Doña Milagros inicia una saga familiar, la de los Neira, que continuará con Memorias de un solterón; una saga que conoceremos a partir de las memorias del patriarca, ya fallecido, que será llevado a casa de una mujer marinedina (nuestra sin par doña Emilia) para susurrarle la historia de su vida. A partir de aquí conoceremos a esta familia llena de mujeres, todas reflejo fiel de un tipo distinto de mujer y a una mujer, andaluza en Galicia, que eclipsa a todos cuando aparece en escena: mi tocaya (de la que no voy a hablar para que nadie crea que me dejo llevar porque compartimos nombre, pero ¡qué mujer!) Como siempre, doña Emilia no deja títere con cabeza en una sociedad que mucho ha de cambiar... Y nos presenta a una Feíta (de Fe) que hará nuestras delicias en la segunda parte de la historia (que yo leí antes que la primera). |