La cara norte del corazón

Este libro me defraudó un poco. No es que la Trilogía del Baztán fuese de mis favoritas, pero esperaba encontrarme otra cosa. Hay mucho relleno y le sobran muchas páginas. Te ayuda a conocer un poco más el pasado de Dupree y Amaia, pero poco más aporta a la historia.

La cara norte del corazón es una precuela de la Trilogía del Baztan que nos acerca a los orígenes de su protagonista, su indomable temperamento y los terrores que la han acompañado toda la vida, latiendo a corazón abierto. Puede leerse como una novela independiente sin necesidad de haber leído la trilogía, pero si se conocen los libros anteriores se disfrutará mucho más y se explicarán muchas situaciones que de otra manera resultarían inciertas para el lector.
Amaia Salazar asiste a un curso de formación en Estados Unidos, nada menos que en Quántico. Allí se les pide trazar el perfil psicológico de un asesino real apodado "El compositor", un hombre metódico que se aprovecha de las grandes catástrofes naturales para asesinar a familias enteras. Sorprendidos por las habilidades de Amaia, deciden nombrarla "agente temporal" del FBI para que viaje con el equipo de investigadores y así ayudar a dar con el asesino.
Al caso principal se añaden viejas heridas, tanto para Amaia como para Aloisius Dupree, jefe de la Unidad de Ciencias del Comportamiento. Y es que no hay lugar más oscuro, mítico e innacesible que que la cara norte del corazón.
Un libro impresionante escrito con la buena pluma de Dolores Redondo

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La cara norte del corazón es una precuela de la trilogía del Baztán. En este tomo tenemos a una joven sub inspectora de la policía española, Amaïa Salazar, en formación en Quántico (FBI) en perfilación criminal.
Por fin tengo explicaciones de la extraña relación entre Amaïa Salazar y el inspector del FBI, Aloisius Dupree quien surgía en la trilogía y desaparecía, sin ninguna lógica. Salazar lo llamaba por teléfono cada vez que tenía un problema serio.

El título del libro tiene que ver con el órgano-corazón porque el inspector Dupree sufrirá una crisis cardíaca durante la encuesta, de puro pavor.

Por qué la autora publica este tomo después de la trilogía? En condiciones que esclarece muchas cosas. Personalmente pienso que no hubiese podido llamar trilogía a sus libros sobre el Baztán, ni tampoco cuadrilogía porque este tomo sucede en EEUU y no tiene nada que ver con la fascinante historía vasca.

Ahora entiendo cómo Salazar pudo ser acogida tan bien por el FBI. Ella tenía brillantes estudios universitarios de la universidad de Loyola, Boston; lo que supone el perfecto dominio del inglés. Además es una joven hermosa, brillante, intuitiva. La escritora insiste sobre el físico llamativo de Amaïa Salazar sin nunca dar el detalle minucioso de su aspecto físico (sabemos que es alta y delgada), como si quisiera echar a volar la imaginación del lector para que cada cual forme su propio avatar.
Encontré también que la personalidad de la sub inspectora era algo diferente con respecto a la que demuestra en Elizondo; esta vez la sentí más arrogante y orgullosa, más temperamental y determinada. Como si el regreso al terruño natal la apocara un poco, la infantilizara mucho. Teniendo cuenta del contexto personal de la inspectora en Elizondo, un contexto absolutamente horroroso, se entiende.

Amaïa en Quantico se desempeña tan bien que el mejor inspector en Investigación la destaca del lote, en un momento en que FBI trabaja en la elucidación de un caso de asesino serial que se ataca a familias enteras desde hace años, sin que logren atraparlo. Aparentemente el asesino comete sus fechorías en medio de fenómenos naturales de envergadura, cuando impera el caos total.
Cuando se anuncia la tormenta Katrina en 2005, que asolará Nueva Orleans, todos saben que el asesino no perderá esta oportunidad para actuar y un equipo completo se dirige, con Dupree a la cabeza y Salazar, enrolada como agente temporario.
El descriptivo del pasaje del huracán deja sin aliento, es alucinante. Yo supe en aquel entonces que fue apocalíptico, pero nunca imaginé leer detalles tan escabrosos. Los refuerzos tardaron 4 días en llegar a una ciudad que no conocía ley (o tenía la ley de la jungla): crímenes, violaciones, hambruna, asesinatos (otros que el caso que nos interesa), heridos y enfermos a granel, etc, sin posibilidad de atención médica.
Sabremos que el agente Dupree es originario de Nueva Orleans y que a la par de Amaïa Salazar, tiene una cuenta pesada con su pasado. En esta región también existen mitos y leyendas que influyen en las mentalidades.

Amaïa estará en primera plana con la captura del asesino, hasta el desenlace final.

Dolores Redondo se habría inspirado del caso real de John List, un asesino de familias que tardaron 18 años en apresar. La escritora reconoce también haber tenido conocimiento del caso similar ocurrido en Francia, el caso de Xavier Dupont de Ligonnès.
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Esperaba mucho más. La historia se parece más a un capítulo de mentes criminales que a una historia de Dolores Redondo... Lo leí pensando en que dedicaría una buena parte del libro a saber sobre el pasado de Amaia, Dupree.. Y bueno... Algo si... Pero no me ha aportado mucho. Como punto positivo el escenario donde se desarrolla, en medio del Katrina (2005).

Me ha parecido un thriller estupendo, si bien me sumo a las muchas críticas sobre su extensión. Y no es que, personalmente, me sintiera aburrida por la historia, sino más bien abrumada por tanto personaje y pensando que cada una de las subtramas merecía un libro aparte.

La cara norte del corazón narra la participación de la policía Amaia Salazar en la identificación de un asesino serial que ataca familias en el marco de grandes desastres naturales. Aunque al principio parece que las muertes son resultado de la catástrofe, pronto se descubre que el asesino planea meticulosamente los crímenes, que tienen además algo de ritual. Salazar es llamada para colaborar con el FBI y viaja con el equipo a Nueva Orleans, unas cuantas horas antes que el huracán Katrina golpee la zona y en donde esperan que "El Compositor", como han llamado al sospechoso, ataque. Conforme avanza la investigación, los detalles de los asesinatos irán recordando a la agente Salazar muchos detalles de su niñez en España y de su propia tragedia personal-aquella que la llevó a separarse de su familia y de su hogar.

Ahora bien, a mi me ha encantado la forma en que la autora va hilando la historia de El Compositor con la vida de Amaia, y aquello que está detrás de los crímenes de naturaleza familiar. En particular, los episodios de la niñez de la protagonista me han parecido geniales -llenos de misterio, de terror, con una forma espectacular de jugar con un elemento sobrenatural y la existencia de la maldad pura. Hubo en realidad momentos en que me estremecía de terror ante lo que vivió una pequeña niña en los bosques del norte de España, llenos de leyenda y misterio pero quizá, de algo peor: del terror de sabernos despreciados por quiénes más amamos. Asimismo, toda la psicología y la historia de "El Compositor" me ha parecido estupenda, coherente: vaya, un asesino en serie en toda regla.

Sin embargo, de manera paralela la autora decide introducir otras muchas historias de personajes secundarios e incidentales que ocurren también durante la tragedia del huracán Katrina. Así, conocemos la historia de Dupree, uno de los agentes del FBI que regresa a Luisiana a resolver un misterio de su niñez, así como de su niñera; también se nos presenta la historia de otro agente del FBI bastante sospechoso y una serie de rivalidades entre agentes y policías. Se debe reconocer que todas las historias son muy interesantes en si mismas, pero, por eso mismo, creo que cada una merecía un libro propio. Así de simple: veo perfectamente a Salazar investigando en distintos libros cada uno de los misterios, porque vaya que todos tiene un gran potencial. Por ejemplo, una de estas subtramas incluye la mitología vudú de la zona con una serie de crímenes lo cual, en sí mismo, dan mucho material para un solo libro. Hay una escena en la que reaparece un personaje que había sido secuestrado y la descripción física del mismo es espectacular: horrorosa, como lovecraftiana pero mucho mejor. Sin duda, un personaje e historia que fácilmente podrían tener su propio libro.

Me resulta entonces difícil comprender por que Redondo decidió meter todo lo que puedo en un solo libro cuando pudo explorar estas ideas en otras novelas. El resultado es que, en algún punto la novela simplemente se vuelve muy largo, y estos nuevos elementos realmente no aportan a los crímenes principales: antes bien, incluso puede que resten a la trama principal y la descubrimiento de quién es el asesino.

Con todo, no lo considero un mal libro ya que Redondo me parece una buena escritora y construye momentos realmente terroríficos y oscuros. Sin duda, ésta puede ser una lectura de verano apropiada, si se tiene tiempo e interés por los thrillers.

Libro entretenido, aunque esperaba más después de la triología. Nos ayuda a conocer mejor a Amaia, tanto a ella misma como su pasado. El libro es entretenido, para pasar un rato agradable. Es un acierto llevarlo a Nueva Orleans y ver cómo evoluciona la protagonista.

Hace tiempo que conocí a Amaia Salazar.

Sufrí e investigué junto a ella los famosos crímenes del Baztan, trilogía que me robó el aliento hasta su trepidante desenlace.

Pero Amaia, antes de ésta historia, tiene la suya propia, la que la convirtió en quien es. Una historia intensa que se nos relata en ésta precuela de la trilogia anterior.

Un curso en EE.UU. y un famoso criminólogo que sigue la pista a la evolución de la subinspectora más joven de toda España.

Un reclutamiento a marchas forzadas en una lucha contra reloj, en la que las fuerzas de la naturaleza juegan en nuestra contra y favorecen a los monstruos que se aprovechan para salir cuando reina el cáos y la oscuridad.

La historia no contada, los miedos más oscuros de Amaia, irán saliendo a la luz en cada paso de la investigación. ¿Qué está pasando en Estados Unidos?

Sólo una mente que ya viajó al infierno, y volvió de él, puede entender cómo piensan los demonios.
Trepidante... Amaia Salazar vuelve a meterse en nuestra piel, vuelve a controlar el pulso de nuestro corazón y a hacernos contener la respiración en cada capítulo.

Dolores Redondo recupera a su personaje más carismático en una novela no apta para cardiacos.

Todos los fans de la inspectora Amaia Salazar estábamos deseando su vuelta y este libro le hace clara justicia. Una novela en la que el ritmo no nos dará tregua y donde Dolores Redondo volverá a jugar con la realidad, la fantasía y los mitos.

Una trama retorcida y perfecta
Las tramas con las que nos deleita Dolores Redondo nunca son simples, aunque están narradas con una simplicidad abrumadora. de nuevo tenemos un asesino, uno que se aprovecha de la destrucción de las catástrofes naturales para disfrazar sus asesinatos. Desde el primer momento Amaia sentirá cierta conexión con ese caso. Algo de su infancia que creía olvidado se despertará y podremos saber mucho más de su pasado.

Desde el principio Amaia deslumbra con su capacidad de analizar la conducta del asesino pero… ¿y si en algún momento algo se le ha pasado por alto? ¿Y si de repente algo no cuadra? ¿Y si el plan de cazar al asesino en Nueva Orleans encierra algo más?

La trama principal se verá irrumpida por dos subtramas que no harán más que acrecentar las ganas de seguir leyendo y llegar a entender por qué esas tres historias están conectadas. Una maravilla.

Los personajes de la cara norte del corazón
Si hay algo que me fascina de Dolores Redondo es la capacidad de crear personajes con entidad propia. de nuevo nos encontramos con ese personaje tan poliédrico como fascinante que es Amaia. Una Amaia a la que aún le queda mucho que aprender pero que ya despunta por sí sola. Un personaje con un don pero a la vez lleno de miedos, inseguridad, valiente un personaje con una personalidad en escala de grises. Siempre lo digo, los personajes rotos son los más interesantes y Amaia es una mina de oro.

Por otro lado esta novela sirve para conocer mejor a Dupree, un personaje que aparece esporádicamente en la trilogía del Baztán aunque siempre por teléfono. Es un personaje igual de fascinante que Amaia aunque a mí me resulta más frío y calculador. Aún así, un personaje muy bien construido al igual que el resto.

La pluma de Dolores Redondo
Me encanta el estilo de Dolores Redondo. para qué voy a negarlo, tanto a la hora de narrar como de estructurar la información. Me encanta cómo va introduciendo poco a poco puntos de conexión entre todas las historias haciendo que todo tenga sentido. Y qué decir del estilo, la forma de narrar de Dolores es hipnótica. Eso sin contar que con sus descripciones te mete de lleno en el ambiente, la situación y los personajes.

Creo que no hace falta decir que he disfrutado muchísimo con esta historia en la que he encontrado también un poco de crítica social hacia cómo se llevó la evacuación de los damnificados del Katrina. El asesino es totalmente inesperado y la intriga te acompaña hasta el final. No podría haber escrito un libro mejor para los que somos fans de la trilogía. También os advierto una cosa, si no habéis leído la trilogía del Baztán creo que sería conveniente que lo hicieseis si no queréis comeros algunos spoilers.

Poco más tengo que decir, un thriller maravilloso que no se hace pesado en ningún momento y que recomiendo muchísimo.
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Me ha sorprendido para bien. No es que esperase un mal libro pero teniendo el precedente de la trilogía del Baztan pensaba que la historia no iba a ser tan atrayente pero me equivoqué. En este caso, la historia se remonta a una Amaia más joven, que se encuentra en EEUU en un curso del FBI. La historia del asesino en serie que tienen que descubrir atrapa bastante y además continuamente hay capítulos en Elizondo cuando Amaia era niña (por tanto no conviene leerlo antes de la trilogía para evitar spoilers). Como único dato malo, se me ha quedado algo corta e inconclusa la historia final del agente Dupree, desconozco si la autora pretende hacer un libro centrándose en él...

Pese a que es una precuela de la trilogía original, es importante haber leído antes los otros tres libros pues en este se hacen algunos spoilers bastante importantes de cosas que pasan en los anteriores y estropean por completo la sorpresa. Debe leerse según orden de publicación ya que la información de este libro es complementaria pero deja cosas sin explicar que se tratan en los otros libros.

Es una historia interesante, con unos personajes nuevos que le dan frescura a la trama. El ritmo es estable a lo largo del libro y, aunque va dando la información importante poco a poco, me ha faltado algo de agilidad. Considero que es un libro bueno pero que a veces se entretenía en descripciones de sucesos que no aportaban a la trama y que alargaban la historia sin necesidad. Las partes del pasado de Amaia son, sin duda, lo más interesante de todo y las que me tenían completamente atrapada. También la historia de Dupree me pareció sumamente intrigante pues hasta ahora no conocíamos nada de él y es un personaje que puede dar mucho de sí.

Amaia se muestra mucho más segura y decidida que en los libros de la trilogía del Baztán. Tras leer este libro me sorprende la Amaia del futuro, a la que le cuesta más encontrar al culpable. A pesar de que en algunos momentos nos da información de su pasado que ya conocía (de haber leído El guardián invisible y Legado en los huesos), la información suele ser complementaría y empezamos a conocer más de cerca como lo vivió todo su padre. Considero una muy buena forma de cerrar el círculo pues ya hemos visto la historia desde varios puntos de vista pero nunca se le había dado protagonismo al padre de Amaia cuando, realmente, tiene mucho que ver.

El caso de "el compositor" empieza muy interesante y me mantuvo intrigada hasta que parece estancarse y no avanzar. Llegado ese punto pensé que aún quedaba medio libro por delante y que no sabía como iba a remontar todo pero Dolores Redondo mete varios elementos nuevos que hacen que ese caso pase a un segundo plano y tengamos otra investigación y otros puntos de interés que seguir. Creo que es un gran acierto porque es un libro bastante extenso y el caso de Nueva Orleans no iba a dar para tanto, teniendo en cuenta que la subinspectora que nos pintan aquí es una superdotada que supera las expectativas de sus jefes.

Es un libro entretenido, con varias tramas paralelas y muchos flashbacks que hacen que el lector no quiera parar de leer para descubrir como van a terminar todas las historias. Me ha gustado mucho conocer una parte diferente de Amaia, fuera de Elizondo y de ese ambiente que la apaga y no la deja brillar; y a Dupree, del que sólo habíamos escuchado un par de conversaciones.

Es importante tener en cuenta que si no se ha leído la trilogía antes habrá cosas que no se entenderán del todo y que, de querer leerla después, el lector se perderá muchas sorpresas pues se revelan muchas cosas en este libro que afectan directamente a la trama de los otros. Aún así, como libro independiente puede funcionar.
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