El exorcismo de mi mejor amiga

Menuda sorpresa me he llevado con este libro. Leí Guía del club de lectura para matar vampiros cuando salió hace un par de años y, a pesar de que me gustó, no me dio todo lo que esperaba. Por eso, cuando comencé la lectura de este, me esperaba algo similar. Pero ya desde su inicio me di cuenta de que iba a ser muy diferente ya que sus protagonistas y su trama me atraparon sin remedio.

La ambientación está genial. Sientes, en todo momento, que estás en los 80 en EEUU.

La trama también me ha encantado, no esperéis un libro simplemente de terror (esta historia no os va a dar eso), si que tiene escenas y momentos que te ponen la piel de gallina pero, este libro, de lo que realmente es de la historia de amistad de dos chicas, desde que se conocen hasta su final y, eso precisamente, esa historia de amor fraternal, es lo que ha conseguido que esta historia tenga casi 5 estrellas.

La narrativa del autor es otro de los grandes puntos a su favor. Cuando las protas tienen 12 años, sientes que están hablando niñas de esas edad y, mientras van creciendo, su forma de hablar, de ser y de expresarse va cambiando, cosa que el autor consigue de manera magistral. Otra de las cosas que consigue Hendrix es mantener esa sensación de impotencia y frustración durante toda su lectura.

Este libro creo que tiene una de las mejores escenas de exorcismo que he leído y una de las mejores escenas de culminación del mismo.

Sin duda seguiré leyendo a este autor y más con el buen sabor de boca que me ha dejado este libro teniendo en cuenta que no es de los que mejores críticas tiene.

Premisa:
Esta es la historia de dos mejores amigas, Abby y Gretchen. Son absolutamente inseparables y muchas veces actúan contracorriente, estando ellas dos contra el mundo. Pero a partir de una noche en la que una fiesta se les va de las manos, Gretchen comienza a comportarse de forma extraña, deja de parecer ella misma. Su amistad se resquebraja, pero Abby sospecha que algo más allá está pasando, que en realidad es posible que el Diablo haya poseído a su amiga.

Opinión:
El autor ha conseguido transportarme a mi infancia, viviendo en los tempranos años 90 y experimentando ese tipo de amistad tan intensa y especial. Y cómo no, he disfrutado tremendamente de la congoja que genera. Sus descripciones logran revolverte el estómago y encogértelo, pero a pesar de ello quieres conocer el final de la historia. Es asombroso cómo refleja el sentimiento de amistad de esas dos niñas y cómo consigue que empatices con Abby, que no puede tener una situación más complicada. ¿Y el final? Lloré como una niña pequeña, pero de tener que sacar el pañuelo y todo. Y un libro que te hace pasar miedo y que te emociona después de esa manera ya se define por sí mismo. ¿Por qué no le pongo las cinco estrellas? Realmente porque no me ha dejado ese tipo de poso en el cuerpo. Me ha encantado pero quizá no es el tipo de historia que me deja pensando en ella durante meses. Pero es ya algo muy particular mío. Es un libro que merece muchísimo la pena.

Nota: 4.5 sobre 5

Me declaré megafan de Grady Hendrix después de leer “Guía del club de lectura para matar vampiros” Pero esta segunda incursión en sus novelas no me ha dejado tan bien sabor de boca.

𝑷𝑹𝑶𝑺

📼 La ambientación en los 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝟖𝟎 es una auténtica maravilla, para mí es un plus en cualquier historia y esta encaja perfectamente en la época.

👽 La 𝐧𝐚𝐫𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 de Hendrix es fantasía, porque todos los elementos de la historia empastan muy bien, aunque no faltan las escenas repugnantosas y escabrosas, que, por lo visto, son firma indiscutible el autor y de las que no soy muy fan 😂

👯‍♀️ La evolución de la 𝐚𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚𝐝 entre las dos protagonistas. Puede que la voz cantante la lleve Abby, pero Hendrix crea un tándem tan perfecto que la historia de Abby no tiene sentido sin Gretchen y viceversa.

𝑪𝑶𝑵𝑻𝑹𝑨𝑺

🚫Mi pequeño problema tiene que ver más con mi perfil como lectora. Para mí existen determinados temas (animales, niños, mafias, drogas…) que no me gusta encontrarme en los libros y que, depende de cómo se traten, tolero ligeramente o influyen negativamente. Y es precisamente lo que me ha pasado en este libro, hay determinadas cosas en la narración que me generaron sensibilidad y me resultaron tan desagradables que se me quitaron las ganas de seguir leyendo. Cuando decidí continuar, la sensación desagradable permanecía y eso me impidió disfrutar de una parte del libro.

Aún así lo recomiendo, pero yo sigo quedándome con 𝙂𝙪𝙞́𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙪𝙗 𝙙𝙚 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙪𝙧𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢𝙖𝙩𝙖𝙧 𝙫𝙖𝙢𝙥𝙞𝙧𝙤𝙨, me pareció una historia mucho más completa y disfrutable que esta.

Tercer libro que leo del autor y, como los otros, ¡me ha encantado! La amistad de Abby y Gretchen me ha conmovido y la forma en que integra el tema sobrenatural me parece excepcional. Además, el autor aprovecha para incluir una buena crítica social con respecto al diferente trato que reciben los alumnos en función de su riqueza o estatus. Me ha gustado ver como Abby va tomando conciencia de lo que ocurre y cómo llega a la conclusión de la posesión, pero sobre todo la fuerza de la amistad; mentiría si dijera que no he echado unas lagrimillas con el final.

Tengo sentimientos muy encontrados con esta novela. Os cuento.

«El exorcismo de mi mejor amiga» es un relato precioso sobre la amistad que terminó por tocarme la fibra. Me resultó muy acertada su reflexión sobre el fanatismo religioso, sobre las diferencias de clase social y económica. Es una historia sobre la dureza de la adolescencia, sobre lo que es madurar. Y esa ha sido mi parte favorita de la novela.

Entonces, ¿qué me pasó con esta historia? Que se me desinfló en su segunda mitad. Tengo que decir que la parte final es apoteósica (sin spoilers, como siempre), pero sentí que me faltaba algo que terminase de atar la trama. Quizás fue algún dato que me hubiese gustado saber, algún rasgo (en su faceta más sobrenatural) que hubiese querido que se explicase más. O quizás me esperaba que desembocara de otra manera. He de añadir que, personalmente, me pongo muy nerviosa con las tramas de malentendidos.

Aun así, tiene escenas escabrosas maravillosamente pensadas y escritas. Y el toque de humor canallita de Grady Hendrix únicamente mejora la narración y le da su personalidad.

Lo mejor es la naturalidad de los personajes, el cómo están escritos. Lo no tan bueno es lo mencionado, que tuve la sensación de que se me desinflaba.

A pesar de que me quedé un poco chof (malditas expectativas, también tengo que decir), puedo deciros que si os apetece una novela de terror con alto componente de coming-of-age, fluidos corporales y nostalgia ochentera, os animéis a darle una oportunidad.

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He empezado a leer este libro sin saber lo que me iba a encontrar y me ha sorprendido. Me he encontrado con una historia de amistad verdadera en la década de los ochenta, aderezada con la música de la época que se convierte en una película de miedo.
Va más allá de una lectura juvenil que es lo que me esperaba. La evolución de las protagonistas se hace patente y nos ofrece nada más y nada menos que un episodio terrorífico, una posesión, que hace tambalear su mundo hasta entonces perfecto.
Muy entretenido, se lee muy rápido y es una historia muy amena.

Sus libros me gustan. Me parecen ideales para desconectar y pasar un buen rato porque, que no os engañen, de terror tiene poco.
¿Son mal rolleros? Yo diría que tampoco.
Este, por ejemplo, es más desagradable (en cuanto a fluidos y tal se refiere😂) que otra cosa; A veces incluso tiene un toque de humor.

El exorcismo de mi mejor amiga es un libro muy entretenido, que narra la historia de dos amigas. A Gretchen le pasa algo y Abby, nuestra prota, debe resolverlo.

La trama gira en torno a ese nudo, acompañado del estilo ágil y adictivo de Grady. Me lo he leído en un suspiro y lo he disfrutado bastante.
Aunque os digo que si lo que queréis es un libro que os dé miedo, este no es😂

Si queréis una lectura ligera, sin giros argumentales pero entretenida y con buena ambientación, os lo recomiendo👀

Abby y Gretchen son inseparables desde niñas y las mejores amigas del mundo, pero tras una noche de juerga con otras dos compañeras del instituto todo empieza a salir mal. Gretchen comienza a comportarse de una manera muy extraña, pasa de encontrarse en un estado decadente tras aquella noche a sentirse de maravilla y ser considerada por todos la que la rodean, pero parece estar implicada en todas las cosas horribles que suceden alrededor.

Es una novela entretenida sin más, lo que sí que me ha encantado es la ambientación ochentera, pero la trama en sí es muy sencilla y demasiada trillada. Una lectura que te hará pasar un buen rato, con algún toque de humor, pero que yo no catalogaría en el género de terror ni siquiera como thriller porque, desde prácticamente el principio, sabes que le sucede a Gretchen e intuyes el final. Eso sí, es una lectura ágil y amena.

La película, en mi opinión, ha sido pésima.

Siempre es divertido volver la vista atrás hacia el pasado reciente, recordar como eran las cosas, qué modas ridículas se llevaban... Y gran parte del atractivo de este libro radica ahí, en ese recuerdo de los 80, o de las películas que los reflejan. Aunque por supuesto, eso no es lo único que tiene, la historia engancha, ver cómo va avanzando la posesión, como una adolescente tiene que enfrentarse a todo eso sola (y cómo la supera), y el final tan inesperado como inusual, no hacen más que sumar puntos. Ah! Y por supuesto, la portada, como si en vez de un libro tuviéramos entre las manos un VHS recién sacado del videoclub 😍

Un canto a la amistad es lo que es este libro, con la potencia y la intensidad que surge cuando dos personas se quieren tanto que sus mundos brillan en reflejo de la otra. Y también de terror y sucesos sobrenaturales, de los que suben por los pelos de los brazos y se enquistado en la piel con un escalofrío en el momento menos indicado.

Todo fue bien, todo era una tarde apacible detrás de otra en una ambientación ochentera y nostálgica, hasta que una noche Gretchen desaparece y, al volver, Abby se da cuenta de que no es la misma, que algo ha pasado aunque no comprenda los hilos de los que debe tirar para desentrañarlo. Así que siguen viviendo, meciéndose en lo que creen que sigue siendo la monotonía del día a día, mientras todo lo demás comienza a desmoronarse y resquebrajarse como nunca ninguna lo hubiese soñado.

Una pesadilla. Oscura y viscosa. Roces invisibles y confusión. El dolor lacerante de que algo va mal. La confirmación de que la primera pieza de los naipes se tambalea y hará caer todas las demás en cuestión de segundos. Ninguna quedará en pie.

Y, detrás de todo ello, detrás del miedo y de la incertidumbre, de las decisiones mal tomadas y de los gritos, detrás de del corazón en la garganta y la tensión palpitando en las sienes... está la amistad más pura que he leído nunca. Abby y Gretchen. Sin más, solo ellas y el mundo, todo lo demás no importa.