Años
después de los acontecimientos ocurridos en
El resplandor, vemos a un Danny Torrance destruido por su propio poder, para mitigar los encuentros y desfortunos que su resplandor le ha causado se sumergió en el alcohol, alejándose de todo y llegando un día de pura suerte a un pueblito, donde un amable señor le dará trabajo y un techo, ayudándolo así en su rehabilitación, es así como Danny pasara a trabajar en una casa de ancianos, donde usara su don para ayudar a esta gente a cruzar al otro lado sin problemas.
Por otro lado, se nos cuenta del nacimiento de un bebe, Abra, con un gran don, que desde pequeña empezara a contactar con Danny en diferentes ocasiones, Abra al parecer es muy poderosa y está aprendiendo a controlar sus poderes, pero su vida se altera cuando en medio de sus meditaciones observa como un grupo asesina a un niño, para quitarle sus poderes, y al parecer la líder del grupo la ha captado, lo que hace que Abra busque nuevamente a Danny para pedirle ayuda.
El grupo que Abra miro se hacen llamar “El nudo verdadero” y son un grupo de gente con resplandor que van por la vida robando dicho resplandor a infantes, y esto es porque a medida que crecen dicho poder se debilita, este grupo está conformado por diferentes personas con un don en especial, como controlar a la gente o localizar personas.
Este grupo son como vampiros, ya que al momento de asesinar a sus víctimas un vapor,
el resplandor, sale de ellos, entre más sufrimiento tengan, y ellos absorben este vapor para mantener sus poderes y su juventud, nos hacen ver que ellos fueron posibles causantes del 9/11, ya que ahí hubo mucho sufrimiento y vapor, esta red en su momento fue tan grande que había en diferentes partes del mundo, pero a medida que pasa el tiempo la gente con resplandor ha ido disminuyendo, así que cuando detectan a Abra harán todo lo necesario para atraparla y mantenerla para ellos.
Es así como esta historia toma forma, realmente es buen libro, te mantiene atrapado desde el inicio y cada capítulo viene con mejores cosas, algo raro del autor es que esta vez no sentí tantas hojas de relleno, claro está que un poco al final, pero se le perdona porque todo te mantiene ahí atrapado.