El nombre del mundo es Bosque

Una vez más, cierro un libro de esta autora con cierta pena. de nuevo, ha llenado mi cabeza de reflexiones y de autocrítica (como componente de la raza humana).

Esta vez, sin embargo, esta lectura se me ha hecho muy corta. Quería más. Quiero más. Quiero saber si un mundo que privilegia la naturaleza, que conoce el valor de los árboles puede sobrevivir al impacto de los nativos terrestres.

Porque sí, en los albores de la alianza del Ekumen, la exploración espacial tras el ocaso de nuestra Tierra tal como la conocemos lleva a todo tipo de seres a otros planetas. Seres supuestamente humanos. Seres buenos, pero también seres imperfectos. Y ese talento por meternos en la mente de sus personajes, por empatizar con ternura o con horror con cada uno de ellos, hace que veamos muchos puntos de vista. Maravilloso.

No me queda más que seguir disfrutando de la gran Ursula poco a poco.

Esta breve novela se escribió en pleno contexto de la guerra del Vietnam, como una crítica antibelicista y mucho más, pues aborda el tema de la condición humana y critica la colonización y la explotación de los territorios que habitamos desde una profunda mirada ecológica.
“El nombre del mundo es bosque” se publicó por primera vez en USA en 1972 como parte de una antología titulada “Again, Dangerous Visions” y más tarde, en 1976, como un libro a parte. En 1973 ganó el premio Hugo, uno de los galardones con más prestigio dentro del género de la fantasía y la ciencia ficción. Algunos hablan de “El nombre del mundo es bosque” como utopía y distopía al mismo tiempo.
Utopía porque describe un mundo, el del planeta Athshe (que en el idioma nativo significa bosque y mundo al mismo tiempo), organizado en torno a un matriarcado donde las mujeres se encargan del gobierno y las cuestiones prácticas, mientras los hombres señorean el mundo onírico y ejercen de consejeros. No hay ninguna estructura centralizada de poder en el planeta Athshe, no hay jerarquías, ni conflictos, ni violencia. Es una sociedad que vive en plena armonía con la naturaleza y ha aprendido a canalizar su agresividad mediante ciertos mecanismos, como concursos de cantos rituales, aullidos y silbidos. El que demuestra más potencia emitiendo sonidos es el que gana y castigan mediante el aislamiento al que no se somete a estos mecanismos.
Distopía porque tras la llegada de los invasores del planeta Tierra, colonizadores que traen consigo sus valores misóginos, clasistas, racistas y nacionalistas, comienzan a sobreexplotar y deforestar el planeta Athshe, al que llaman Nueva Tahití por la exuberancia de sus bosques y vegetación, y a esclavizar a los nativos, a los que por sus peculiares medidas, pues no superan el metro de altura, por su piel verdosa y por su docilidad, no consideran humanos y los llaman despectivamente Crichis.
El nombre del mundo es bosque” forma parte del ciclo Ekumen, englobado dentro del corpus de las obras de ciencia ficción de la novelista y poeta norteamericana Ursula K. le Guin, corpus conocido también como “La liga de los mundos”, obras que describen mundos habitados por seres humanos o humanoides que hablan de la condición humana en términos sociológicos y antropológicos. Porque para la autora, la fantasía y la ciencia ficción son una manera de hablar del mundo y moldear la realidad desde la reflexión.
La trama de “El nombre del mundo es bosque” se construye a partir de dos perspectivas narrativas diferentes. Por un lado, tenemos la perspectiva del capitán Davidson, el colonizador terrano, personaje paranoico, fascista y misógeno que al margen de sus propias instituciones promueve el genocidio de los nativos para devastar sus bosques en nombre del “progreso”, con el objetivo de explotar sus recursos madederos y convertirlos en interminables tierras cultivables, una vez erradicado el salvajismo, el oscurantismo y la supuesta ignorancia de los crichis, a los que considera animales inferiores y débiles, aunque no duda en violar a sus mujeres. de hecho, la historia parte de las consecuencias de una violación brutal a una mujer crichi.
Por otro lado, está la perspectiva de Server, un nativo, compañero de la mujer violada y asesinada por el capitán Davidson, que se convierte en un rebelde, y en un vengador que plantará cara al invasor, descubriendo para ello la guerra y la violencia como una terrible forma de soñar despierto. Porque los nativos son capaces de controlar sus sueños. Controlar los sueños significa controlar las ondas alfas que permiten mejorar el potencial de la mente, la capacidad de memoria y concentración. Los nativos sueñan dormidos y despiertos y son por ello, en realidad, mentalmente y socialmente superiores a los terranos y solo Raj Lyubov, el erudito y antropólogo de los terranos invasores, será capaz de apercibirse de ello, a pesar de la brecha comunicativa y cultural entre crichis y terranos, que refleja sus diferentes percepciones de la realidad, una realidad que comenzará a cambiar para los nativos…
“El nombre del mundo es bosque” es una historia dura, que seguramente inspiró al director de la película Avatar y cuya crítica antibelicista no ha envejecido en absoluto. Aborda temas que continúan muy vigentes en el mundo actual, temas que expone de una forma tan desgarradora y absorbente que te remueven por dentro y que la convierten en una de la mejores novelas de ciencia ficción y de la literatura universal.

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Me da que no hubiera llegado hasta este libro si no fuera por la lectura conjunta de #Lecturasenlatribu. Este mes de Agosto tocaba leer en grupo este gran libro de Ursula K. le Guin. He de adelantar que me ha encantado, gracias al trasfondo que tiene la propia historia.
Al principio me resultó un poco lioso, ya que se trata de un libro breve y te mete de lleno en un mundo nuevo con abundante información que te puede llegar a descolocar. Por esta razón tuve que leerme dos veces el segundo capítulo. Una vez me adentraba más de lleno en la historia, no pude parar de leer.
Ursula, alzando su bandera reivindicativa y feminista, nos mete de lleno en una obra de ciencia ficción cargada de críticas hacia la colonización y patriarcado como temas principales. Nos sitúa en un planeta llamado Nueva Tahití, un lugar cubierto de bosque y habitado por pequeños humanoides de pelaje verde. Como si de un Cristobal Colón se tratara, en la época donde existen los viajes espaciales, un grupo de hombres se lanzan a colonizar este nuevo planeta con el fin de cosechar sus recursos naturales, ocupando poblaciones indígenas y utilizándolos como esclavos y como mano de obra para talar los árboles nativos.
La autora nos muestra como personaje principal a Davidson, un hombre descrito mediante sus acciones como un machista repugnante y racista, típico personaje al que le coges manía que además, solo sabe solucionar los problemas con la violencia.
No quiero destripar demasiado la historia, pero según avanzan los capítulos y como es de esperar, este personaje incumple una serie de normas y a través del uso de la violencia, se rebela contra los nativos. Me ha recordado mucho este libro a la película Avatar, donde los humanos no somos cuidadosos ni con nuestro propio planeta.
Se me ha hecho realmente corto este libro donde se tratan temas como la colonización y la destrucción ambiental, asombrosamente escrito en el año 1976; un texto que parece haberse escrito actualmente e invita a la reflexión.
De verdad, si os atrae algo la ciencia ficción es altamente recomendable leerlo.
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¿Qué ocurriría si ya no quedara ni un solo árbol en la tierra y hubiera otro planeta plagado de árboles? Pues lo que imagináis.
Explotación, esclavitud, colonización, racismo, ….
No soy muy de ciencia ficción para las lecturas pero @lecturasenlatribu me llevó a este libro, y lo agradezco.
Para mí poco tiene de ciencia ficción porque como veis es la vida misma, y la manera que tiene el ser humano de estar en este mundo. Expropiar recursos, someter a l@s que no son hombre caucásico.
Me ha encantado conocer a su autora, Ursula K. le Guin, escritora anarquista de novelas fantásticas o de ciencia-ficción, ha plasmado sus ideas libertarias de igualdad, cooperación, apoyo mutuo y rechazo de los abusos de poder.
Es un género, como no, dominado por el hombre, pero en el que Úrsula ha escrito su nombre con letras de oro, pues ha sido inspiración de obras y películas del género.
Seguiré leyéndola.

Buenas tardes lectorxs!

🪵 El mundo siempre es nuevo - dijo Coro Mena - por muy viejas que sean sus raíces.

🌳 Hoy os traigo El nombre de mundo es bosque de Ursula K. le Guin. Este año me he estrenado con esta autora y la verdad es que me está encantando, es una maga de las palabras y las descripciones. Tengo pendiente colgaros las reseñas de Terramar.

🌳 En solo 158 páginas, la autora nos hace viajar al planeta Athshe, Nueva Tahití donde conocemos a los crichis y su forma de vida. Nueva Tahití es una colonia de la Tierra y cómo tal hay un grupo de seres humanos que se “encarga” de gestionar la vida y los recursos de este planeta.

🌳 La autora hace una crítica al colonialismo, a la esclavitud, a la relación desigual entre hombres y mujeres y aboga por el ecologismo. Hace un retrato muy crudo. Reconozco que quizás los dos primeros capítulos son los que se me hicieron más densos y que tuve que releer para asegurarme que lo estaba entendiendo todo y que consiguieron que me enfadara un poco con la autora. A medida que avanza la historia no puedes soltarla, necesitas más.

🌳 Con este libro he salido de mi zona de confort y me ha gustado. ¿Vosotros qué libros me recomendáis de esta temática?
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Leer a Ursula K. le Guin siempre es un placer, no siempre es sencillo -eso sí-, pero no hay lectura suya que no sea actual, certera y que no te haga pensar. Eso pasa con "El nombre del mundo es bosque", un relato de 1972 que nos habla de colonización, de destrucción, de creencias supremacistas, de naturaleza maltratada, de formas de entender el convivir dentro de ella. Es un libro que habla de vida y de comprensión. al estar escrito en 1972 no se puede evitar pensar en la guerra de Vietman, pero no hemos avanzado tanto como para no pensar en otras situaciones actuales.

Habla también de como estamos interconectados, no solo entre nosotros, si no con el resto de seres que habitan en nuestro planeta Tierra (quizás debiéramos llamarle Agua).

Es una lectura que, a mí, me ha remitido a "La mano izquierda de la oscuridad" por la relación de dos de los protagonistas y el constante homenaje a la antropología -profesión del padre de le Guin; su madre fue experta en indios americanos también-.

No puedo evitar pensar en la Amazonia y en lugares muchos más cercanos a nosotros. Y esto se escribió en 1972. Llegamos ya tarde... estamos en ese punto de no retorno ya. Se dice en el texto que en la Tierra ya solo quedan ratas, únicos animales que sobreviven.

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Es la primera novela que leo de la autora .
Novela de ciencia ficción escrita en 1976, usa la ficción para hacer una crítica a la sociedad , abarcando muchas áreas . Quizás lo que más destaca es la dualidad que nos trasmite entre términos .
Poniendo ejemplos: una sociedad patriarcal ante una sociedad matriarcal .
Una sociedad consumista ante una sociedad previsora . Agotar recursos naturales o usarlos con cautela y ayudando a que se regeneren .
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No soy fan de la ciencia ficción ,sin embargo debo reconocer que al ser un libro corto, no me ha costado trabajo entrar en la historia . Cierto es que el grupo de lectura siempre nos da un empujón sacando motivos para seguir una página más .
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En los primeros capítulos nos presenta ese mundo creado y la situación en la que se encuentra . Un mundo que es invadido por los humanos que no son precisamente personas gratas y amables . Una referencia clara hacia el colonialismo y el trato que se daba a los colonizados.
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La autora crea un universo con diferentes especies aunque en el fondo parecen ser todo hombres con diferentes valores éticos .
Y me ha recordado en parte a una película
"El planeta de los simios" estrenada en 1968. Por el enfrentamiento entre "dos razas".
Y en parte a la guerra del Vietnam . Contiene escenas muy violentas, traiciones y el abuso hacia los pueblos "dominados ".
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La Supremacía de los hombres, la esclavitud , violaciones , explotación sexual, muerte, exterminación . Ecología y preocupación por la madre tierra . La defensa de otras formas de vida y de otras culturas .Y sutilmente una lanza feminista , donde deja claro que las cosas hubieran sido mejores si al frente estuvieran mujeres .
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Un libro que fácilmente se puede extrapolar al momento actual en cuanto a medio ambiente y ecología ,y la sobreexplotación .

📜«La ecología forestal es delicada. Si el bosque perece, su fauna (nosotros) puede irse con él. La palabra de estos seres para su mundo debe ser también la palabra para nuestros bosques».

Reseña: El nombre del mundo es bosque, de Ursula K. le Guin.

🌳Hoy os traigo esta novela Scifi de una pedazo de autora, que si bien a mi no me encantó, en esta reseña os contaré un poco las razones de por qué no me llegó tanto.

�s cierto que al ser lo primero que leía de la autora tenía las expectativas un poco altas, pero tras terminar el libro me di cuenta de que tal vez esta no era la mejor novela para empezar con las obras de le Guin.

🌳Si soy sincero, no me apasionó, de hecho se me hizo un poco cuesta arriba a pesar de tener solamente 158 págs, pero es que no lograba conectar con aquello que la autora quiere mostrar. Entendía el concepto pero no la ejecución.

🌳La obra es obviamente una crítica social, medioambiental,... cargada de dobles lecturas o de información que hay que leer "entre líneas". Y es cierto que hay una parte que es muy buena y que me encantó, pero esa parte únicamente ocupa un 10%, con lo cual nos quedamos con las ganas de conocer más eso otro que nos muestra muy por encima.

🌳Para que os hagáis una idea, se me hizo muy parecida a una mezcla entre la película Avatar (sin la parte romántica) y el origen del planeta de los simios, pero como si estuviera centrada en la parte de los humanos, osea la menos interesante.

🌳¿Es una mala novela? Yo creo que no es mala, pero hay que saber a qué atenerse. Además creo que es de esos libros que al releerlos encontraremos muchísimas referencias que nos perdimos en la primera lectura. Pero yo no la voy a releer.

🌳Obviamente no descarto a la autora por nada del mundo, es una de las grandes, tengo otros libros de ella y estoy deseando empezarlos, es solo que esperaba más de El nombre del mundo es bosque. Quizás algo más espiritual, más reflexivo, algo que me dejara en shock.

🌳Os la recomiendo si os gustan las novelas con gran crítica social, con colonias en otros planetas y que estén centradas en hasta donde es capaz de llegar la naturaleza humana.

�ontadme si la habéis leído, si conocéis otras obras de la autora o si os llama la atención esta en concreto!

Libro corto autoconclusivo 

En esta historia nos encontramos , de nuevo, como es típico de la autora, un planteamiento ético y moral  en forma de colonización planetaria.

Seguiremos a tres personajes los cuales forman parte de distintos "bandos" con distintas visiones y opiniones que nos dejaran entender el punto de vista tan distinto que se puede tener según dónde te encuentres y cómo lo estés viviendo según tu cultura, educación y forma de ser.

Todo lo que nos plantea la autora en este libro es una historia ya trillada, porque así es el ser humano y así se ve en la historia de nuestro mundo, pero es la forma de contarlo y de plantearlo lo que lo hace algo más original, la forma de escribir de le Guin es sin duda maravillosa y a pesar de que, al principio, puede costar hacerse a su manera de narrarnos los sucesos, es fácil acostumbrarse y sentir total comprensión de la obra.

Quizás puedas encontrar similitud en algunos aspectos con alguna de sus obras pero sin nunca llegar a ser igual y es que este libro forma parte del "Ciclo Ekumen" una serie de libros de la autora conocido como «Ciclo de Hainish», en que el Ekumen es una federación galáctica de mundos habitados por seres humanos.

Bien es cierto que es una obra corta pero tampoco hay necesidad de alargar un tema ya tan conocido, creo que se centra más en los sentimientos y sensaciones de los personajes y en que podamos recibir un mensaje claro con un punto ecológico que también le da un toque importante.

Sin ser, en mi opinión, su obra más destacable, se lee bien y es un buen acercamiento a la autora aunque no considero que sea la obra por la que se deba comenzar, a pesar de su brevedad

En El nombre del mundo es bosque (¿no es una preciosidad de título?) continuamos descubriendo pinceladas sobre el universo del Ekumen a través de la maravillosa prosa de la autora, siempre tan poética. Es éste quizá un libro menos profundo y de lectura más ágil, facilitada además por su corta extensión. Pero eso no quiere decir que no sea duro, hermoso y que no aborde algunos de los temas recurrentes de la autora: la ecología, el racismo, la xenofobia, el machismo, ese horrible don del ser humano de destruirlo todo a su alrededor.

Una lectura que transmite, absorbe, remueve, desgarra y deja poso para siempre.

«La ecología de un bosque es muy delicada. Si el bosque perece, la fauna puede extinguirse junto con él. La palabra que para los athshianos designa el mundo designa también el bosque.»