—Todo lo que se pierde se puede encontrar. —Con lo mal que se me da buscar… |
—Todo lo que se pierde se puede encontrar. —Con lo mal que se me da buscar… |
(…) pero bajo aquellas capas superficiales ya no estaba segura de si seguía siendo el mismo chico con el que me escribí durante años, el que fue mi mejor amigo, del que me enamoré y desenamoré, el que hacía que todo brillase más hasta que decidía romperlo.
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Al mirarlo, solo pude pensar que hay emociones más peligrosas que armas cargadas.
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El corazón… siempre tomando decisiones. Siempre traicionando al olvido. |
Uno se acostumbra a estar perdido. Es algo así como vagar por el espacio y flotar en medio de la nada. Al principio aturde, buscas desesperadamente tocar tierra firme, encontrarte, pero supongo que en algún momento dejas de sentir vértigo y piensas que en realidad no se está tan mal viviendo en un inmenso y oscuro vacío, porque puedes cerrar los ojos, puedes olvidar cómo era la sensación de estar anclado a algo, a alguien o al mundo. Puedes, sencillamente, dejar de ser. |
—¿Qué le pasa a la luna? —Está llena de cráteres, pero son bonitos, ¿no? Mucho más que si fuese una superficie completamente lisa. Tú eres como la luna. Todos somos imperfectos. Todos tenemos agujeros. ¿Y qué? Podemos vivir con eso. Debemos vivir con eso. |
Uno se acostumbra a estar perdido. Es algo así como vagar por el espacio y flotar en medio de la nada. Al principio aturde, buscas desesperadamente tocar tierra firme, encontrarte, pero supongo que en algún momento dejas de sentir vértigo y piensas que en realidad no se está tan mal viviendo en un inmenso y oscuro vacío, porque puedes cerrar los ojos, puedes olvidar cómo era la sensación de estar anclado a algo, a alguien o al mundo. Puedes, sencillamente, dejar de ser. |
No solo somos lo que hacemos, sino también lo que no hacemos. Somos lo que decimos, casi tanto como lo que callamos. Somos las preguntas que no nos atrevemos a pronunciar, en la misma medida que esas respuestas que nunca llegarán y permanecerán eternamente flotando entre remolinos de miedo e incertidumbre. Somos la sutilidad de una mirada, la intimidad de una caricia suave, la curva de una sonrisa sincera. Somos momentos bonitos, instantes agridulces, noches tristes. Somos detalles. Somos reales. Pero, por encima de todo lo demás, somos las decisiones que tomamos. En toda su dimensión. Por cada elección, damos un paso al frente y abandonamos algo en el camino. O damos un paso atrás y abandonamos algo que estaba por llegar. Avanzamos entre alternativas, seleccionando unas, rechazando otras, marcando nuestro destino. Siempre habrá algo que pierdas incluso cuando ganes, pero eso no es lo importante. Lo realmente valioso es ser capaz de tomar esa decisión, hacerlo siendo libre; apostar por un sueño, por uno mismo o por otra persona, sin dudas ni temor, solo con ganas, con pasión. + Leer más |
Llegará el día en el que no tengas que sentir que te escondes delante de los demás, ¿sabes? En el que simplemente puedas ser tú, sin más, que parece fácil, pero es casi una utopía. Y sé que la gente que te rodea impone, pero piensa que son un número más, y están aquí, en la Tierra, no como nosotros.
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¿A ti no te parece triste que a veces dejemos de tener contacto con personas que en algún instante llegaron a significarlo todo? Es extraño. Ya sé eso que se dice de que "la vida da muchas vueltas" y "la gente va y viene", pero quizá no deberíamos verlo con tanta normalidad. Porque a mí me asusta que el ser humano sea capaz de olvidar tan rápido.
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Manolito ...