Leí a la autora de adolescente con “Rebeca”, un libro que me encantó y no tardaré en volver a leer. Hace años que tenía pendiente leer algo más de ella y, al salir como la opción más votada en el grupo de lectura, fue la ocasión perfecta de hacerlo. Me ha costado mucho escribir esta reseña. Es un libro de los que te dejan reflexionando y dándole vueltas a todo para conseguir entender. A pesar de que la protagonista no se nos muestra hasta bien empezada la historia, está presente desde las primeras páginas, haciendo volar nuestra imaginación de la mano del narrador. El ambiente a lo largo de toda la novela es opresivo: te envuelve, te atrapa completamente, insinúa sin llegar a confirmar nada... Acabamos el libro con una sensación de confusión, de incomodidad. Es un libro que no deja indiferente, y por eso se convirtió en una de mis mejores lecturas de 2020. A lo largo de la novela, odiamos a Rachel pero sin llegar realmente a tener la certeza de nada. Rachel se nos presenta como una seductora, una manipuladora, pero ¿quién sabe si al final no cae ella misma en su propia trampa? ¿O si todo lo que pensamos sólo es fruto de una serie de coincidencias y de las insinuaciones de la autora? Por último decir que vale la pena descubrir a esta autora, tanto con esta novela como con “Rebeca”. Las dos tienen ese ambiente angustioso, esa tensión que va en aumento hasta llegar a un final apoteósico. Tengo muchas ganas de seguir con otras de sus novelas que estoy segura de que mantendrán la calidad de las dos obras que he leído. + Leer más |