Sawyer es hermética y cínica, no deja que nadie se acerca y su única familia, la única persona que el importa, es su hermana Riley. Pero Dawn ha conseguido abrirse hueco en su pequeño mundo y la está ayudando a salir del pozo en el que ella misma se ha escondido. Cuando conoce a Isaac, su idea es clara: ayudarle a transformarle en un chico seguro de sí mismo mientra ella inmortaliza el cambio de imagen y lo utiliza para una de sus clase. Pero cuanto más se conocen, menos claros tiene Sawyer sus sentimientos hacia Isaac. Tendrá que decidir si quiere ser valiente y sincera o si se deja llevar por el miedo una vez más y sigue escondida, huyendo del mundo que la rodea.
Después de todo lo que Sawyer ha vivido, es comprensible el miedo a los sentimientos que tiene, a perder a sus seres queridos, a sufrir. Por eso aleja a todo el mundo de ella, porque si nunca han formado parte de su vida, no sufrirá cuando ya no estén. Que Dawn sea su amiga es algo que no tenía planeado, pero que en el fondo la ha ayudado a abrirse más. Cuando empieza su proyecto con Isaac, no tenía pensado dejar que el también formara parte de su vida, pero se cuela en todos y cada uno de los aspectos de su vida, se convierte en una de las personas más importantes para ella y esos sentimientos solo van a más a medida que se conocen y pasan más tiempo juntos. Me recuerda un poco a Dawn, ya que Sawyer también está totalmente rota por dentro, puede que incluso más que Dawn, y ver cómo evoluciona, como Dawn y sobre todo Isaac, la ayudan a seguir adelante, a reconstruirse, me ha parecido precioso. Nuevamente la autora ha descrito a la perfección todo lo que Sawyer siente en cada momento y llegamos conocerla y profundizar en sus sentimientos de una manera increíble. Ya lo hizo en los libros anteriores y lo ha vuelto hacer. Te adentra de tal manera en la mente de Sawyer que es como si lo estuvieras viviendo en primera persona y podemos comprenderla mucho mejor. Es más, he tenido la sensación de que aquí ha tenido un poco más de protagonismo Sawyer y sus sentimientos que en las historias anteriores, en las que estaba más equilibrada la trama principal y las subtramas.
Isaac es absolutamente adorable. Es un tío estupendo, divertido y muy tierno, siempre leal a sus amigos y dispuesto a apoyarles en lo que necesiten. Pero todo lo que ha vivido y sufrido lo ha convertido en alguien inseguro y tímido, por lo que no llegas a conocerle realmente hasta que coge confianza. Ambos personajes sufren una gran evolución, así como su relación. Esta pareja es un claro ejemplo de cómo prejuzgar y sacar conclusiones sin saber puede llevarnos a equivocarnos y perdernos algo maravilloso. Son adorables juntos y se complementan de manera perfecta. de verdad, tienen una conexión tan fuerte casi desde el principio, una relación tan profunda, que su historia es absolutamente preciosa.
Y, por supuesto, poder disfrutar un poco más de los personajes anteriores, en este caso Dawn y Spencer, es algo que me encanta, aunque esta vez apenas han aparecido, mucho menos Kaden y Allie, pero los pequeños momentos han sido adorables. Estoy deseando descubrir la siguiente historia que llegará en unos meses. A estas alturas, ya estoy enganchadísima a esta saga.
Al igual que en el libro anterior, la historia no se ha desarrollado como me había imaginado y ha tenido algunos giros que no me esperaba, algo por lo que ha ganado unos cuantos puntos y que me ha mantenido aun más enganchada. La autora, como ya os comente, tiene una pluma bonita, un algo especial que te engancha, con unas historias bien construidas y acompañada de unos diálogos divertidos llenos de picardía. Además, los personajes secundarios son simplemente geniales, son un grupo de lo más divertido.
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