Vasili Grossman es uno de esos autores a los que siempre me ha dado cierto respeto acercarme, como si el dolor y la crítica que supuran sus páginas fueran capaces de abandonar el tatuaje del papel e impregnar la piel de mi alma. Antes de siquiera atreverme con su colosal Vida y destino, pensé que Todo fluye sería una apuesta más segura, más al alcance de lo digerible. Lo primero que me llama la atención de su escritura es esa pátina que parece que comparten los escritores del este: el sufrimiento hecho objetividad. Personajes, vidas, descripciones de unos tiempos en los que la tiranía y obcecación de los dictadores marcó el destino de millones de personas, desdibujados entre la nieve y la hambruna; un destino marcado por el terror ante el vecino y amigo, la sumisión ante el Estado. Aparentemente Todo fluye es la historia del regreso al mundo conocido de Iván Grigórievich tras treinta años en diferentes prisiones y campos de trabajo, pero acaba desplegándose como un retrato de lo que supuso la década de los treinta y la posterior muerte de Stalin en las calles de Moscú. Y digo aparentemente porque tras casi una veintena de diversos capítulos donde se recogen diferentes historias de personajes y momentos relevantes en la vida de Grigórievich, aparecen una serie de capítulos finales más centrados en explicar y reflexionar sobre diversas cuestiones como qué pasó con los revolucionarios tras 1937, la figura de Lenin y el ser ruso. Aunque resultan muy interesantes sí que te sacan un poco de la narración, porque esta parecía una obra sobre lo humano más que sobre lo histórico, pero claro… ¿cómo podemos separar la historia del hombre del propio hombre? Aquí es donde se intuye la relación personal de Vasili Grossman con su narrativa: testimonial, clara, alejada de victimismos. Pese a que como novela pueda tener sus más y sus menos, es innegable reconocer sus cualidades como legado, como mensaje en una botella que ha surcado el océano de los años y que llega a tus manos exhausta pero plenamente decidida a no dejar que el olvido borre sus letras escritas con la sangre del tiempo. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Paz Alicia Garciadiego, autora de los guiones de películas como “Profundo carmesí”, “El diablo entre la piernas” o la adaptación de “El coronel no tiene quien le escriba”, platica con nuestro conductor, Harold Torres, sobre los autores y libros que han sido más relevantes para ella y descubre coincidencias entre ellos. Escucharemos, en la voz de Harold Torres, fragmentos de libros de León Tolstói, Adolfo Bioy Casares y Fiódor Dostoyevski.
Libros leídos:
"Guerra y paz" de León Tolstói
"La invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares
"Los demonios" de Fiódor Dostoyevski
Libros mencionados:
"María Estuardo" de Stefan Zweig
"Huckleberry Finn" de Mark Twain
"Las aventuras de Tom Sawyer" de Mark Twain
"Mujercitas" de Louisa May Alcott
"Hombrecitos" de Louisa May Alcott
"Ana Karenina" de León Tosltói
"El azar y la necesidad" de Jacques Monod
"Principio y fin" de Naghib Mahfuz
"Días y destino" de Vasili Grossman
"El dios salvaje. Ensayo sobre el suicidio" de al Alvarez
"Una historia de amor y oscuridad" de Amos Oz
Autores mencionados:
Charles Dickens
Honorio Bustos Domecq (Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares)
Jorge Luis Borges
Javier Marías