Mantiene el ambiente de sospecha y suspense que tanto me gustó en Rebeca. Aunque el joven protagonista masculino se comporta como un crío caprichoso desde que aparece Rachel, la historia me mantuvo enganchada hasta el final. El desenlace me sorprendió y, aunque me gustó, no me convenció del todo que se desencadenase tan rápido. Aun así, me parece una novela estupenda.
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