Nada

“— A ti… ¿Qué te dice la música?...
— NADA, no sé, sólo me gusta…
— No es verdad. Dime lo que te dice. Lo que te dice al final.
— NADA”

Más que a un piso de una familia burguesa venida a menos de la Barcelona de posguerra, pareciera que Andrea, la protagonista de esta triste y sórdida historia, llegara siendo una huérfana jovencita ilusionada e inocente a un castillo de fantasmas y mazmorras en el que malviven sus antaño felices habitantes entre sombras y miserias trastornados por un pasado reciente marcado por la derrota en la guerra civil.

“En la vida… todo sigue, se hace gris, se arruina viviendo.”

Andrea empieza su relato entre sombras, de NADA de lo que pasa a su alrededor parece darse cuenta, solo ve una superficie sucia y violenta que le asquea y le fascina a un tiempo.

“¡Cuántos días sin importancia!... ¡Cuántos días inútiles! Días llenos de historias… Historias demasiado oscuras para mí. Su olor, que era el podrido olor de mi casa, me causaba cierta nausea… Y sin embargo, había llegado a constituir el único interés de mi vida.”

NADA sabe de los hilos que se mueven en el interior de su familia, entre su tía Angustias y su jefe Don Jerónimo, entre sus dos tíos, Juan y Román, que parecen amarse y odiarse desesperadamente, de Gloria, la mujer de Juan que sufre con resignación la violencia de su marido y el absoluto desprecio de su cuñado, de la sirvienta Antonia a la que solo Román parece soportar.

“Ya irás conociendo a estas gentes; son terribles, ya verás... No hay nadie bueno aquí, como no sea la abuelita, que la pobre está trastornada.”

Deslumbrada por el mundo que su amiga Ena le descubre, NADA sabe de sus intenciones o del porqué de su interés por su tío Román.


“Me gustan las gentes que ven la vida con ojos distintos que los demás, que consideran las cosas de otro modo que la mayoría… me gusta la gente con ese átomo de locura que hace que la existencia no se monótona, aunque sean personas desgraciadas y estén siempre en las nubes.”

Andrea admira el talento musical de su tío, pero NADA le explica el porqué de su desidia o por qué parece estar siempre amargado y con ganas de amargar la vida a los demás.

“Me parecía que de NADA vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad.”

Con todo este aparataje, Carmen Laforet nos introduce con un lenguaje expresivo y lírico al despertar de una jovencísima Carmen Laforet al complejo mundo de los sentimientos que dominan las siempre difíciles relaciones humanas, sean estas familiares, de amistad o amorosas.

“Me pregunto cómo se puede alcanzar tal capacidad de humillación, cómo podemos enfermar así, cómo en los sentidos humanos cabe una tan grande cantidad de placen en el dolor.”

Al final, de algo se va enterando Andrea, aunque la total comprensión de todo lo vivido con dieciocho añitos en esa Barcelona gris de posguerra no llegará hasta mucho más tarde.

“Me marchaba ahora sin haber conocido NADA de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. de la casa de la calle de Aribau no me llevaba NADA.”

Para mí este libro fue un descubrimiento. Llegué a él tras el programa Imprescindibles: Carmen Laforet, la chica rara". Me sorprendió también la manera en que se habla de la violencia de género en los años de la posguerra, como algo que no merece reflexión, algo que ocurre y está normalizado incluso por la propia maltratada.

Nada pasa a la estantería de libros que yo defino como “Ok, sin más”. Es un libro que refleja muy bien la época de posguerra en la ciudad de Barcelona y como ésta influyó de manera negativa en la vida de las personas. La hambruna y la irascibilidad inunda las calles de Barcelona y en esta novela lo vemos más concretamente en la familia de Andrea. La casa está rodeada de un clima violento, con muchos reproches y rencores entre los familiares y en el que predomina el maltrato psicológico y físico por parte de los hombres, lo que viene siendo violencia machista en todo su esplendor, vamos. Ninguna relación me parece lo suficientemente sana, no solo entre familiares sino también entre amistades. En general es una novela muy dramática con un ambiente muy lúgubre, pero ¿qué podemos esperar de los años posteriores a una guerra?

El problema de esta novela para mí ha sido precisamente lo que le da nombre al título, y es que no he conectado NADA con su protagonista ni con los personajes, así que el final con respecto a todos me dejó indiferente. La autora se recrea en ese pesimismo y angustia constantes y al final acabé pensando “pues qué pena”. Y ¡ojo! Esto está también bien porque no todo en la vida es felicidad y no siempre todo sale bien, pero yo esperaba que ocurriera algo más y no pasa NADA. A pesar de esto, creo que es un clásico contemporáneo que merece ser leído porque la pluma de Carmen es muy delicada y representa toda esa sociedad desoladora de una forma inigualable.

Es una obra desesperanzada. Todo lo trastocado por la guerra y sus consecuencias. La guerra sigue mientras vivan quienes la sufrieron.
Laforet cuenta en esta novela un año en la vida de una joven, Andrea, para la que Barcelona debería haber sido un lugar de apertura y se convierte en un lugar de opresión y desasosiego. Una obra donde las mujeres tienen un gran peso en la trama, en esos días donde "nada" pasa y dónde "todo" se oculta por miedo, vergüenza, ...
Una novela de aprendizaje, que sigue sorprendiendo por la modernidad de su lenguaje, de su punto de vista, para el momento en que se escribió.

Cuando leí este libro a los 16 años yo era un existencialista precoz (bueno, ya sabes...) y no sabía **nada** de lo que es llegar solo con una maletita a la gran ciudad. Ahora sigo sin saber lo que es vivir en la posguerra, lo que es pasar hambre ni ese "idioma de sangre, dolor y creación que empieza con la misma sustancia física cuando se es mujer.".

Un año en la vida de Andrea (de quien de modo muy extraño poco llegamos a saber de su pasado) en Barcelona, allá por 194ypocos, viviendo con su tronada familia en la espeluznante casa de la calle Aribau. Asistimos a su primer curso en la universidad, sus amigos, sus desconciertos y pesares. Con una sucesión de escenas repletas de congoja, contadas con un lenguaje sencillo y poderoso en el que el devenir de las estaciones, de la luz cambiante de las horas en la ciudad, reflejan el estremecimiento y aleteo feroz por ser libre de un alma que empieza a luchar por una vida propia.

Cuando se publicó este libro fue un bombazo; no es para menos: aprendemos los lectores de una manera muy nueva en aquel entonces lo que es la callada sensación de extravío en un mundo ajeno y hostil.

Este es un clásico contemporáneo español que debí leer en bachillerato si no fuera porque ni siquiera llegué a iniciar el curso, prácticamente. Siempre me causó curiosidad pero nunca me decidía a leerlo. Ahora he tenido ese empujón que me hacía falta y debo decir que desde el inicio de la historia, me tuvo atrapada. Toda lectura, tiene su momento y el mío con Nada, era ahora. Esta edición está genial como estudio del libro. al inicio hay una extensa explicación sobre la autora y también sobre el libro. Nada tiene que ver con la historia en si, es como el de las películas. Si algo me gustaría destacar de la autora son sus descripciones que te envuelven en la emoción que corresponde. La narrativa de tiempos pasados ayuda a crear ese ambiente turbio, decadente, lúgubre y endemoniado que envuelve toda la historia. Nos encontramos frente a una familia que a cuál está peor psicológicamente hablando. Es una casa de locos que te mantiene en vilo siempre esperando lo peor. Pienso que es algo de la época que la autora ha querido destacar puesto que no solamente eran así sus familiares, también gentes conocidas en otros lugares que frecuenta la protagonista son del estilo. del estilo de mandarlos a todos al manicomio más cercano. Está muy bien desarrollada y aunque hay explicaciones algo densas de cosas que no tienen la menor relevancia, al final, da la sensación de que cualquier nimiedad era necesaria. Es un libro que recomendaría a todo aquel que disfrute de las novelas con un deje psicológico, de esas que te agrian el carácter mientras lees porque te metes entre sus páginas y formas parte, de una forma o de otra, de sus personajes y su historia.

En esta novela, Andrea nos transmite sus vivencias en Barcelona en primera persona. Es una novela muy realista que nos va a hacer vivir los días de la guerra civil en la época, la cual, aunque no se nombra mucho, está muy presente en la ambientación del libro y en los personajes en sí y sus relaciones.
Podemos observar como Carmen ha marcado la realidad de la posguerra en España de una forma increíble. Las clases sociales, la pobreza, e hambre, etc.
A excepción del final de la obra, esta se trataría de una obra bastante triste y amarga en general. Estas características también podrían definir a Andrea y a la ciudad de Barcelona que crea la autora de una forma tan magistral.
Llevaba mucho tiempo queriendo leer a esta autora y, en especial, esta novela, ya que es una novela que se estudia en varias ocasiones a lo largo de nuestra vida y que te suelen dejar con ganas de leer, pero no había encontrado nunca el momento. Ahora que por fin lo he hecho he podido ver que es una obra que merece muchísimo la pena dedicarle tiempo y que es casi imprescindible de leer por las reflexiones que hace y que abarcan tantos temas, por la complejidad y realismo de sus personajes, por la pluma tan cuidada de la autora, etc. Es una novela que te va a mantener en el borde del asiento y que te va a dejar un muy buen recuerdo. También tiene algún que otro giro inesperado que te va a dejar atónito. En resumen, es una novela que recomiendo mucho leer y que no te va a dejar indiferente.

Andrea es una joven huérfana, que se traslada a Barcelona para vivir con su abuela y sus tíos. Ella, sueña con iniciar sus estudios de letras en la Universidad de Barcelona. Sin embargo, tras la guerra, la situación que ella recuerda de sus visitas a la capital ya no es la misma y, a su llegada, ya no se encuentra la casa lujosa que recordaba de su infancia. La situación familiar que encuentra tampoco es la misma que ella recordaba y la convivencia con sus familiares no resulta nada fácil, ya que la violencia y las broncas constantes la hacen insoportable. La casa, situada en la calle Aribau, se ha convertido en un lugar sucio y maloliente, viven hacinados en la miseria, pasan hambre y la oscuridad le da un aire lúgubre al reducido espacio.

Esta situación parece haberse ensañado con sus familiares, ya que algunos de ellos presentan importantes problemas psicológicos que derivan en brotes violentos. La novela narra la historia de Andrea durante el año que permaneció en la casa. El hecho de estudiar en la Universidad le permite evadirse de la situación, y pese a todo, afrontar sus estudios. Es en la universidad, en donde conoce a otros jóvenes de mayor posición social y establece una bonita amistad con Ena quien a pesar de todo, pronto se convertirá en su mejor amiga y quien tendrá un papel relevante al final de la novela. Serán sus amigos los que la animarán a superar esta situación y a emprender una nueva vida.

Andrea es huérfana y cuando decide estudiar en la Universidad va a vivir a Barcelona con su familia, su abuela, su tia Angustias, su tío Román, su tio Juan y su mujer Gloria y la criada Antonia. Pero después de la guerra, todo ha cambiado. La casa, antes lujosa hoy es un desastre en la que va a encontrar suciedad, miseria y hambre. Sus familiares son muy difíciles, con problemas psicológicos que hacen que el día a día sea tremendo lleno de violencia y discusiones.

Pero su vida en la Universidad es otro mundo, un mundo nuevo que le descubren sus amigos,amigos con una posición social alta que le van a ayudar a superar su situación.

Y durante ese año de la vida de Andrea, pasan muchas cosas y son muchos los temas que toca. Desigualdad social, relaciones familiares, de amor y amistad, el control familiar... Y todo escrito maravillosamente. Las reflexiones, los personajes y la trágica historia hace de esta obra un imprescindible que no deja indiferente.
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El tremendismo es una corriente literaria (la verdad es que no sé si se transpola o no a otras disciplinas) muy parecida al naturalismo. Pretendía exaltar estas cuestiones, a veces sórdidas, de la literatura.

Lo cierto es que, pese a que "Nada" se supone trata esos temas, la realidad es que no me lo parece tanto. No digo que no existan escenas brutales, como las múltiples golpizas a Gloria, los gritos constantes, la exposición del suicidio, entre muchas otras más; sólo digo que la literatura de esta autora es demasiado cuidada y quizá no tan explícita como el subgénero nos tiene acostumbrados.

Es necesario, sin embargo, mencionar que existen cosas maravillosas en el texto. Tal es el caso de la representación de una España fracturada a través de los hermanos y su lucha. Más allá de que cada uno pertenezca a un bando y de la traición que se generó a partir de sus diferencias políticas; es necesario observar el cuadro completo. al final de cuentas, son dos hermanos que se aprecian pero que tienen -a su ver- diferencias irreconciliables que perjudican a toda la familia. Pero, antes de avanzar más, diré rápidamente de qué va esta novela.

"Nada" trata un año en la vida de Andrea, una joven muchacha, huérfana, que llega a la casa familiar en Barcelona con la idea de estudiar letras. En ese sitio se topa con una casa de locos. Como ya dije, los tíos peleados entre sí (los que querían la república y los que apoyaban a Franco), una tía que procura mantenerla siempre "presa" y que termina por irse cuando la situación estalla (todos aquellos que se exiliaron), la esposa de uno de los tíos, el hijo -bebé- de los mismos, la abuela decrépita que se la pasa dejando las cosas correr (puede representar un tanto al rey..., ya que lo pienso), y una criada que termina robándose al perro. Vemos dentro de esta familia, la disfuncionalidad de la misma y su manera de llegar, incluso a los golpes.

En términos generales, esta novela tiene un lenguaje sencillo y entendible; unas descripciones maravillosas que no fastidian o estresan al momento de leerse. Sus metáforas y analogías son, a mi parecer, lo que más llama la atención de este libro en vista que sus escenas están demasiado cuidadas para pertenecer del todo al tremendismo. de cualquier manera, creo que la recomiendo a todos aquellos que sepan un poco del contexto histórico de España o que estén dispuestos a leer al respecto, de lo contrario la novela se queda en una especie de anécdota extraña. Se trata de un libro maravilloso que hace pensar respecto a la representación de la Guerra Civil dentro de esta particular casa en esta particular familia.

Saludos enormes.
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