Bestias

La magia de la literatura es esta: desconocer por completo la escritura de una autora y, al tener un primer contacto con ella, desear leer prácticamente la totalidad de su obra.

Joyce Carol Oates es una escritora estadounidense muy prolífica y esto es lo que hace aún más curioso el hecho de no haber leído nada suyo hasta este momento.

En realidad, el argumento de Bestias no difiere mucho de algunas otras obras que he leído (salvando las distancias): un grupo de jóvenes universitarias que se ven fuertemente atraídas por su profesor de poesía, quien ejerce una influencia tan poderosa, macabra y sectaria sobre ellas que no seremos capaces de cerrar el libro aun intuyendo cuáles serán los pasos de la historia.

Narrada por Gillian, una de las estudiantes del Catamount College, universidad del nordeste de los Estados Unidos y ambientada en los años 70, nos veremos rápidamente absorbidos por una narración austera aunque muy potente.

El punto de tensión en esta obra es palpable casi a cada instante, lo que rivaliza enormemente con su extensión, apenas 150 páginas. Pero es que todo en la historia tiene un halo de extrañeza y sordidez: la relación competitiva entre las jóvenes, las prácticas de manipulación y sumisión por parte del profesor Andre Harrow y, finalmente, el desenlace (quizá precipitado, quizá ensombrecido por las brutales ganas que tenía de que la historia se expandiera más).

Reconozco que la mayoría de las veces soy especialmente crítica a la hora de reflexionar sobre las extensiones y los finales de las obras, pasando incluso por alto otros aspectos que pueden ser más importantes para otros lectores.

Pero también reconozco que a veces no es necesario crear grandes escenarios o personajes demasiado carismáticos, ya que la fuerza de la trama es suficiente para la construcción del sentimiento de satisfacción que nos sobrecoge al dejar pasar la última página.

Literatura de calidad en pocas páginas, ¿qué más podemos pedir?

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Buenas tardes familia,

¿Qué tal? ¿Qué tal vuestro fin de semana? Yo aprovechando que tengo el sábado para ponerme al día con varias cosillas. No había leído nada de Joyce Carol Oates. Las ganas de leer este libro fueron culpa de Marta, @unmillondepaginas .Me creó la necesidad y me gustó la edición de @editorialcontrasena 🥰🥰


✒️ Gillian es una estudiante de la universidad enamorada de su profesor de poesía y es quien nos narra su historia. Desde mi perspectiva, entrevemos que es una narradora que nos sorprende y que nos hace desconfiar ya que nos habla de unos hechos de los que, como lectorx, no estás segurx y de sus pensamientos. La historia se desarrolla a caballo entre varios años. No sabes realmente qué está pasando. Algunas cosas sí pero otras tienes la sensación que son percepciones de la narradora.


✒️ La autora no nos ahorra la congoja, los momentos crudos, los pensamientos desagradables o los juicios que emite la protagonista. La narración es ágil y es un discurrir de pensamientos y hechos. Tal como he comentado, es una autora que no había leído y que sin duda volveré a leer.

¿Me recomendáis alguno?

Feliz finde,

“Me amaban, creo, si el deseo es amor. No siempre, pero sí algunas veces. Aquella noche, desde luego”.

Joyce Carol Oates nunca me decepciona. Es una maestra introduciendo al lector en la mente de los personajes y en esta novela, de nuevo, lo consigue.
Gillian es una estudiante de Universidad enamorada de su profesor de poesía y es nuestra narradora, quizás poco fiable, que ya en las primeras páginas, ambientadas en el futuro nos dice que: “Esto no es una confesión. Como ustedes verán, no tengo nada que confesar”.

La novela desarrolla el peligroso e impreciso límite existente entre el enamoramiento y la obsesión. Y sus consecuencias. Especialmente en una mente juvenil, más maleable, en la que el abuso de poder por parte de una figura con carisma, puede tener graves consecuencias.

“… pero eran risas cariñosas. Yo disfrutaba con ellas como un perro que, después de un puntapié, agradece una caricia”.

Oates no se guarda nada, como suele ocurrir en su narrativa, no ahorra detalles directos y sórdidos. Su forma de escribir es precisa, ágil y sin rodeos y por eso me gusta, porque con las palabras justas dice más de lo que parece en un principio. Cuando leí Monstruo de ojos verdes me conquistó y quiero leer todo lo que escribe esta mujer.

Tengo en la cola Carthage, Persecución y Un libro de mártires americanos. ¿Qué otras novelas suyas me recomendáis?