¿Qué es eso de Marte y Saturno? Nosotros estamos en la luna, Ginger. No te desvíes por la galaxia sin avisar.
|
¿Qué es eso de Marte y Saturno? Nosotros estamos en la luna, Ginger. No te desvíes por la galaxia sin avisar.
|
Alcé la cabeza hacia la luna y me quedé allí un rato, contemplándola y pensando, disfrutando de la soledad, de la sensación de que mañana estaría en otra ciudad, una mucho más cálida; de que seguía teniendo el control de mi vida. Porque, por aquel entonces, aún no sabía que era justo al revés; que la vida tiraba de mí y yo iba tras ella a trompicones, corriendo sin rumbo.
|
''—¿Traes ropa en esa mochila? —Solo ropa interior. Y galletitas saladas. —Qué chica más previsora.'' |
La idea de quedarme quieto, estático, mientras el mundo giraba me aterraba. |
No solo somos lo que hacemos, sino también lo que no hacemos. Somos lo que decimos, casi tanto como lo que callamos. Somos las preguntas que no nos atrevemos a pronunciar, en la misma medida que esas respuestas que nunca llegarán y permanecerán eternamente flotando entre remolinos de miedo e incertidumbre. Somos la sutilidad de una mirada, la intimidad de una caricia suave, la curva de una sonrisa sincera. Somos momentos bonitos, instantes agridulces, noches tristes. Somos detalles. Somos reales. Pero, por encima de todo lo demás, somos las decisiones que tomamos. En toda su dimensión. Por cada elección, damos un paso al frente y abandonamos algo en el camino. O damos un paso atrás y abandonamos algo que estaba por llegar. Avanzamos entre alternativas, seleccionando unas, rechazando otras, marcando nuestro destino. Siempre habrá algo que pierdas incluso cuando ganes, pero eso no es lo importante. Lo realmente valioso es ser capaz de tomar esa decisión, hacerlo siendo libre; apostar por un sueño, por uno mismo o por otra persona, sin dudas ni temor, solo con ganas, con pasión. + Leer más |
¿Por qué las personas nos sentimos tan perdidas? ¿Por qué tenemos la sensación de que debemos encontrar un propósito, una meta, siempre algo «más»? Creo…, creo que me he dado cuenta de una cosa. Creo que empiezo a ser consciente de que llevo mucho tiempo caminando en círculos, corriendo detrás de algo. Y quizá ya sepa qué es ese «algo». Soy yo mismo, Ginger. Así que llevo años dentro de un bucle, dando vueltas, pensando demasiado, viviendo a medias cuando creía que estaba haciendo justo lo contrario.
|
Hablamos por e-mail todas las noches. No me mires así. Es más cómodo, tengo más tiempo para pensar qué es lo que de verdad quiero decir…
|
Podríamos haber sido una de esas tantas ocasiones en las que dos personas dejan de hablarse por un cúmulo de cosas, de circunstancias, pero que al final nunca retoman el contacto. Y entendí lo que querías decir con eso de que conforme el tiempo pasaba todo se volvía más difícil, porque a mí también me ocurrió. Pensaba en ti muchas veces, pensaba en qué estarías haciendo o en escribirte, pero terminaba dejándolo para el día siguiente. Y al siguiente para el próximo. Y así hasta que la distancia se convirtió en un obstáculo insalvable.
|
Tenía ganas de llorar. Porque me di cuenta de que esa noche, bajo las estrellas, todo era distinto. Éramos nosotros, pero diferentes. Éramos nosotros más allá del deseo, de las ganas. Éramos solo lo que quedaba después, bajo esas capas que en ocasiones unen, suman, pero que otras veces confunden, enmascaran. Éramos la confianza, el cariño, la amistad, el amor, el conocernos.
|
Inspiró un par de veces, pero mantuvo sus ojos fijos en los míos, diciéndome tantas cosas en aquel silencio roto por dos corazones latiendo rápido.
|
Manolito ...