Y Julia retó a los dioses

Novela histórica narrada de manera impecable, llena de rigor histórico, pero aderezada con interpretaciones del autor acerca de acontecimientos que agilizan el ritmo y humanizan a unos personajes que hacen que veamos con otros ojos las estatuas y monumentos que han llegado a nuestros días y que, si no conociéramos sus pasiones, logros y errores, se quedarían en fríos testimonios de una época que fue de todo, menos tranquila. El lector vivirá intensamente la segunda mitad de la vida de Julia Domna y comprenderá todo lo acontecido alrededor de la figura de una mujer poderosa que, desde un segundo plano, influenció a muchas personas para conseguir los objetivos más ambiciosos que nadie pudiera tener, sin detenerse ante nada ni nadie.
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Cuando terminé la primera parte de la novela, Yo, Julia, no tenía claro si continuar con la historia. al final me decidí a hacerlo y me alegro de haberlo hecho.

Para mi, el punto fuerte de ambas novelas era la trama, la manera en la que estaba contada. Sin embargo, en la primera parte me resultaron algo flojos los personajes. de hecho, terminé la novela pensando que Julia no era la protagonista, al igual que ningún otro.

En cambio, esta segunda parte me ha parecido mucho mejor. No solo la estructuración de la novela, sino el cómo ha introducido cada elemento en su momento justo. Además, aquí se ve a una Julia mucho más protagonista, a un nivel como hubiese esperado en la primera parte. Además, profundiza mucho más en ella y la encontramos más cercana y humana. Esas sensaciones no las tuve en ningún momento en la primera parte. Fría, distante y tan “perfecta” que me era imposible creérmela. No así esta vez. Habla de sus puntos fuertes, pero también vemos sus errores, sus miedos y sus inseguridades. ¡Por fin!

Por último, añadir que el médico sigue siendo uno de los personajes que más me han gustado. El juego que da a lo largo de la trama me ha gustado mucho. También las descripciones de momentos “clave” que iban a dar un giro a la historia.

Para quienes estéis dudando en si darle una oportunidad o no, hacedlo, es probable que si os quedasteis con sabor agridulce con la primera parte, este apacigüe esa sensación.

Nunca antes había leído nada de Santiago Posteguillo hasta que Yo, Julia (reseña) cayó en mis manos y quedé fascinada por la increíble prosa de su autor y cautivada por la imponente figura de Julia Domna, mujer siria, casada con Severo al que ella sola, con la única fuerza de su gran intelecto, llevó a la cúspide y convirtió en emperador de Roma.



En Y Julia retó a los dioses es la esperada continuación, donde se nos presenta a una Julia más mayor, más astuta y más despiadada que de haber sido hombre su nombre jamás habría sido olvidado de los libros de Historia. Julia ha llevado a su familia a lo más alto, pero mantener el poder y protegerse de las dentelladas de sus numerosos enemigos es una tarea ardua. Más se le complican las cosas cuando dos de sus hijos se pugnan el poder de Roma, su propia estirpe pone peligro todo aquello que tanto que le costó construir y, antes que madre, es la emperatriz de Roma. al mismo tiempo, una terrible enfermedad podría acabar con Julia desde dentro, siendo quizá la primera amenaza a la que nuestra protagonista no pueda vencer.

La novela, pese a su envergadura, se lee en un suspiro y deja sin aliento. El trabajo de investigación llevado por su autor es extraordinario, siendo admirable el modo en plasma todos estos hechos históricos sin que el lector se sienta abrumado. de forma sublime, Posteguillo nos sumerge en una trama apasionante repleta de intrigas, acción, muerte y hasta amor.

Como figura histórica Julia Domna es digna de admiración, pero como persona deja mucho que desear. Pese a que soy consciente de que eran otros tiempos y de que Julia no hizo nada que no habría hecho Julio César de ser tan astuto como ella, poner la piel de gallina leer hasta donde estuvo dispuesta a llegar para crear una dinastía y que perdurara inalterable en el tiempo.

Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo es una novela histórica maravillosa y adictiva, un trabajo de investigación fascinante y el rescate de un personaje histórico que deja al lector boquiabierto. Una obra magnífica que ningún lector que se precio ha de desdeñar.



¡Mil gracias a la editorial Planeta por el ejemplar!

En esta novela, Posteguillo continúa la historia de Julia Domna, emperatriz de Roma, mujer de Septimio Severo. Es, por lo tanto, una continuación de “Yo, Julia” por lo que han de leerse en orden.

Si en la primera novela conocimos los primeros años de Julia, su matrimonio con el que sería emperador de Roma Septimio Severo y sus tejemanejes para acceder al trono, en esta novela veremos lo que tiene que hacer para mantenerse en él. Porque a Julia no le basta con haber llegado a lo más alto: quiere mantenerse ahí y que, cuando ella falte, le sucedan sus descendientes. A Julia no le sirve con que su marido y ella hayan sido nombrados augustos; ella lo que siempre ha pretendido es fundar una nueva dinastía. Y, por lo tanto, tiene que estar ojo avizor para mantenerse en el trono no sólo mientras ellos sigan vivos, sino después. Enemigos externos: no sólo extranjeros sino otros romanos que quieren hacerse con el poder, el Senado que la sigue viendo como una extranjera, rebeliones, traiciones… y luchas en su propia familia. Porque sus dos hijos, a los que ella quiere ver gobernando en un futuro, no se pueden ni ver. Su enemistad, la envidia entre ambos, está enconada y eso no puede acabar bien. No es el único problema familiar al que Julia deberá enfrentarse, ni mucho menos. Si a eso le unimos la guerra contra Partia, los últimos años de la emperatriz no van a ser nada fáciles. Máxime cuando está aquejada de una enfermedad mortal.

Esta segunda novela me ha encantado, tanto o probablemente más que la primera “Yo, Julia”. Julia me sigue pareciendo una mujer fascinante (aunque no apruebe, ni mucho menos, todo lo que hizo) y que el autor haya elegido contar la historia de ese período de la historia de Roma desde el punto de vista de la augusta y no del de su marido, me parece un gran acierto. Julia no da puntada sin hilo; conoce todo lo que pasa en su imperio y va siempre un paso por delante de sus enemigos. A veces se pasa de lista, no lo voy a negar. Aún así, su fortaleza me ha encandilado. Aunque, como digo, hace muchas cosas que no apruebo pero al final da una explicación que hace que la entiendas y que, en cierta forma, aplaudas cómo actúa en cada momento.

La ambientación histórica es magnífica. Es cierto que Posteguillo es un gran conocedor de la historia de Roma y no son éstos los primeros libros que sobre ella escribe pero, aún así, hay que quitarse el sombrero ante él. Hay veces que te planteas si no habrá descubierto la forma de viajar en el tiempo y se habrá pasado un par de añitos en la Antigua Roma porque es que, de verdad, parece que hubiera estado allí y hubiera conocido a Julia, Septimio, Antonino, Geta, Galeno y todos los demás. Y es que ese es su gran acierto: hacer reales a los personajes. Todos ellos están caracterizados a la perfección y traspasan el papel; son absolutamente creíbles. Vamos., que si por casualidad leo otro libro en el que aparecen alguno de ellos y no son como Posteguillo los dibuja, tacharía al otro pobre escritor de mentiroso.

Esta biología sobre Julia es una auténtica lección de historia. Sin darte cuenta, aprendes muchísimo sobre la época; en múltiples aspectos: política, sociedad, forma de vida en el imperio… Y lo mejor de todo es que lo haces sin darte cuenta, sin ningún esfuerzo. Porque estos libros son instructivos, sí pero, sobre todo, son entretenidos. “Y Julia retó a los dioses” es una novela entretenidísima, muy ágil, yo diría que incluso un “page-turner”. Siempre están pasando cosas, el ritmo no decae en ningún momento, te incita a seguir leyendo… Son ochocientas páginas pero no se hace larga sino más bien lo contrario: no me hubiese importando que se alargara otras doscientas páginas más.

Me ha gustado mucho el punto de originalidad que le aporta a la historia el tema de los dioses y me ha encantado el final (y hasta aquí puedo contar).

Conclusión final

“Y Julia retó a los dioses” es, como ya lo fuera “Yo, Julia”, un novelón. Un libro de diez que recomiendo incluso a los no aficionados a la novela histórica (al fin y al cabo, a mí no me gustan las “novelas de romanos” y ésta me ha encantado). Una novela de diez que estará entre mis mejores lecturas del año.
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La verdad es que tenía muchas ganas de continuar esta bilogía, la primera parte la leí al poco de publicarse, aunque son lecturas más densas, la devoré y ya estaba deseando leer su continuación.

En esta continuación de Yo, Julia, al igual que sucede con el anterior, nos describe de forma muy amena, una época de la historia de Roma de la mano de uno de sus personajes más determinantes, y en este caso, uno muy olvidado, como ocurre con casi todas las mujeres que han sido relevantes en la historia y a las que solo se les reconoce su aportación a través de los logros de otros (padre, marido, hijo,...). Me gusta que a las mujeres, por fin se les dé el reconocimiento que merecen y que pongan en relieve todos sus logros.

Nos describe a una mujer con una visión política bastante más avanzada que la de sus contemporáneos, en épocas en las que el mayor poder se obtiene siempre a través de la fuerza militar. Quizá peca un poco de maniqueísmo, ensalzando la habilidad y la visión de futuro de Julia, en contraposición con la falta de esas mismas virtudes por parte de sus enemigos e incluso, en ocasiones, de aquellos de los que se tiene que servir para sus propósitos, aunque tenga que recurrir a las mismas armas que sus enemigos por mano de sus allegados. Pero no por ello dejan de ser notables sus logros, conseguidos a veces, por el simple menosprecio que produce el que sea una mujer la que instiga los actos que finalmente la llevan a consolidar una dinastía.

Es importante la continuación en esta segunda parte para ver en su conjunto cual es la influencia real de Julia en la Historia, que en la primera queda difuminada por las victorias militares de su esposo, mientras que en la segunda se aprecia más cuál es su influencia política.
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Me ha parecido una buena novela, llena de intrigas, rencores, asesinatos y mucho movimiento de personajes. El mejor, sin duda, el de la protagonista Julia Domna. Posteguillo es un muy buen narrador y siempre hace que la novela histórica se lea de forma amena. Os diré que, incluso, me ha gustado más que la primera parte. Os lo recomiendo.

Es la continuación sobre la dinastía Severo. La novela, al igual que el primer libro, tiene la virtud de recrear con acierto la Antigua Roma y las disputas de poder y ambición en palacio, aquí los aportes de mitología, aspecto fundamental en la convivencia religiosa-personal del periodo. El protagonismo femenino se muestra determinado a mantener su influencia y dominio en un ambiente de lucha fraternal de sus hijos Caracalla y Geta.
El libro, estructurado en capítulos cortos, es de lectura fácil por su narrativa sencilla. El escritor es un gran narrador, sabe dar agilidad a la narración, dotarla de mucha viveza. Utiliza un lenguaje fluido, salpicado por algunas palabras en latín que logra con una gran ambientación exquisita. Posteguillo nos transporta a la época del imperio romano, logra centrarse en lo esencial para la trama y el lector no se aburre ni un instante, no es un autor que dedique páginas a demostrar lo que sabe sobre el tema. Posteguillo ha conseguido hacer que la lectura sea apasionante cruzando historias, presentándonos un mismo momento con diferentes escenas y el resultado es de una gran intensidad dramática. Para finalizar comentar que la mayoría de los personaje que aparecen en la novela son reales y los hechos ocurridos también, el autor ha novelado la historia pero sin apartarse del rigor histórico.
Como en libro de Yo Julia me ha encantado. Lo recomiendo para todas aquellas personas que les guste las novelas históricas.


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Apasionante novela que a través de los ojos de Galeno nos lleva por la vida de Julia, la dinastía Severa y la Roma imperial del principio del siglo III.