De qué hablo cuando hablo de escribir

Me encanta leer ensayos de escritores famosos (algunos favoritos) hablando sobre su proceso de escritura. Conocer sus técnicas y rutina diaria despierta mucho mi curiosidad. También es interesante saber sus opiniones acerca de la publicación de libros, cómo lo ven ellos desde el prisma del creador de la obra y qué piensan acerca de los premios literarios, entre otros temas.

En esta ocasión, decidí leer a Murakami. Escritor japonés muy conocido dentro y fuera de Japón. Nos cuenta su trayectoria como escritor, las razones por las que terminó dedicando más de treinta y cinco años a crear historias llenas de realismo mágico, soledad y cotidianidad, compaginándolo con su profesión de traductor.

Tras leer al autor desde lo más intimo, conociéndole un poco más, es inevitable verlo en cada uno de sus personajes, todos llevan algo de él.

Me ha llamado especialmente la atención su forma de ser, sin caer en la falsa modestia, se reconoce a sí mismo autor de éxitos y fracasos. Sabe que su obra navega en los gustos extremos. No le gusta especialmente hacer marketing de sus libros, pues su personalidad se asemeja más al oso de la caverna, encerrado en su propio mundo en el completo silencio. Se aprecia de ir de puntillas y abrigar el silencio para escribir unas cinco horas al día y correr otro tanto.

Confiesa abiertamente que navega a contracorriente en su propio país, pues lo siente encorsetado y chocando fuertemente con su individualidad. Sin embargo, comenta que únicamente en el extranjero asiste a conferencias y firmas de libros, pues cree deberle de alguna forma a Japón, como japonés, el paseo de sus letras alrededor del mundo.

Me ha encantado. Es un libro muy recomendable para los fans del autor.

Esta vez traigo una reseña diferente, ya que el libro en cuestión no es una novela, si no más bien un pequeño ensayo que hace el autor sobre lo que ha supuesto en su vida el hecho de correr. Murakami, caracterizado por ser muy reservado a la hora de hablar de su vida privada, se sincera en estas 230 páginas y nos permite conocer un poco más de su vida a través de una de sus aficiones más conocidas.

Ha sido una lectura muy placentera y satisfactoria. A priori, puede parecer un libro bastante aburrido, pero la verdad es que para nada aburre en ningún momento. La prosa del autor es brillante, simple y directa al grano, te hace querer seguir leyendo. El libro se divide en 9 capítulos, cada uno abarcando diferentes etapas y aspectos de su vida de corredor. Nos cuenta cuáles fueron los motivos por los que quiso empezar a correr, cómo afrontó cada uno de los inconvenientes que fueron surgiendo y cómo convirtió el hecho de correr en una parte fundamental de su vida, tanto física como mentalmente.

Lo más destacable de este libro es que aunque la temática principal gire en torno al hecho de correr, las reflexiones que nos ofrece el autor pueden extrapolarse a cualquier aspecto de nuestra vida, es decir, podemos aplicarlas a nosotros mismos aunque no seamos corredores. Es increíble como Murakami consigue generalizar sus reflexiones cuando en realidad nos está hablando de un tema en concreto. Sin duda, cosas como esas hacen de él un autor sublime.

Estaba muy interesada en leer este libro porque me gusta la literatura del autor y pensé que lograría conocer un poco mejor sus "trucos". Pero no fue así y quedé algo decepcionada con un texto que se repite mucho, probablemente por el hecho de provenir de varios otros textos escritos en épocas diferentes y que dicen más o menos lo mismo.

En todo caso todo suena muy sincero y bastante modesto, por un autor universal que empezó tarde con la escritura, después de los 30 años y que se exiló de Japón para encontrar más serenidad para escribir porque en su país fue criticado e incomprendido con un estilo tan novedoso.

Murakami es una verdadera relojería suiza de precisión y cuida su físico e intelecto con una vida bastante ascética. Es un autor que lee mucho desde su juventud y que trabaja cada día entre 5 y 6 horas con unas 10 páginas diarias.

Es emocionante leer cómo funciona el autor, pero no hay ninguna revelación siendo este escritor una persona muy reservada.
Enlace: https://pasiondelalectura.wo..

Recomendable! y no solo para fans de correr o del autor. Una de las, digamos, "autobiografías" más entretenidas que he leído. Recomendable!

ún recuerdo el día que se puso a la venta en España el libro que hoy os reseño.
Dio la casualidad que estábamos en Barcelona y que nos dimos una vuelta por el FNAC. Yo enamorado de la prosa de Murakami, nunca me pierdo uno. Recuerdo perfectamente que fue verlo y saltar, como si me hubieran dado un susto; no me lo esperaba. Lo cogí, leí la contraportada y me dije: “uff, se acabó”.
Tengo que decir que aquel día no me lo compré. Decidí esperar a ver que sucedía con él.
Pasaron los meses y comencé a leer reseñas del libro donde no lo acababan de dejar del todo bien. Eso me desanimó un poco. Así que dejé pasar unos meses más. Hasta hace unas semanas donde decidí que ya era hora de enfrentarse a él.

Os tengo que decir que me ha encantado. Supongo que pensaréis que a un fan de Murakami le llega a gustar hasta los dibujitos que pudiera hacer en una servilleta de papel, pero sabéis que no es así, que soy crítico y más con lo que más me gustan.

¿Qué os encontraréis en de qué hablo cuando hablo de correr? Murakami no lo acaba de decir con todas las palabras, diría que no quiso que así fuera para que el correr tuviera toda la importancia, pero yo pienso que es una pequeña biografía por algunos de los pasajes de su vida. Y es eso lo que me ha parecido maravilloso: el como comenzó trabajando en un bar (aún no escribía); el cómo decidió ponerse a escribir y llevar el bar al mismo tiempo; el qué le llevó a correr; el porqué escribe; qué es lo que nos quiere contar, y tantas otras cosas.
Está claro que a mi me ha interesado y mucho conocer un poco más la vida del escritor, pero estoy convencido que a vosotros, los que camináis por este blog también os puede gustar.

Si tuviera que poner una pega, diría que, en cierta manera, se repite un poco en el pasaje de la preparación del triatlón de Murakami (curioso, pero la ciudad se llama igual que él) después de explicar como preparó la maratón de NY, o como corrió de Atenas a la ciudad de Maratón, pero es una pega mínima.

Y para acabar os dejo con el epitafio que él mismo propone para su tumba:

“Escritor (y corredor). al menos no caminó nunca”

Y con un párrafo del libro:

¨En mi interior siempre ha ansiado el deseo de permanecer completamente solo. Por eso, el simple hecho de correr una hora todos los días, asegurándome con ello un tiempo de silencio solo para mí, se convirtió en un hábito decisivo para mi salud mental. al menos cuando corría no tenía que hablar con nadie ni que escuchar a nadie. Bastaba con contemplar el paisaje que me rodeaba y mirar hacia mi interior, Eran momentos preciosos e insustituibles.¨

Y algún que otro Momento que llegará.
Enlace: http://crucesdecaminos.blogs..

Romper el prototipo de lo que creemos que es un escritor le costó a Haruki Murakami 300 páginas. de eso se trata de qué hablo cuando hablo de escribir, libro que acaba de ser editado por Tusquets. Si bien se trata de un ensayo sobre el acto de la escritura, su experiencia de vida toma protagonismo para hacernos ver que escribir es mucho más que encerrarse por días y tipear hasta el cansancio en una vieja Remington. O que los escritores solo piensan en el Nobel como la meta máxima a alcanzar.

Murakami, el escritor más importante en la historia de Japón, es un hombre común; que tuvo su bar de jazz en Kokubunji; que atendía al público durante el día mientras que escribía por las noches sobre la mesa de la cocina; que sale a correr todos los días durante una hora para mantenerse saludable y en estado (sin un cuerpo sano es imposible escribir, es uno de sus consejos a lo largo del libro); que le gusta el béisbol; que le importan menos los premios que la opinión de la gente; que tiene los pies sobre la tierra acerca del importante rol que cumplen los correctores, traductores y agentes en el mundillo literario.

Aunque ideal para escritores nóveles que quieran obtener consejos a la hora de escribir, o para fanáticos del autor, este libro puede ser leído por cualquiera al que le interese una buena historia, porque Murakami lo que sabe es narrar buenas historias, y por más que se enfrasque en la escritura de un ensayo, le salen por naturaleza de los poros y todo texto suyo termina siendo un excelente momento de lectura y disfrute.
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Qué dicha es contar con tiempo para leer. Solo leer. Leer desmesuradamente. La lectura es una de las actividades donde el derroche adquiere una connotación positiva. Derrochar letras, palabras, frases, párrafos, capítulos enteros… todo lector lo anhela. El mes de diciembre me lo concedió. Así que decidí leer Los hermanos Karamazov en las mañanas y este libro de Murakami en las tardes. Lo comencé en el Metro de Medellín. Lo tenía pendiente desde hace meses. Me atrae ahondar en la vida de los escritores y más aún cuando son ellos mismos los que dejan a un lado la escritura de ficción y le conceden un tiempo a los trazos de fragmentos autobiográficos. Murakami lo ha hecho con este libro. No sé si en algún momento vaya a leer alguna de sus novelas, pero basta con decir que he disfrutado estos ensayos.

¿De qué habla Murakami cuando habla de escribir? Habla de aspectos no solo relacionados directamente con la escritura literaria. Murakami se vuelve tajante con algunas de sus ideas que pueden llegar a sorprender al lector. El primer capítulo ofrece un argumento que puede dejarnos boquiabiertos. Opina que las personas con un grado considerable de inteligencia no deberían dedicarse a la escritura de ficción. Es una idea insólita, pues, uno creería lo contrario. Su justificación no logró convencerme del todo, aunque si uno se detiene en los ejemplos, puede encontrar algo de razón.

Murakami se va a permitir abordar ideas como las siguientes: una persona con cierto dominio de gramática y redacción puede escribir una novela; relaciona el campo de la novela como una especie de Royal Rumble en el que sobrevive el novelista que mejor sepa mantenerse en el ring con originalidad y persistencia; habla de su extraña historia de cómo una noche en un juego de beisbol le llegó la epifanía de que quería escribir una novela; aborda sus hábitos de escritura, su método para constituir personajes y la estructura de las novelas. Se permite mencionar su idea de confluir la fuerza física con la fuerza espiritual y/o creativa. de cómo correr le da también la inspiración para escribir. Aborda el tema del sistema educativo japonés, de su migración a Estados Unidos y las conexiones con editores y traductores; en fin…

Murakami crea una prosa plácida. Utiliza ejemplos de la vida cotidiana, muy ligados a lo pragmático. Esto da cuenta del escritor estructural y metódico que es. Un escritor instalado en las bases de eficiencia y productividad propias del Japón de su tiempo hasta ahora. Sus frases son frescas y concisas. Logra crear el efecto de la escritura como conversación que es lo que yo esperaba: sentarme en mis tardes a conversar con él. Sin embargo, he notado que muchas de sus ideas se quedan sin un completo desarrollo. Parece ir con afán. Solo mencionar las cosas y ya, solo saborea su experiencia con un tono de timidez propio, quizá, de su personalidad. En algunos casos se vuelve fastidioso y hasta me da la impresión que detrás de tantas disculpas que pide y en sus insistentes replicas a editoriales y concursos hay una falsa modestia. Sin embargo, hay en sus frases el sabor de alguien que ha trabajo mucho, mucho tiempo con las palabras. Eso es de resaltar.

Desconocía la existencia de este libro hasta que Gabriel Estañ, uno de los compañeros del canal, y también escritor, me lo comentó cuando puse una foto de “De qué hablo cuando hablo de correr”, también de Murakami.

El libro está dividido en capítulos de entre veinte y treinta páginas que hacen aún más amena la lectura. En ellos, Murakami nos habla de su infancia, su etapa escolar, y algunas anécdotas y aspectos de su vida, como puedan ser sus aficiones. También menciona las decisiones que la marcaron, una de ellas fue dejarlo todo a un lado para convertirse en escritor, y lo que supuso para él el hecho de dedicarse plenamente a la escritura.

El lenguaje que usa es cercano y sencillo, lo que hace que la lectura sea aún más fácil y digerible. de hecho, cada vez que acababa uno de los capítulos, siempre me quedaba con ganas de más al leer el título y los primeros párrafos del siguiente.

Aunque no se trate de un manual de escritura creativa, Murakami sí que da algunas claves a lo largo del libro que podrían considerarse de ayuda para los escritores no profesionales, como puedan ser su modo de enfocar las críticas, incluso aunque a veces hayan sido con él negativas y poco amables.

Una de las cosas que más me ha gustado del libro es la honestidad que rezuma cada una de las trescientas páginas de las que consta, porque eso ayuda a conocer mejor a Murakami como persona, ya que como escritor, todos los conocemos.

La obra culmina con un delicioso epílogo, tan esclarecedor y honesto como el resto del libro, en el que nos resume en cinco páginas cómo lo escribió.

Hace poco traía la primera reseña que hacía de un libro del famoso Murakami: La caza del carnero salvaje.
Ahora me he atrevido de nuevo con el autor pero con un libro destinado a conocerle un poco más. de qué hablo cuando hablo de escribir presenta las reflexiones, consejos y memorias del autor desde que se inició en la escritura. Cómo sin esperarlo, aunque ya siendo aficionado a la lectura, decidió que quería escribir. Su visión peculiar respecto al mundo literario.

Seguramente os estaréis preguntando algo que me pregunté yo misma: ¿puedo leer este libro si no soy escritor/a y no me interesa la escritura? La respuesta es sí, ya que lo he podido comprobar por mi misma. Como ya he dicho alguna vez, no me llama nada el escribir y prefiero limitarme a ser lectora (que no es poco).

Gracias a este libro he podido comprender el estilo del autor y puedo decir que admiro un poco más su obra.
Cuando leía la novela hace unas semanas era todo muy especial, como ya comenté. Sus historias presentan elementos muy característicos. Parece ser que él se fija en cosas en las que una persona no dedica más de un pensamiento. Pues leer cómo piensa es aún mejor... es prácticamente el autor más excéntrico, detallista, meticuloso de los que he leído, y cuando lees sus historias te das cuenta de todo esto. Además de hablar sobre sus métodos e inicios, comenta su visión respecto de ciertos temas como los premios literarios, música... Realmente con apenas dos libros, Haruki Murakami se ha convertido en un autor que lidera la lista de los que más disfruto leyendo y me gusta hacerlo en momentos especiales.

Recomiendo esta novela por supuesto a todos los lectores del autor. Y a ti si no has leído nada hasta el momento también, pero después de que lo conozcas previamente en alguna novela.

Sin duda Haruki Murakami ha sido mi gran descubrimiento de este 2018 y no puedo ser más feliz. Si os llama la atención os animo a que le deis una oportunidad.
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Reseña de de que hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami

Una reflexión personal, sobre nuestros límites auto impuestos y no reales.

Propiamente dicho se podría decir que estamos ante una biografía atípica, esta “biografía” se sale de lo normal y convencional, el autor nos hace una reflexión sobre su vida, sus inquietudes no ya relatándolas de forma cronológica como tantas y tantas semblanzas que nos podemos encontrar por las librerías del mundo, sino narrando y además de una forma novelada sus inicios como escritor y a su vez como corredor de fondo, llevando el paralelismo entre sus comienzos como escritor y sus comienzos en el deporte.....

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Un saludo
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