Heartstopper cuenta la historia de Charlie y Nick. Charlie es un chico al que se le dan bien los estudios, tocar la batería y el atletismo, pero por lo que es conocido en su instituto es por ser gay. Por ese mismo motivo sufrió bullying, y por ello también tiene muchas inseguridades y no para de pedir perdón por todo. La situación cambiará con la aparición de Nick, jugador del equipo de rugby con el que le sientan a principios de curso. Poco a poco van haciéndose amigos, Nick mete a Charlie en el equipo de rugby y cada vez comparten más tiempo juntos, también fuera del instituto. Charlie siente que se está enamorando de Nick, a pesar de que sus amigos le dicen que él es hetero y que le hará daño. Pero Nick también siente algo diferente por Charlie, y después de besarse en una fiesta Nick se planteará muy en serio su sexualidad. Esto es tan solo lo que narra el primer volumen, es decir, que el comienzo de la relación sucede con bastante rapidez, y a partir del siguiente volumen seremos espectadores de cómo avanzan ambos en su relación, encontrándose con nuevas inseguridades que tratarán de resolver juntos, relaciones con sus amigos, conocimiento más profundo del otro, etc. En líneas generales me ha parecido que la serie de Netflix se asemeja bastante a los cómics, de hecho los personajes incluso se parecen físicamente, pero a partir del tercer tomo el cómic ahonda mucho más que la serie en la dificultad para salir del armario, las implicaciones que tiene para cada persona y cómo lo afronta la gente a su alrededor. Además se entra en temas de salud mental como las autolesiones o los trastornos alimentarios, lo cual le da un nivel más de profundidad al cómic frente a la versión audiovisual. Pero lo que más me gusta de ambas versiones es la candidez e inocencia que transmite la historia, ese poder acompañar a Nick y Charlie en su proceso y quererles por cómo son y lo que transmiten. + Leer más |