"Mi prima Rachel" tiene uno de esos comienzos impactantes que se graba en la memoria. Un primer capítulo redondo, con frases contundentes que ya comparten sitio en mi cabeza con las palabras de Meursault en "El extranjero", o las del protagonista de "Memorias del subsuelo", de Dostoyevski. No es solo la impresión que causó en mi este primer contacto, es que se trata de un capítulo que te da las claves de lo que luego vas a encontrarte en la novela. du Maurier es sutil, dosifica la información, y la ambigüedad forma parte del suspense durante toda la novela. Hay que leerla, sin más. A mí me ha gustado más que Rebeca, que me decepcionó un poco debido a las expectativas, porque "Mi prima Rachel" además tiene un punto de novela gótica y una atmósfera oscura y muy bien descrita. |