A veces necesitamos que alguien destroce el nido en el que nos hemos acomodado para obligarnos a construir ramita a ramita otro que sea mejor.
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A veces necesitamos que alguien destroce el nido en el que nos hemos acomodado para obligarnos a construir ramita a ramita otro que sea mejor.
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Cuando alzo la vista hacia él, comprendo que una mirada puede significarlo todo. Las palabras son efímeras, los gestos pueden ser teatrales, pero los ojos…, los ojos no mienten. Una mirada puede ser demoledora y dejarte ver en apenas un instante lo que alguien esconde en lo más profundo de su corazón.
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(…) no hay brújula que valga para la vida y ha llegado la hora de que empieces a guiarte siguiendo tu instinto. El problema es que no te escuchas.
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Estoy convencido de que estás en el prólogo de tu vida, a punto de decidir qué historia quieres vivir. y ahora tienes un mapa en tus manos, uno lleno de anhelos y hecho a tu medida.
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somos dos círculos intentando encajar en un mundo lleno de cuadrados perfectos.
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"...Me gustaría que atravesases el dolor y encontrases belleza en este adiós, porque si estoy aquí escribiéndote significa que viví, que tuvimos la suerte de ser hermanas y que algún día, ¿quién sabe?, quizá volvamos a encontrarnos. Si ocurre, espero que tengas muchas cosas que contarme. Cosas maravillosas. Cosas que nos hagan reír juntas..."
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Sentirme atraída por las cosas rotas es un defecto que siempre he tenido. Quizás sea porque en el fondo deseo que algún día alguien encuentre entre mis pedazos desperdigados algo digno de reparar.
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—La felicidad es viajar sin equipaje —susurro. —La felicidad es mandar a la mierda la felicidad. |
Porque él nunca me importó, pero tú sí. Ya te lo dije una vez: solo las personas a las que les permites entrar en tu casa pueden destrozarla por dentro. El resto, como mucho, se limitarán a pisotear el jardín. |
A veces charlábamos entre susurros de tonterías y me di cuenta de cómo algo en apariencia insignificante puede suponer tanto para otra persona. Un gesto benévolo, una mirada cómplice, una sonrisa afable.
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Manolito ...