantrinos y su magia
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Las otras ciudades, las que no son afectadas por la Shaod son las gobernadas por los fjordell, con su creencia en el Shu-Dereth y sus sacerdotes guerreros, que consideran que el hecho de que las razas aónicas sigan enfermando es demostración de que están malditas. En medio de este escenario, nos encontramos con una historia de amor trunca, con un sacerdote que se plantea una y otra vez sus creencias morales y religiosas, con reyes que no son dignos de ocupar puesto y con un joven optimista más allá de lo humanamente posible, que hace todo por su pueblo y por quienes considera bajo su protección. Se trata de historias pequeñas, historias humanas de amor, de amistad, de compañerismo, de odio y envidia, enmarcadas por la gloria perdida de una ciudad mágica
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En este caso la magia, siempre presente en las novelas de Sanderson, se manifiesta por medio de los aones. Es un detalle que me gustó muchísimo, porque los aones son formas de escritura parecidos a los ideogramas chinos o kanjis japoneses y la AonDor, que es el poder que vive en este mundo, se manifiesta a través de esta forma de escritura. Así, quien “escribe” bien los aones es quien tiene mayor dominio de la AonDor. Este detalle de la escritura como conductora del poder realmente me enamoró de la novela y otros detalles más que no les puedo contar sin hacerles spoilers
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Aunque al final, para mi gusto, quedaron algunos cabos sueltos, no sé si intencionales o no, es uno de los mejores finales que he leído. Te deja sin aliento, ayudado por la estructura de la novela, que al principio tiene capítulos muy largos y se van acortando a medida que se acerca el desenlace. Si bien el narrador es un narrador omnisciente, salta de una locación a otra, ya que los protagonistas no están todos en el mismo lugar, a un ritmo vertiginoso que lleva a un final explosivo del que cuesta recuperarse. de hecho, me tomo un rato que se me pasara el entusiasmo y las ganas de gritar por lo que acababa de leer, que además es inesperado y bueno, no les digo nada más
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Todo lo que tiene que ver con la arquitectura y el diseño de las ciudades está también muy involucrado en la trama de la novela Y Sanderson lo demuestra con descripciones bellísimas pero que no son para nada tediosas
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🦄Sinceridad de unicornio: 💗amor eterno a Brandon Sanderson💗
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¿La recomiendo? Por si no quedó claro, es un SI gigante 😍

"La eternidad terminó hace diez años." Una desgraciada transformación, la Shaod, trunca al azar la vida de los habitantes de una inestable plutocracia. En dos meses plenos de peripecias el príncipe Raoden y su princesa prometida Sarene, enfrentados al torturado por las dudas sacerdote Hrathen, buscarán la salvaciónón de ese mundo convulso y desesperado.

Un largo relato de fantasía, con una magia bien elaborada y prevista de una admirable lógica interna (el AonDor), reflexiones a un nivel aceptable sobre la religión y la política y un ritmo narrativo creciente hacen de ésta una lectura muy grata, disfrutable como esas novelas de aventuras de mi siempre presente infancia.

Mi parte preferida, con mucho, es toda aquella referida a la reconstrucción, la limpieza, la redención de la Nueva Elantris por el camino de la belleza, del arte, y de la necesidad humana de no abandonarse a la desesperación y luchar por encontrar un camino propio.

"—Podemos ser fuertes ante los reyes y los sacerdotes, mi señora, pero vivir es tener preocupaciones e inseguridades. Si te las guardas te destruirán, seguro, te harán una persona tan encallecida que las emociones no echarán raíces en tu corazón."

"Era como un pequeño roedor, acurrucado en un rincón de su alma, asustado por la ira, la furia y la desesperación. Sin embargo, cada vez que intentaba asirla, la esperanza resbalaba a otra parte de su corazón."

"—Todavía tenéis un sueño, mi señor. Eso no es no tener nada."

"—Sule, estás muerto. ¿Kolo?"

CURIOSIDADES

- Es la primera novela publicada de Sanderson, aunque en realidad sea su sexta novela escrita.

- Elantris rompe con los esquemas habituales de la fantasía clásica y con "el viaje del héroe" presente en muchas novelas de este género, como en El señor de los anillos. En Elantris "no hay viaje".

- En la edición especial X aniversario se incluyen escenas que Sanderson eliminó al considerar que se desviaban demasiado de la trama, son las escenas de "El príncipe loco", hermano de uno de nuestros protagonistas.

OPINIÓN

Elantris es para muchos una de las más bellas novelas de fantasía que se hayan escrito en los últimos años, para mí también.

Cuenta con una trama muy original y bien desarrollada, sus personajes son interesantes y complejos, y uno de sus personajes principales es mujer, cosa rara en los libros de fantasía de hace años donde domina el protagonista varón.

El autor construye un mundo impecable en donde la magia será parte importante, aunque no fundamental, de la trama. La historia se centrará más en el desarrollo, evolución y relaciones de los tres personajes principales, ejes conductores de toda la novela. Todo ello presentado en capítulos cortos de lectura adictiva protagonizados por cada uno de nuestros protagonistas.

Elantris es intriga, política, religión, magia, guerra, amor, giros inesperados, sorpresa... Es lucha contra la adversidad y poder de superación. Es esperanza y futuro. Un cuento de fácil lectura que me ha dejado con ganas de seguir adentrándome en el cosmere.


Me ha encantado este libro, lo recomiendo tanto para los amantes de la fantasía como para los que no. Un buen libro de iniciación.

¿Y a vosotr@s os gusta la fantasía? ¿O preferís la cruda realidad?

Leído en una LC de la sala FANTASci-Fi del Club Literario Atreyu, mi primer Sanderson no ha podido ser más satisfactorio.

La primera parte fue de descubrimiento. de tratar de adaptarme a palabras nuevas como sule, kolo, domi, Aon, seon, Dor… de alucinar con el worldbuilding y la imaginación del autor. de ir conociendo a nuestros tres principales (y carismáticos) protagonistas: Raoden, Sarene y Hrathen, que van alternando sus capítulos creando una tela de araña narrativa que me enganchó por completo.

La segunda parte fue de disfrutar. Con los secundarios, con los giros de la trama, con la capacidad de Sanderson para transportarme a Elantris y sumergirme en conspiraciones, política, religión, poder, amistad, amor, magia, secretos… y la sensación de estar ante uno de los mejores libros de fantasía que he leído nunca.

La tercera parte fue la traca final. Donde todo se precipita, pasan muchas cosas a la vez y las páginas vuelan y quieres terminarlo, pero a la vez quieres no hacerlo. Ritmazo y finalazo.

Primera parte: 4 estrellas.
Segunda parte: 5 estrellas.
Tercera parte: 6 estrellas.
Media: 5 estrellas.

Si te gusta la fantasía… recomendable al 100%.

3,5 estrellas. Me ha costado bastante entrar en la historia. El personaje femenino parecen paródico y me sacaba bastante de los narración. A medida que vas avanzando se pone interesante, y el final son fuegos artificiales. No se va a convertir en una de mis obras favoritas, pero tengo ganas de leer más cosas del autor.

Por fin me adentro en el universo creado por Brandon Sanderson, tan lleno de magia y tensión que ha logrado atraparme poco a poco entre sus redes, hasta hacerme querer viajar al país de Arelon junto a sus protagonistas.



Elantris es una obra bastante compleja, dividida en tres partes, que poco a poco va mostrando todo un mundo con sus leyes y normas, en el que lo que parece sencillo no lo es en absoluto.



Pero no es compleja porque sea filosófica o con un lenguaje difícil de comprender, sino por su elaboración, por los diferentes temas que aborda, por lo bien creados que están los personajes y por la trama que se va enrevesando y complicando a medida que avanzamos, pero con un final lógico dentro de la magia que hay en la novela.



Pese a que toda la novela está narrada en tercera persona, los capítulos se muestran desde la perspectiva de los tres protagonistas: Raoden (protagonista principal), Sarene y Hrathen (el más secundario de los tres, pero no por ello menos importante).

Estos capítulos van a ir siempre en ese orden y de tres en tres, mostrando lo que sentía cada uno, hasta que sus caminos se vean irremediablemente entrecruzados y sea complejo separarles.



Dentro de esta novela debemos conocer dos escenarios principales dentro del país de Arelon: Elantris y Kae. Ambas ciudades, una al lado de la otra, van a ser los lugares donde sucede la mayor parte de la historia.

Es cierto que Teod, Fjorden o Duladel se mencionan en incontables ocasiones, pero lo que conocemos de esos lugares es por descripción de los personajes y no porque la trama transcurra allí.



Elantris, antigua capital de Arelon, se vio destruida por el misterioso Reod, que hizo que perdiera su magia y esplendor, y los elantrinos su belleza y misticismo que llevaba a otros a considerarles dioses.

Por ello, los nuevos elantrinos atacados por la Shaod, son enviados a Elantris como despojos, sin comida y sin recursos, donde vagan como almas en pena.



Kae es la nueva capital de Arelon, gobernada por Iadon y cuyo heredero, Raoden, es expulsado a Elantris en secreto, haciéndolo pasar el rey por muerte de cara al resto del mundo, cuando despierta siendo alcanzado por la Shaod (convirtiéndose así en elantrino). Aquí, los conflictos religiosos y políticos serán el centro de la trama.



Si cada personaje resulta importante y complejo dentro de la obra, y Brandon Sanderson juega con un gran número de secundarios que aportan gran riqueza a la obra, los tres protagonistas resultan unos grandes compañeros de viaje para cualquier lector al que le guste adentrarse dentro del libro y olvidarse de lo que le rodea.



En Elantris, los personajes principales son Raoden, Galladon y Karata, encargados de devolver como puedan el esplendor a una ciudad consumida por la mugre, el dolor y el hambre. Todo con esfuerzo y tratando de dar esperanza a unos elantrinos aislados del mundo y de su propia identidad, creyendo que todo está perdido.



En Kae, Sarene, mujer de Raoden (aunque no llegaron a celebrar el enlace, sino que un contrato les une), tratará de tomar el relevo del joven príncipe, elaborando un plan para salvar Arelon de la invasión religiosa del Sh-Dereth y de las traiciones políticas de miembros de la alta nobleza. Para ello, cuenta con los antiguos compañeros de Raoden: Kiin, Lukel, Roial, Eondel, Shuden y Ahan. Nobles de Kae que no ven con buenos ojos el desastroso gobierno del déspota y tirano Iadon.



También en Kae aparecerá la figura de Hrathen, alto cargo de la religión derethy, que se enfrentará a Sarene para que su religión sea la única que exista en el mundo. Contará con el ambicioso Dilaf, al que mueve el odio más allá de la fe.



Aunque ha habido ocasiones en las que ver tanto nombre me dio la sensación de que me iba a resultar demasiado lioso, al final no lo ha sido en absoluto. Sanderson sabe cómo hacer que conozcamos cada elemento de la obra y cada personaje, con detalladas descripciones y explicaciones. Incluso la magia tiene sus propias normas y su sentido, convirtiéndose en un elemento más de la novela.



¿Resulta la trama lenta y aburrida? Lo cierto es que no. Es verdad que en algún momento quería avanzar más rápido y vivir determinados momentos que no llegan hasta la segunda o tercera parte de la novela, pero cada elemento y cada situación resulta importante dentro de la obra y encontramos su razón de ser al llegar al desenlace.



Muchos lectores dicen que comenzar por Elantris es la mejor manera de comenzar con el universo creado por Brandon Sanderson, y la verdad es que no me sorprende. Después de esta novela, sin duda tengo muchas ganas de seguir leyendo obras suyas.

Lo más interesante de la novela es como se dispone aquí la sociedad, pasa de ser una sociedad bilateral, dioses y ciudadanos a ser una sociedad feudal adinerada. A partir de la riqueza que tenga un ciudadano se le atribuye un titulo nobiliario que le otorga poder en la ciudad, no obstante ese poder será eliminado si el noble tiene menos dinero del que debiera. Este sistema no deja de ser bastante esclarecedor porque aporta la trama principal del libro junto a la religión. La fe aquí genera enemigos o aliados, dependiendo de que religión sea la tolerada pueden tener más o menos posibilidades de poder o incluso de seguir viviendo. Es decir, es una alusión bastante acertada sobre el sistema feudal medieval y moderno + burguesía contemporánea.

En esta historia tenemos las voces de tres personajes: Raoden el principe de Kae, Sarene su prometida y Hrathen seguidor de una religión contraria a la que impera en Arelon.
Estos tres personajes crean una cadena de acontecimientos que se entrelazan y producen una historia de fantasía perfecta. Es magnifico como todo fluye y se interrumpe con variados plot twist que te dejan sin palabras y sobre todo que te hacen seguir leyendo sin parar.

Es cierto que el principio es lento, tiene muchos nombres raros, sobre todo en el tema de la religión yo me he liado bastante, he tenido que reelermelo en muchas ocasiones. Pero esto no es que influya mucho porque la lectura en general pasado el principio y entendiendo lo demás, lo malo queda en nada.

Os lo recomiendo muchísimo, de verdad que esta novela merece mucho la pena. No os dejéis guiar por el número de paginas porque cuando vas avanzando ese número queda en nada y te hará querer más de lo que hay escrito :)

Comencé a leer "Elantris" por una lectura conjunta, ya que yo no soy muy asidua de este género. Había leído acerca de Brandon Sanderson, pero el tamaño de sus libros me echaba para atrás. "Elantris" cuenta con 800páginas, que para mi sorpresa, se me han pasado en un suspiro.

Siendo sincera, he de reconocer, que al inicio de la lectura de "Elantris", me ha costado un poco ubicarme. Demasiados nombres complicados, y que el autor, Brandon Sanderson, nos mete de lleno en todo el meollo. Así que pasaron unas pocas páginas hasta que pude diferenciar a cada uno, y sobre todo, la situación política, detalle que me ha costado más coger el hilo.

Brandon Sanderson ha creado un mundo increíble, muy bien definido, detallado, y sobre todo, muy original, algo que a mi manera de ver, es difícil de lograr en el género de la fantasía.

El autor va alternando varias historias, y varios puntos de vista, de tal manera que al final, unos de irán uniendo a otros. Como suele ocurrir en estos casos, siempre hay algunas historias que enganchan más que otras.

Todo lo que envuelve a la ciudad de Elantris y Arelon, me ha cautivado. La historia al respecto de los Elantrinos, la magia, la "maldición" por así decirlo, es lo que más me ha gustado. Leer sobre Raoden, su tesón, sus ganas de cambiar Elantris y ayudar, es lo que más me tenía en vilo. Raoden consigue devolver la esperanza y la ilusión por vivir a los Elantrinos.

Por otra parte, Sarene es el personaje que más me ha gustado. Decidida, lista, perseverante, valiente y luchadora. Una princesa con carácter, que sorprenderá a más de uno. Sin Sarene, "Elantris" no sería lo mismo.

En "Elantris", encontraremos acción, magia, luz, oscuridad y también amor. Además, hay escondidas numerosas enseñanzas y valores, que el autor muy sutilmente nos enseña a través de los personajes. Por ejemplo el no tener miedo a lo desconocido, no tirar la toalla, es mejor ayudarse entre todos y estar unidos que pisarse los unos a los otros, o que lo importante no es el aspecto, si no las personas, entre otros.

El final ha sido simplemente de infarto, creo que he leído pocos finales tan buenos, y que consigan ponerme los nervios tan a flor de piel. Además, el autor se guarda una pequeña sorpresa, que me dejó con la boca abierta.

"Elantris" es de esos libros que da pena acabar. Yo quería seguir leyendo sobre ello, seguir en ese mundo tan increíble que Brandon Sanderson ha creado.

"Elantris" deja resaca literaria.

Hace diez años los elantrinos eran seres divinos, prácticamente dioses en la tierra, a través del poder del AonDor, su magia curaba enfermedades, creaba alimentos de la nada e iluminaba la gran ciudad que era Elantris. Pero las cosas han cambiado, la Reod ha acabado con todo esto y Elantris ha caído. Los elantrinos que pudieron sobrevivir son hoy meros deshechos que apenas continúan vivos. Están malditos, su piel está arrugada y llena de manchas, sus heridas no sanan y, además, cada vez más personas son tocadas por esta maldición.

Sanderson es un maestro a la hora de crear sus mundos, los mima y los cuenta poquito a poco, para que sean creíbles y no se tornen acelerados e incompletos, y por eso consigue engancharme rápidamente desde las primeras páginas. Mientras leía "El imperio final", una de las cosas que más leí en opiniones de otros lectores fue que era un libro aburrido porque tardaba mucho en arrancar. Algo con lo que no estoy nada de acuerdo, lo que sucede es que es un libro que tiene una buena creación de universo y eso no se hace en 15 páginas. Aunque la creación de este mundo no me ha resultado tan compleja, sí que se toma su tiempo para que arraigue en el lector.

El sistema de magia nuevamente me ha volado la cabeza, a través de trazos dibujados en el aire, muy parecidos a los carácteres japoneses o coreanos, los tocados por el poder del AonDor pueden hacer prácticamente todo tipo de magia, como curar heridas, teletransportarse o provocar explosiones. Es curioso porque pese a ser un sistema de magia del que se habla durante toda la novela, no aparece activamente todo el tiempo y, aún así, sigue siendo una historia mágica. Además, deja muchas cosas abiertas a futuras explicaciones y posibles secuelas (que ya están tardando demasiado en llegar), que aunque solo fueran por seguir explicando y ampliando esta magia, merecerían la pena.

Tres personajes destacan sobre los demás, no solo porque me han parecido los más interesantes, sino porque son los más desarrollados: Sarene, Raoden y Hrathen. Mi personaje favorito ha sido Sarene, sin lugar a dudas. Una princesa venida del país vecino que es una estratega política nata, y que para hacer lo que está bien no duda en meterse en cualquier situación. Su ironía y sus salidas de tono han sido una de mis cosas favoritas de la historia. Raoden es un personaje tierno y dulce, que busca la paz para su pueblo, y que para ello trata de enseñar a los demás, nunca imponer sus deciciones. Por último, Hrathen es un monje derethi que sufre una gran crisis de fe.

Y estos personajes no solo son interesantes por separados, sino que también son interesantes por como interactuan entre ellos. Hrathen y Sarene tienen una relación de antagonismo durante toda la novela, con "guerrillas"personales que aportan una de las partes más interesantes de la historia y de más acción. En cuanto a la relación de Raoden y Sarene, me ha gustado ver que a diferencia del cliché de siempre, Raoden, el hombre, es el tierno, el pacífico o el dulce, y es Sarene la que batallea, la que tiene carácter. Y ambos son maravillosos.

En fin, no voy a decir más, porque podría estar hablando horas de Sanderson, solo apuntaré que como parte negativa encuentro que el final ha sido muy apresurado. Me ha gustado mucho el desenlace, pero se llega a el de una manera muy acelerada, y en cuarenta páginas empiezan a caer todas las piezas y todo acaba, pasando realmente muchas cosas. Yo le hubiera puesto cien páginas más para que se tomara con más calma ese final. Y como detalle a mejorar, sigue haciendo falta más representación femenina, pese a que la que hay es maravillosa. Recomendadísima está primera obra publicada de Sanderson. le he cogido un cariño especial a "Elantris".