Quiero ser olvidado. Oscuridad. Sí, eso estaría bien.
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Quiero ser olvidado. Oscuridad. Sí, eso estaría bien.
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–A veces sólo tenemos que esperar el tiempo suficiente, (...). Luego descubrimos por qué exactamente seguimos creyendo.
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Había un grupo de gente antes de la Ascensión llamados los astalsi. Decían que cada persona nacía con una cantidad definida de mala suerte. Y así, cuando les sucedía un hecho desafortunado, se consideraban bendecidos: a partir de entonces su vida sólo podía mejorar.
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(…) decía que sonreía tanto porque sentía la necesidad de tomar la alegría que pudiera del mundo, para saborear los momentos de felicidad que parecían tan infrecuentes en el Imperio Final.
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–Creo que voy a besarte. Vin se estremeció ligeramente. –No creo que quieras hacer eso, Elend. –¿Por qué? –¿Cuánto sabes realmente de mí? –No tanto como me gustaría. –No tanto como necesitas, tampoco -dijo Vin, mirándolo a los ojos. –Entonces cuéntame. –No puedo. Ahora, no. Elend guardó silencio un instante, luego asintió y se retiró. Salió al pasillo. –¿Vamos a dar un paseo, entonces? |
La otra ella era algo que siempre había odiado en secreto. Una niña, en realidad. Delgada hasta el punto de la flaqueza, solitaria, llena de odio, desconfiada. No amaba a nadie y nadie la amaba a ella. Siempre se decía que no le importaba. ¿Había algo por lo que mereciera la pena vivir? Tenía que haberlo. La vida no podía ser tan patética como parecía. Sí, tenía que haberlo. No había nada más.
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Los guardadores son… almacenes. Recordamos las cosas para que puedan ser utilizadas en el futuro.
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Intenta ofenderlo o algo. Dirígele un par de esas miradas tuyas.
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(…) lo observaba con aquellos ojos oscuros y silenciosos suyos. Cuando advirtió que él la estaba mirando, apartó la mirada y se acurrucó aún más en su capa.
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Las brumas a su alrededor giraban sin cesar, como un oscuro océano de almas condenadas.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?