Vida y destino- nueva rústica

Vida y Destino es la obra maestra de un escritor único, irrepetible: Vasili Grossman. A lo largo de las más de 1100 páginas que tiene la edición de Galaxia Gutemberg, el escritor ruso vierte una infinidad de sentimientos, pensamientos, razones, angustias, convicciones, vividas por los muchos personajes que pueblan la novela. Tras leer la novela y, posteriormente, la biografía de Grossman, identifico claramente dos personajes como alter egos del escritor: el comisario Krimov representaría el Grossman de los primeros años y Viktor Shtrum, el Grossman más madura, aquél atormentado por las dudas y los fantasmas, por la nostalgia y cuyo miedo le impide actuar de una forma coherente, aunque ello sello su destino.
Este libro, situado en los años 1942-43, en el contexto de la invasión alemana de la Unión Soviética, nos cuenta las vivencias de una gran cantidad de personajes en distintos entornos: prisioneros rusos en un campo de concentración alemán, prisioneros rusos en un campo de trabajo ruso, judíos en un gueto de Ucrania, científicos rusos en su exilio en Kazan, soldados en el frente de Stalingrado, etc. Todos y cada uno de ellos tienen una voz personal, permitiéndole a Grossman exponer todo su pensamiento sobre temas tan variados como la bondad, la libertad, la amistad, la humanidad, el amor, las purgas de 1937, la colectivización, el holocausto, el colaboracionismo, el miedo a percibir que todo aquello por lo que has dado la vida era mentira…
Todo ello escrito con un estilo maravilloso, con un léxico riquísimo, gran riqueza de diálogos y una capacidad narrativa magistral. No me resisto a compartir parte de estas joyas:
“El tiempo, ese medio transparente en el que los hombres nacen, se mueven y desaparecen sin dejar rastro. En el tiempo nacen y desaparecen ciudades enteras. Es el tiempo el que las trae y el que se las lleva.”
“Así es el tiempo: todo pasa, sólo él permanece. Todo permanece, sólo el tiempo pasa. ¡Qué ligero se va, sin hacer ruido!”
“No comprendimos la libertad. La aplastamos. Ni siquiera Marx la valoró: la libertad es el fundamento, el sentido, la base de la base. Sin libertad no hay revolución proletaria.”
“Sólo el destino le había empujado a ser un verdadero verdugo. El destino conduce al hombre, pero el hombre lo sigue porque quiere y es libre de no querer seguirlo. El destino guía al hombre, que se convierte en un instrumento de las fuerzas de destrucción, pero cuando eso sucede no pierde nada; al contrario, gana. Éste lo sabe y va allí donde le esperan las ganancias; el terrible destino y el hombre tienen objetivos diversos, pero el camino es uno solo.”
“La verdad es sólo una. No hay dos verdades. Sin verdad, o bien con fragmentos, con una pequeña parte de la verdad, con una verdad sesgada y podada, es difícil vivir. Una verdad parcial no es una verdad.”
“Las almas más puras están siempre e inevitablemente abocadas a la duda. El mundo está dominado por hombres de pocas luces convencidos firmemente de su razón. Las naturalezas superiores no dirigen los Estados, no toman grandes decisiones.”
“La verdad de los fuertes no está en la arrogancia. Todos eran débiles, tanto justos como pecadores. La única diferencia era que un hombre miserable, cuando realizaba una buena acción, se vanagloriaba de ella toda la vida, mientras que un hombre justo no reparaba en sus buenas acciones, pero recordaba durante años un pecado cometido.”
Una auténtica obra maestra.